🦇Capítulo 30: Feria🦇

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Abandonamos la mansión, tensos tras la disputa de hace un momento. Suspiré y les seguí hasta el parque de atracciones.

(...)

Dios mío, era enorme y luminoso. Bueno... ¿Ahora qué?

-Ven, Chichinashi.- Mandó Ayato, pegándome a él.- Hay mucha gente, no quiero que te pierdas.

-¿Sabes, Ayato-kun? Yo también me preocupo por Hécate-chan, así que no tienes por qué juntarla a ti de esa manera.- Quejó Kou, poniéndome en medio de los dos, a una distancia equitativa.

-Tú cállate.

-No, cállate tú.

-Eh, mirad, una casa encantada.- Propuse, incómoda.- Vamos a entrar.

-¿Qué? ¿Esa cochambrosa casucha?- Cuestionó Subaru.- Hmph... Dicen que ahí hay fantasmas.

Automáticamente, Reiji palideció y tragó saliva.

-¿Fantasmas?- Repitió, acomodándose las gafas.

-Heh, menudo miedica. Venga, Hécate, yo iré contigo.- Decidió el menor de los Sakamaki.

Sin que los demás pudieran rechistar, el albino me tomó del brazo y entramos a la casa. Una vez dentro, miré el alrededor. Ugh... Sé que es ficticio pero parece muy real.

-¿Tienes miedo?- Preguntó, curioso.

-Un poco, no voy a mentir.

-En ese caso...- Murmuró, acercándome a él.- Puedes... Bueno... Estar así conmigo. Te lo permitiré esta vez solo porque estás asustada. Ni un comentario sobre esto cuando salgamos, ¿entendido?- Amenazó, serio y sonrojado.

-Hehe, por su puesto, tranquilo. Y... Gracias, ya me siento mejor.- Agradecí, con una sonrisa.

Recorrimos algunas estancias y nos detuvimos frente a una puerta. La abrió y pasó.

-Tu turno.- Dijo, con una señal para que caminara a la otra habitación.

Sin embargo, cuando fui a hacerlo, aquel portón se cerró de golpe y quedamos separados.

-¿¡Subaru!?- Exclamé, dándole golpes a la apertura.

-Joder, ¿qué coño ha ocurrido? Tsk... Encontraré la forma de llegar hasta ti, quédate donde estas.

-Vale.- Contesté, confundida.

Me di la vuelta y avancé hacia un cuadro. De repente, la poca luz que había se apagó. ¡Me cago en la puta! ¿¡Qué mierda es esto!? ¡Le tengo pánico a la oscuridad! Si tan solo estuviera Subaru... Joder.

Temerosa, conseguí apoyarme en una pared. A los segundos, algo rozó mi hombro suavemente. Grité despavorida.

-¡M-Neko-chan, lo siento!- Se disculpó una voz, alarmada.

-¿¡Kou!?

-¡Sí! Decidí seguiros a Subaru y a ti. Menos mal que lo he hecho, ¿verdad?

-¡Ay, Kou!- Estallé, temblorosa.

Me aferré a él como una niña pequeña, aterrorizada hasta la saciedad.

-¿Hécate-chan?

-No te vayas... Por favor... No te separes de mí...- Supliqué, atemorizada.

-¿Acaso te da miedo la oscuridad? Oh, bueno... En ese caso... ¡No te preocupes! ¡Tu héroe ha llegado y te va a proteger de todo!

Sentí sus brazos estrechándome más fuerte. Me acurruqué en su regazo y cerré los ojos.

🦇《Atrapada en un mundo irreal》🦇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora