____ se adelantó a Harry cuando el ascensor abrió las puertas que daban a su apartamento. El camino de vuelta a casa había sido tranquilo y en silencio. Se terminaron el postre y hablaron durante un rato con los amigos de Harry y luego Harry se despidió y ____ y él se fueron. Sabía que Harry la observaba, que estaba calibrando su estado de ánimo y su reacción ante el tema con Michael.
¿Qué podía decir? ¿Que se sentía más avergonzada por el hecho de no estar ofendida por lo que Harry había llevado a cabo que porque se hubiera vengado del hombre que le había pegado?
No quería ni pensar en qué clase de persona la convertía eso. O quizás simplemente la hacía humana. Odiaba a Michael por lo que había hecho. Detestaba que hubiera conseguido hacerla dudar de sí misma, de haber estado demasiado impresionada, avergonzada y asustada para presentar cargos contra él. También odiaba pensar que si hubiera hecho lo que debiera, Harry nunca se tendría que haber inmiscuido en este lío. Difícilmente podía culparlo cuando su propia inactividad había contribuido en todo este asunto.
-Tienes muchas cosas en la cabeza, nena -observó Harry al mismo tiempo que se paraban en el salón.
Ella se volvió hacia él e intentó regalarle una sonrisa tranquilizadora.
-Estoy bien, Harry. De verdad. No quiero que te preocupes por que esté molesta contigo. O enfadada. Estoy enfadada conmigo misma, pero no contigo.
Él alzó una ceja e intensificó su mirada.
-¿Y por qué narices estás enfadada contigo misma?
____ suspiró y luego Harry le pasó un brazo alrededor de la cintura y tiró de ella hacia el sofá. Él se sentó y la colocó sobre su regazo, una posición a la que ella se estaba acostumbrando demasiado.
Le encantaba que no quisiera distancia entre ellos. Le encantaba que sintiera la necesidad de tocarla a menudo, que la quisiera cerca de él siempre que estuvieran hablando o discutiendo algún problema. Era reconfortante.
Era increíblemente difícil temer nada cuando estaba a su alrededor. Sabía que la protegería de cualquier cosa que pudiera hacerle daño de una forma u otra, tal y como lo había hecho con Michael.
-____ -la animó-. Estoy esperando, nena.
-Si hubiera tenido el valor para hacer lo que se suponía que debería haber hecho, tú nunca te habrías tenido que arriesgar de la forma en que lo hiciste al ir tras Michael -dijo con el ceño fruncido, denotando tristeza.
Él le puso los dedos sobre los labios y la miró con fiereza. Parecía... enfadado.
-Eso son tonterías -soltó-. Le habría dado la paliza igualmente. Y mirándolo por otro lado, mi forma de encargarme de él es mucho más efectiva que si hubieras conseguido que lo detuvieran. Probablemente habría salido con una amonestación leve, y ni eso. Y si hubieras querido ahondar más en el tema, habría sido un infierno para ti. Todo eso sin contar con lo lejos que podría llegar él para convencerte de que no tomaras más medidas en su contra. De esta manera -mi manera- el tío está acojonado, y lo que es más, ahora sabe lo que se siente al recibir una paliza. No creo para nada que vuelva a ser un problema para ti. ¿Te dijo algo cuando lo viste hoy? No me lo has dicho.
Ella negó con la cabeza.
-No. Parecía... asustado.
El triunfo y la satisfacción se apoderaron de los ojos de Harry.
-Bien -expresó ferozmente-. ¿Así que no te dijo nada? ¿Te miró?
-Tropecé con él, o más bien él tropezó conmigo cuando estaba esperando fuera del lavabo de señoras a que Mia y Bethany salieran. Él salió del de caballeros y yo ahogué un grito cuando lo vi. Tenía un aspecto... ¡terrible!