____ se las arregló para sentarse en la cama con la ayuda de varias almohadas, que no era poco, considerando el dolor intenso que sentía en las costillas. Pero tras varios días, haberla pasado a una unidad menos crítica y finalmente a planta, ya podía sentarse y moverse un poco. Y lo más importante, ¡podía comer!
No es que le hubieran traído comida de verdad, o remotamente deliciosa, pero había estado tan hambrienta que se había lanzado sobre el pudin y la gelatina como si fuera maná del cielo.
Harry había ido a por Gabe, Jace, Mia, Bethany, e incluso Brittany, para traerlos hasta la habitación. Se sentía extremadamente acomplejada por el aspecto tan horrible que tenía, pero tenía tantas ganas de tener compañía, que le daba igual. Ni todo el maquillaje del mundo podría arreglar su apariencia, pero con suerte los moratones se curarían rápido.
Algunos ya habían cambiado el color morado, casi negro, por el verde y amarillo. No quería ni saber el aspecto que tendría el resto de su cuerpo. Había evitado mirarse cuando Harry la había ayudado a ducharse.
La puerta se abrió y ____ levantó la mirada con ansia mientras todos comenzaban a entrar por la puerta. Harry iba el primero, y justo detrás de él estaban Mia, Bethany y Brittany. Se acercaron a la cama, le dieron pequeños abrazos y exclamaron lo mucho mejor que se la veía. Eran unas completas mentirosas, pero las quería por ello.
Para su sorpresa, Kai Wellington entró con Gabe y Jace. ____ arqueó una ceja en la dirección de Brittany, y esta se ruborizó como una adolescente a la que hubieran pillado liándose con el quarterback del instituto.
-Ha insistido en venir -susurró Brittany-. No me ha dejado sola desde que todo esto ocurrió.
-Exactamente -gruñó Kai-. No voy a dejar que un gilipollas se acerque a ti y te haga daño. Ya es bastante malo que lo haya conseguido con ____.
-Suena muy posesivo -le susurró ____ a Brittany-. ¿Significa eso que todo va viento en popa?
Los ojos de Brittany brillaron y ella asintió con vigor.
-Oh, sí. Totalmente.
____ le dio un apretón a su mano con los dedos que no estaban escayolados.
-Me alegro.
-¿Cómo te sientes? -preguntó Mia ansiosa.
-Mejor -dijo ____.
Al ver la mirada escéptica de Harry, ella se ruborizó.
-De acuerdo. No me siento de maravilla, pero sí que estoy mejor. Ya me puedo sentar sin sentir como si mi pecho estuviera ardiendo. Y puedo respirar con normalidad otra vez. Me han quitado el oxígeno esta mañana.
-¡Eso es maravilloso, ____! -exclamó Bethany-. Hemos estado muy preocupados por ti.
-¿Cómo estáis vosotras? -preguntó ____ en voz baja. Pero la pregunta estuvo dirigida principalmente a Mia. Harry le había contado todo lo acontecido entre Mia y Charles Willis.
-Estamos bien -dijo Mia, pero sus ojos aún se veían torturados-. Aún sigo sintiendo que es todo por mi culpa. Yo soy la que lo enfadó.
____ negó con la cabeza y se encogió debido al dolor que eso le causó.
-Es un imbécil, Mia. No tienes que culparte por sus actos.
-Muy cierto -gruñó Harry.
-Yo odio tener el mismo apellido que él -dijo Bethany haciendo una mueca de desagrado-. ¡No quiero que nadie piense que estamos relacionados!
Mia puso los ojos en blanco.
-Vaya, como que Willis no es un apellido común, qué va.
-No te tendrás que preocupar por eso dentro de poco, nena -dijo Jace con la satisfacción escrita en su cara-. Tu apellido pronto será Crestwell.