Mi cuerpo se removió inquieto bajo las sábanas y fue cuando mis párpados se abrieron. Me costó adaptar la vista a la luminosidad de la habitación y darme cuenta de en donde me encontraba exactamente. No podía creer que, a fin de cuentas, ambos terminamos cediendo y dejándonos llevar. No sonaba como algo que Noelle Stevens o Harry Styles hicieran.
Me moví a un lado para observar a Harry dormir placenteramente. Estiré mi brazo al suelo para recuperar la camisa que él había estado usando en la noche, y me la coloqué. Me aleje de la cama con meticulosidad para acercarme al balcón. Recién estaba amaneciendo, se notaba en los colores del cielo, en la mezcla de matices rojos y azulados.
Estiré mis brazos apoyándome sobre la barandilla y observé el poco tráfico de aquella mañana en Manhattan. Sentí la fresca brisa golpear mi rostro y revolver mis cabellos. Tenía que estar en casa antes de que Mike se diera cuenta que no había llegado para dormir. Era capaz de armar un escándalo aun sabiendo que, de hecho, yo ya tenía 18-
—Te gusta madrugar, uh
Escuché la voz raposa de Harry a mis espaldas.
—No, en realidad. Pero tengo que estar en casa temprano.
Me giré y lo vi a unos pasos de mi. Su mano rascaba su nuca de forma ¿nerviosa?. Se había colocado un pantalón suelto de chándal y su cabello estaba enmarañado, más de lo habitual. Su pecho dejaba a la vista todos y cada uno de sus tatuajes. Aun tras toda la noche anterior me parecía increíble. Jamás lo iba a admitir en voz alta—y menos frente a él—pero Harry era una persona digna de admirar.
Lo miré con curiosidad, ¿desde cuándo nos hablábamos sin pelear?. Sin emitir comentario, quise pasar por su lado para ir por mi ropa, sin embargo él tenía otros planes. Su mano me retuvo desde la muñeca con. Y cuando me tuvo donde quiso, apegada a su pecho, afirmó el agarre.
—¿No te quedarás a desayunar?
Sus palabras fueron murmuradas muy cerca de mis labios; y casi sonaron como una súplica. Casi. Por más fuerte que la tentación podía llegar a ser tuve que aguantarme las ganas de besarle. No podía seguir cayendo de esa manera, menos desconociendo sus verdaderas intenciones respecto a mí
—Me encantaría quedarme para ver cómo es un desayuno en la casa Styles—sonreí—pero mi padre enloquecerá si ve que su niña no está en casa por su cumpleaños—las últimas palabras salieron de mis labios con tono de frustración.
—Es una pena
Si algo aprendí de Harry en el poco tiempo que trataba con él era que no era de rogar. Lo tomas a la primera, o lo dejas. Así es como él funcionaba, y ciertamente era lo que mas me gustaba.
Me zafé de su agarre, y me apresure para recoger toda mi ropa. Él quedó parado al centro de la habitación y lo último que vi antes de encerrarme en el baño fue su principio de sonrisa.
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El método de resguardar una llave en las macetas ubicadas bajo el porche era eficaz, nunca sabes cuándo lo vas a necesitar. Cuando entré en casa, todo estaba en silencio. Mi padre y—supuse—Bianca también, estaba—según parecía—durmiendo.
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Racer
FanfictionUn mismo sueño cruzará los caminos de ambos, volviéndolos prisioneros de una pasión que lo pondrá en riesgo absolutamente todo. ¿Cuanto están dispuestos a sacrificar para ser el próximo invicto corredor? (Portada: Beoncheshire)