-Quiero que lleves mi collar, ____ -dijo Harry en voz baja.
____ se giró entre sus brazos, sorprendida ante la brusca declaración. Los dos estaban tumbados en el sofá del apartamento de Harry; una mañana relajada tras haber hecho el amor y haber dormido una pequeña siesta antes. Tras haberse despertado de nuevo, Harry le había traído el desayuno a la cama y luego la llevó al cuarto de baño donde le lavó cada centímetro de su piel y de su pelo en la ducha.
La secó, le peinó el pelo y luego la envolvió en una bata antes de llevársela al salón, donde se habían quedado en el sofá desde entonces.
Harry la miró con intensidad como si estuviera calibrando su respuesta. Su mirada se movió por todo su rostro pero luego volvió a centrarse en sus ojos.
-Sé que llevaste el de Michael. También sé que no significó nada. Significa algo para mí, ____. Quiero que signifique algo para ti también.
-De acuerdo -susurró.
-Quiero elegirlo especialmente para ti. No lo tengo todavía, pero lo haré. Y cuando lo tenga, quiero que lo lleves. ¿Lo harás por mí?
Ella asintió, ya imaginándose llevando su collar con pleno conocimiento de lo que significaría para él.
-Tenemos mucho de lo que hablar hoy -continuó-. Muchas cosas que necesitamos solucionar. Preferiría quitármelo de encima todo hoy para que así podamos avanzar en la relación sabiendo lo que necesitamos saber. Y sabrás lo que necesitas saber.
-De acuerdo, Harry. Estoy preparada.
Él la apretujó entre sus brazos con la satisfacción reflejándose en sus ojos.
-Significa mucho para mí que confíes en mí. Especialmente tras lo que te pasó con ese gilipollas. Yo nunca te haré daño de esa forma, ____. Puede que no estés completamente segura ahora mismo, pero lo sabrás pronto.
-Sé que no me harás daño -dijo al mismo tiempo que bajaba su boca hasta la de él-. Confío en ti, Harry. De verdad. No lo digo por decir. Tienes que saber lo difícil que todo esto es para mí, pero me siento bien con mi decisión. Sé que es la correcta. Eso no me lo tienes que demostrar.
-Sí, sí que tengo que hacerlo -la refutó-. Todos los días. Tengo que demostrar todos los días lo que significarás para mí. Ese es mi trabajo. Y lo lograremos. Sabes... tú eres importante para mí. Voy a asegurarme de que lo sepas todo el tiempo.
Ella se inclinó y apoyó la cabeza sobre su hombro al mismo tiempo que se acomodaba sobre el cuerpo de él. Se sentía muy bien pegada contra él. Su cuerpo era tan sólido y fuerte que no tenía que hacer mucho para que se sintiera segura. Ya lo hacía con el simple hecho de estar cerca de él.
-Lo primero que tenemos que discutir son los exámenes médicos y el sistema anticonceptivo que vamos a usar.
Ella volvió a levantar la cabeza con una ceja arqueada a modo de interrogación.
-No quiero usar condones. No contigo. Quiero poder correrme dentro de ti, sobre ti. Y para que podamos hacer eso, tienes que tener algún otro método anticonceptivo y también necesitamos hacernos unas pruebas para saber que ambos estamos limpios, aunque te lo diré ahora, ____. No estoy seguro de lo que hiciste con Michael, pero yo siempre uso condones. Siempre. Y ha pasado bastante desde la última vez. No desde...Se paró y sacudió la cabeza.
-Eso vendrá en un momento.
____ ladeó la cabeza.
-¿El qué vendrá?
-Las circunstancias por las que tuve sexo la última vez con una mujer -dijo Harry con voz seria-. Llegaré ahí, pero ahora hay otras cosas que necesitamos hablar y dejar claras.