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A las ocho y diez de la tarde, Harry se adentró en el reservado en el que Gabe y Jace ya estaban sentados y disfrutando de una copa. Estos levantaron la mirada cuando Harry entró y Jace lo saludó con la mano.

-¿Qué vas a tomar esta noche? ¿Lo de siempre? -preguntó Jace cuando Harry se sentó a su lado.

Una mujer apareció con una sonrisa muy seductora en el rostro y apoyó el brazo en el hombro de Gabe.

-Siento escuchar que estás fuera del mercado -dijo con voz coqueta.

Gabe miró explícitamente el brazo de la mujer y al no responder este, ella lo apartó incómoda y luego se giró hacia Harry.

-¿Qué te traigo?

No se encontraba con ganas de beber, pero no quería ser un aguafiestas en la noche de su amigo. Era, de hecho, su última noche como soltero.

Bueno, ni Jace ni Harry estaban casados, pero Jace lo estaría pronto. Era la última noche donde los tres aún serían solteros y marcaba el final de casi veinte años de vivir libres y jugar duro.

Sus amigos argumentarían que ellos no eran libres ni jugarían duro. Estaba seguro de que ambos lo llevaban muy bien. Mia y Bethany no eran ninguna carga para ellos, y estaba claro que estaban convencidos de comenzar una relación duradera.

-Whisky -dijo finalmente Harry.

-¿Ha sido tan difícil elegir? -preguntó Jace arrastrando las palabras.

Harry sonrió aunque lo sintió más como una mueca. Un mo mento después, la camarera volvió con la bebida de Harry y este alzó la copa frente a sus dos amigos.

-Por Gabe, el primero en dar el gran paso. Bueno, el primero y el segundo -corrigió Harry, refiriéndose al hecho de que Gabe había estado casado una vez antes. Tendía a olvidarse de eso y estaba seguro de que Gabe lo preferiría así también. El matrimonio no duró mucho y no terminó bien.

Como era de esperar, Gabe gruñó, aunque levantó el vaso.

-Mia es la única que cuenta -dijo Gabe.

Jace asintió.

-Mucho mejor que Lisa. Lo has hecho bien.

-Dice el hermano de la novia -soltó Harry con una risotada.

Jace arqueó una ceja y miró a Harry.

-¿Estás diciendo que Mia no es una buena elección?

-Ni borracho. No le des a Gabe una razón para patearme el culo. No quiero que el pobre lleve el ojo morado en su gran día mañana.

Gabe se rio.

-¿Y quién dice que seré yo el que lleve el ojo morado? Barreré el suelo contigo, cabrón.

Harry puso los ojos en blanco y se repantingó en la cómoda silla.

-¿Así que de esta forma es como vamos a terminar? ¿Sentándonos alrededor de una mesa como pringados la noche de antes de la boda?

-Sí, bueno, tú no tienes a ninguna mujer esperando en casa ni a la que le tengas que explicar nada más... alocado -dijo Jace secamente-. Mia y Bethany nos cortarían los huevos si hiciéramos algo remotamente parecido a una despedida de soltero. Así que sí, esto es lo que vamos a hacer. Lo siento.

-Nos estamos haciendo muy viejos para eso de todas formas -murmuró Gabe-. Actuar como un puñado de niñatos con la primera tía a la que se van a tirar en su vida ya no me parece tan divertido.

-Brindo por eso -dijo Jace.

-Bueno, cuando lo ponéis así... yo también -añadió Harry-. Joder, ¿fuimos así de gilipollas?

Mi Frenesí (03)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora