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Harry no era un hombre al que le gustara esperar. Especialmente para algo que quería. Estaba demasiado acostumbrado a conseguir lo que quería y cuando él quería. La palabra «no» no existía en su vocabulario y cuanto más tiempo pasaba desde su cena con ____, más nervioso se sentía.

Ni siquiera la situación con Brittany había podido distraerlo de su preocupación con ____.

Su hermana se había instalado en su apartamento y había empezado a trabajar en el departamento de administración del hotel Bentley. Hasta ahora parecía estar llevándolo bien. Recibía informes regulares sobre Brittany del encargado, que estaba satisfecho con su trabajo por ahora. Le había comentado que era puntual, muy trabajadora y parecía motivada con querer hacer bien su trabajo.

Esta noche tenía planes para ir a cenar con Brittany, y habría estado esperando el momento con ansias de no ser porque no había tenido noticias todavía de ____. Había pasado una semana desde la cena que tuvieron y él había estado convencido de que sabría de ella en cuestión de días. Lo había visto en sus ojos. Estaba intrigada. Se sentía claramente atraída hacia él. Y las cosas que le había ofrecido parecían atraerle.

Entonces, ¿por qué tardaba tanto en responder? ¿O tenía siquiera pensado contestarle? Quizás había llegado a casa e inmediatamente se había convencido de que no era una buena idea tener una relación con él.

Sabía que debería haberla presionado para que le diera una respuesta la misma noche que habían cenado juntos. Había estado casi a punto de acceder. Lo había visto en sus ojos y en su lenguaje corporal. Consciente de ello o no, ella lo deseaba y quería la misma clase de relación que él proponía.

Esto era territorio nuevo para él. Nunca había tenido que esperar a que una mujer se aclarara las ideas para ver si quería estar con él o no. Las mujeres con las que había estado en el pasado no habían dudado ni por un minuto. Habían estado demasiado ansiosas de liarse con él sin importar lo mucho o poco que durara.

Y de hecho, había habido varias mujeres que no habían pillado el mensaje de que habían terminado. La última mujer con la que habían estado juntos él y Jace -sin contar a Bethany- no se había tomado el final de su aventura con ambos demasiado bien. Se había enfadado y había empezado a actuar con desdén aunque tanto él como Jace le dejaron más que claro que era algo temporal.

Volvió a reproducir en su cabeza la cena con ____. Sí, había sido directo y abrupto. Quizá la había asustado. Quizás había actuado demasiado rápido. Pero no quería engañarla. Quería que supiera exactamente dónde se estaba metiendo si mantenía una relación con él.

-Hola, tío.

Harry levantó la mirada para ver a Jace, de pie, en la puerta del despacho. Harry le hizo un gesto con el brazo para que pasara y Jace se acercó a la mesa tras cerrar la puerta a sus espaldas.

-Has estado muy callado últimamente. ¿Va todo bien? ¿Cómo han ido las consecuencias de la huida de Brittany?

Harry puso los ojos en blanco.

-Predecibles.

-¿Qué quiere decir eso?

Jace se sentó frente a Harry y lo taladró con una mirada inquisidora.

-Oh, ya conoces a mi queridos y viejos padres. Papá es un debilucho incapaz de decir o hacer nada. Él simplemente le da la razón a mamá y lo que diga ella va a misa.

-¿Le han estado dando la lata? -preguntó Jace frunciendo el ceño.

-Bueno, se presentaron en el apartamento que le has dejado que use. Le ordenaron que volviera a casa y le dijeron que dejara de comportarse como una niña pequeña. A una mujer de treinta años, no te lo pierdas. Cuando Brittany se negó, mamá quería saber cómo se podía permitir el apartamento en el que vivía y cómo se las apañaba sola. Brittany le dijo que no era de su incumbencia cómo hubiera conseguido el piso y que sobrevivía como la mayoría de la gente hacía. Trabajando.

Mi Frenesí (03)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora