🦇Ruta Ayato: Chapter 3🦇

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(Ayato's POV)

Su respiración se hizo profunda y estable. En ese momento supe que por fin se había dormido completamente. Bien, era hora de hablar con ese desgraciado.

Le dediqué unas caricias más a Hécate y me levanté con cuidado. Salí de la habitación y fui a la celda del Tsukinami.

(...)

-Eh, tú, idiota.- Llamé.

El muchacho alzó la cabeza, casi sin ganas.

-¿A qué demonios has venido?- Cuestionó, desde la esquina de su jaula.

-Solo quiero hablar. No te preocupes, el asco es mutuo. No estaría aquí de no ser por ella.

-Con "ella" supongo que te refieres a Hécate, ¿verdad?

Furioso, me abalancé contra los barrotes de su jaula.

-No te atrevas si quiera a pronunciar su nombre.- Amenacé.- ¿Sabías que quería incluso sacarte de esta prisión? ¿Sabías que una parte de ella velaba por ti? ¿Sabías que es gracias a ella por lo que sigues vivo?

Agachó la mirada, arrepentido. Luego, su expresión cambió totalmente.

-No te hagas el santo, vampiro.- Atacó, de repente.- Tú también eres un puto ignorante poniéndola en peligro de esta forma.

Tragué saliva. ¿De qué diantres habla?

-¿Crees que no soy consciente de lo que se trama tu padre? Heh...

-¿A qué te refieres?

-Sé que él le ha salvado la vida. Y también sé que se ha percatado de que no es una mujer normal. Lo tiene todo, ¿eh? La sangre de Eva, la sangre de una fundadora y la sangre de una bruja. No me extrañaría que la usase para sus propios fines. Si tuvieras dos luces de frente la dejarías en cualquier otro lugar lejos de aquí. Porque si no lo haces, acabará muerta.

Palidecí. Hécate... ¿Muerta? El simple pensamiento de ello me provocaba escalofríos. Un mundo sin ella no era un mundo, era un infierno. Todavía recuerdo cuando Kou la secuestró aquel día. La busqué por la residencia entera. En ese entonces no era consciente de que la amaba. Solo sentía un dolor profundo en el pecho al saber que no había sido capaz de protegerla y la habían apartado de mi lado. Numerosas preguntas surcaban mi mente: ¿estaría bien? ¿La habrían mordido? ¿Le habrían hecho daño? Grité su nombre hasta que casi se me quebró la voz. No estaba dispuesto a perderla otra vez. Ya no. Ahora que por fin había entendido su amor y ella el mío... Ahora que por fin la he estrechado en mis brazos... Ahora que por fin está junto a mí... 

-Si yo escapara de aquí, me la llevaría y haría miles de pactos con cualquier clan para asegurar una posición segura en la que pudiera permanecer.

Las palabras no salían de mi boca.

-Mientras me lleno de mierda en esta jaula, vosotros vivís en una ilusión. Me apuesto el otro ojo de la cara a que ese vampiro ya la ha besado. Siempre empieza con ese gesto.

Apreté los puños. Joder, ¿cómo no he podido darme cuenta? Tsk... El carnaval... ¿Era una mera distracción para que no se fuera del Makai?

-Has dicho que harías pactos con cualquiera, ¿verdad?- Sugerí, serio.

-Sí.

-Hagamos entonces uno los dos. Si es verdad que al menos te preocupas por ella, trabajarás conmigo para protegerla.

Se levantó, con una sonrisa burlona.

-Hecho.- Decidió, finalmente.

(...)

🦇《Atrapada en un mundo irreal》🦇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora