____ se removió e intentó estirarse, pero inmediatamente se encontró con un cuerpo duro a su lado. Abrió los ojos y parpadeó con rapidez mientras la confusión se abría paso en su cabeza. Luego se acordó de todo. Estaba en la cama con Harry. En el apartamento de él. En sus brazos.
Posó la mirada sobre esa pared dura que era su pecho y observó la subida y bajada de su precioso tórax al respirar. ____ inspiró y saboreó su olor. Sus labios estaban tan cerca que podía fácilmente pegarlos contra su piel. Y estaba tentada.
Pero no eran amantes que se despertaran tras haber estado haciendo el amor toda la noche. No habían tenido sexo. Todavía. No se conocían más allá de unas cuantas cortesías compartidas y una conversación durante una cena.
Y aun así, aquí estaba en su cama tras haber accedido a mudarse con él.
Cerró los ojos y se preguntó de nuevo si estaría tomando la decisión correcta. Su mente y su corazón se debatían incesantemente, y aún no estaba segura de quién era el claro ganador en esa pelea. Quizás no había ninguno. Iba a tener que arriesgarse, porque no había ninguna decisión clara ni correcta.
Levantó la mirada con vacilación, conteniendo la respiración mientras alzaba la cabeza para ver si Harry estaba despierto. Sus ojos se encontraron con los de él y sintió un calambre que le recorrió todo el cuerpo hasta los pequeños dedos de los pies. Estaba despierto y mirándola con muchísima intensidad. Como si pudiera extender el brazo y sacar todos esos pensamientos directamente de su cabeza.
-Buenos días -murmuró.
Ella hundió la cabeza mientras el calor se apoderaba de sus mejillas.
-¿____?
Volvió a levantar la mirada para ver la interrogación que se reflejaba en sus ojos.
-¿Qué pasa? -preguntó con amabilidad.
Tragó saliva.
-Esto es difícil.
Él deslizó la mano por su cuerpo; primero por el brazo y luego por el pelo enredado antes de acariciarle la mejilla con los dedos.
-Nunca dije que fuera a ser fácil. Nada que sea bueno lo es.
Eso era verdad. Y no, Harry nunca sería fácil. Nada que tuviera que ver con él era simple o poco complicado.
-Me gusta despertarme contigo en los brazos.
Esa afirmación salió del pecho de Harry y el calor comenzó a correrle por las venas por todo el cuerpo.
-A mí también -susurró.
-Quiero que te sientas segura aquí -dijo Harry en un tono serio-. Segura conmigo.
-Ya lo hago.
-Bien. Ahora acerca esa boca para que te pueda dar los buenos días como mereces.
Ella ladeó la cabeza y posó una mano contra su pecho. Harry se encogió bajo su contacto; sus músculos se tensaron y estremecieron. ____ apartó la mano apresuradamente, pero él se la cogió y la volvió a posar sobre su pecho.
-Me gusta que me toques -murmuró-. Quiero que lo hagas a menudo. Al igual que yo querré tocarte cada vez que estés cerca de mí. Si estamos en la misma habitación, ____, voy a tocarte.
Y luego la besó. Su cálida boca trabajó sobre la de ella de forma exquisita.
Era un beso dulce. Poco exigente. Casi persuasivo.
____ suspiró contra su boca y se relajó. Todo su cuerpo se quedó lacio contra el de Harry, lo que hizo que una de sus manos se quedara atrapada entre ambos.