-Dime, Hécate. ¿Te gustaría volver a sentir mis colmillos?- Cuestionó.
Retrocedí, atónita. Él seguía acercándose, aun más seguro de sí mismo, pero, de repente, alguien entró en la habitación.
-¡Ayato!- Exclamó Subaru.
-¿¡Qué!? Has interrumpido un momento clave entre ella y yo. Estaba a punto de tomarla.
-¡Me da igual, idiota! ¡Hay cosas más importantes de las que preocuparse ahora mismo!
-¿Como el qué?
-Ha aparecido otra carta para Hécate. Hace dos minutos. Laito ha invocado a sus familiares para que investiguen la zona por si pudieran encontrar al responsable.
-¿Es eso una declaración más de guerra? Maldito desgraciado.- Gruñó.
El albino se dirigió hacia mí.
-Oye, tú, quédate en la habitación y no salgas bajo ningún concepto, ¿de acuerdo?
Asentí. Luego, vi cómo los dos vampiros se disponían a pasar por el marco de la puerta, mas el pelirrojo se dio la vuelta antes de hacerlo.
-No te preocupes, Chichinashi. Ore-sama siempre tiene todo bajo control. Espera aquí y sé una buena chica.- Finalizó, antes de seguir a su hermano.
Cerró la puerta y echó una llave desde fuera. Nerviosa, miré a través de la ventana. No sabía qué hacer para tranquilizarme, por lo que cogí el libro que me otorgó Reiji y me senté en un sofá. Sin embargo, algo captó mi atención sobre el ataúd de Ayato. ¿Qué demonios es eso? Me acerqué, confundida y, al instante, reconocí el objeto. Era el cuaderno que le di a Kou. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? Atónita, empecé a atar cabos. Mierda, él estaba aquí. ¡Joder, joder! Corrí hasta la puerta del dormitorio, y , a pesar de que sabía que estaba cerrada con llave, continué intentando abrirla. Entonces, noté una respiración a mis espaldas.
-Te encontré, M-Neko-chan.- Susurró una voz encantadora en mi oído.
Quise darme la vuelta, pero algo tapó mi nariz y boca y no pude mantener ni un segundo más la consciencia.
(...)
Desperté en una habitación desconocida. Todavía cansada, me incorporé lo antes posible y aclaré la vista, intentando descubrir dónde estaba. Cuando me fijé mejor, caí en la cuenta de que este cuarto era, ni más ni menos, que el de Kou. Me levanté de la cama y, temblorosa, caminé a la salida. Para mi suerte se encontraba abierta, por lo que no tuve problema alguno en salir al exterior. Eché un vistazo de izquierda a derecha. Supongo que ahora podría ser el momento idóneo para usar mis conocimientos sobre la mansión Mukami. Corrí hacia la derecha. Al llegar a una esquina, giré, no obstante, alguien se cruzó en mi camino y choqué. Como consecuencia, me desplomé en el suelo.
-¿Hécate-chan? ¿Ya estás despierta?- Interrogó el idol, sorprendido.
Lo miré con desconfianza.
-No contestas, ¿eh? Bueno, supongo que estarás enfadada por haberte secuestrado de esa manera tan brusca. Me hubiera gustado que entraras aquí a voluntad propia pero, dadas las circunstancias en las que vivías, decidí traerte así.- Explicó.
-¿Perdona? ¿Te estás escuchando? Claro que estoy enfadada, maldita sea. ¿Y a qué te refieres con "las circunstancias en las que vivías"? ¿Me estás diciendo que no vas a beber mi sangre? ¿Cambiará algo si me quedo aquí?
-Oye, he hecho lo que creo que es correcto, ¿vale? Además, no nos compares con esa familia, ¿quieres? Son detestables.
Apreté los puños. ¿Cómo ha podido pasar esto? De la noche a la mañana he perdido lo único que tenía.

ESTÁS LEYENDO
🦇《Atrapada en un mundo irreal》🦇
Vampire¿Qué diantres está pasando? ¡Hace un momento jugaba tranquilamente el videojuego "Dark Fate" y ahora me encuentro literalmente dentro del universo de Diabolik Lovers! Supongo que resulta una ventaja saber todo sobre los personajes pero... ¿Cómo voy...