🦇Capítulo 13: Dar y recibir🦇

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Entramos al famoso comedor de la mansión Mukami. Nos seguían Yuma y Azusa. Ya allí, divisé a Ruki poniendo diversos platos de comida sobre la gran mesa. Vaya... Cuando lo ves de verdad, te das cuenta de la buena pinta que tiene todo.

-Ven, M-Neko-chan, siéntate a mi lado.- Demandó el rubio, todavía con mi mano entrelazada en la suya.

Obedecí sin rechistar y tome asiento junto a él. Los demás hicieron lo mismo.

-¡Genial!- Exclamó Kou, emocionado.- ¡Hay Vongole Bianco! 

Miré de soslayo el plato de comida.

-¿Hm? ¿Tú también quieres, M-Neko-chan?- Preguntó, con una alegre sonrisa.- Bueno, haré una excepción y te daré de mis espagueti. ¿De acuerdo?

-Da igual, no pasa nada.

-¡Vamos, no seas tímida, sé que te mueres por probarlo!- Insistió, enrollando unos cuantos fideos en el tenedor y sosteniendo el cubierto delante de mí.- ¡Di: ahhh!

-Kou.- Llamó Ruki.- Compórtate en la mesa, por favor.

El idol hizo una mueca de desagrado y comió lo que había planeado ofrecerme a mí, entre pucheros.

-Oye, tú.- Dijo Yuma.- Más te vale halagar mis tomates. Los he recogido hoy.

Temerosa, cogí un tomate cherry y lo metí en mi boca. ¡Estaba  maravillosamente rico!

-Vaya, es genial.- Murmuré, fascinada.

-Por supuesto que lo es, lo he cuidado yo.- Presumió, orgulloso.

Escuché resoplar al rubio junto a mí.

-No hay nada mejor que el Vongole Bianco.- Debatió.

-Cállate, estúpido. Mis verduras y hortalizas superan con creces a esa recetucha.

Intimidada por la discusión, giré la cabeza hacia Azusa, quien se dedicaba a comer tranquilamente. El muchacho del pelo azul, por su parte, tenía un semblante serio. Seguramente estaría harto de que se pelearan en la mesa.

Y todavía no había probado bocado. La verdad, después de que alguien te secuestre no tienes mucha hambre.

-¿No comes?- Interrogó Ruki, con el ceño fruncido.- ¿Acaso nada de lo que hay puesto te gusta?

-No es eso. Lo que has preparado tiene que estar riquísimo.- Pausé.- Es solo que... Bueno... Mi estómago no pide nada por ahora.

-"Lo que has preparado", ¿eh?- Respondió.- ¿Y cómo sabes que lo he hecho yo si no has estado en la cocina?

Palidecí de nuevo. Joder, es demasiado detallista. Se fija en todas y cada una de las palabras que digo. Tengo que mantener la calma y cuidar mi lengua si no quiero meterme en más problemas.

-¡Eso es, M-Neko-chan! También mencionaste mi comida favorita cuando estabas en la azotea, ¿verdad? 

Los labios me temblaban.

-Entonces lo del huerto tampoco fue una casualidad, ¿no?- Añadió Yuma.

-Kou, ¿a quién has traído?- Cuestionó el mayor de la familia.

-A lo mejor me he topado con una vidente.- Contestó bromista, posando sus manos en la nuca y levantando los codos.

-Hécate... La diosa griega de la magia y la brujería...- Susurró, serio.- A no ser que le hagas honor a tu nombre, tendrás alguna explicación para justificar lo que dices, ¿verdad?

-Basta...- Murmuré, casi sin voz.

-No te oigo.- Machacó.

-¡He dicho que basta!- Exclamé, levantándome de la silla.

🦇《Atrapada en un mundo irreal》🦇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora