TWD: A NEW HOPE I

Capítulo 5

*Narra Cindy*

Conduzco rápido. Las lágrimas acuden de nuevo a mis ojos y veo la carretera borrosa. ¿Por qué coño ha pasado esto? Kyle. Te echo tantísimo de menos, estoy tan sola en este mundo del revés… Miro a lo lejos y vislumbro el laboratorio del Doctor Collins. Aparco donde puedo y paro el motor. Aprieto la herida con la mano izquierda y antes de salir del coche observo que no haya nadie fuera. Un infectado hambriento es lo último que me haría falta.

Salgo del coche con un cuchillo y me dirijo silenciosamente a la puerta del laboratorio. Para mi sorpresa, está abierta. Me temo lo peor. Atravieso la puerta y solo hallo silencio.

-¿Doctor Collins?-susurro la pregunta.

Avanzo poco a poco y llego a la sala en la que le hicimos la entrevista. Está desordenada. Examino la planta y no hay rastro del Doctor. Al fondo de la sala localizo un botiquín. Bingo. Camino rápido hacia él y lo abro. Tengo que hacer algo con esta herida o se me infectará.

*Narra Sergey*

Veo un coche abierto y me dirijo hacia él. Tengo que salir de aquí como sea. Me acerco a la ventanilla del conductor y veo un cadáver putrefacto. Me entran arcadas pero consigo no vomitar. Empujo el cadáver fuera del coche y subo. Tanteo las llaves puestas y arranco el motor. Al fondo veo unos infectados que caminan hacia mí y yo piso el acelerador. Tengo que encontrar un sitio donde refugiarme.

Conduzco durante 15 minutos cuando vislumbro una especie de laboratorio u observatorio y veo que hay un coche aparcado en los alrededores. ¿Y si hay personas? La curiosidad me puede y aparco junto al otro vehículo.

La puerta está parcialmente abierta y mastico la posibilidad de entrar. Al final me decido y entro. Empuño mi palo de escoba con fuerza. Observo el interior, tiene pinta de ser un laboratorio o centro de investigación. De repente oigo un ruido y hasta la última terminación nerviosa de mi cuerpo se paraliza. Los ruidos provienen de la sala del fondo, la puerta no está cerrada del todo. ¿Es posible que haya alguien con vida aquí dentro? Camino silenciosamente y toco el pomo de la puerta. Oigo a alguien soltando un bufido. Puede que sea un infectado. Trago saliva y, lentamente, voy abriendo la puerta. Al fondo de la habitación, de espaldas a mí hay una chica morena. ¿Chica o infectada?

-¡Maldita sea!-ruge-¿es que no hay nada que me pueda servir?

Es humana, no hay duda y un poco malhumorada también. Entro y camino hacia ella sin hacer ruido alguno. Respiro despacito. Solo me separan de ella dos pasos. Agarro con fuerza el palo de escoba y alargo el brazo para tocar su hombro arriesgándome a que me clave un cuchillo del susto.

*Narra Cindy*

No hay nada para curarme, no que yo vea. Siempre se me complican las cosas, siempre. Rebusco con saña y nada. Alguien me toca del hombro y me quedo completamente helada. Se me corta la respiración. Saco mi cuchillo del cinturón y me giro amenazante.

-Tranquila, tranquila-es un chico, pone sus brazos en alto en símbolo de paz-no voy a hacerte nada, tranquila.

Le miro a los ojos, son castaños oscuro, no están inyectados en sangre como los de Kyle. Bajo mi mano armada con el cuchillo y lo guardo lentamente.

-¿Qué haces aquí?-solo me sale esa estúpida pregunta. Lo miro, parece salido de una fiesta. Su traje ya no parece un traje, le falta una manga a su chaqueta y tiene desabrochada su camisa.-estás horrible.

-No tanto como tú señorita-me mira de arriba abajo y yo hago lo mismo. Ahogo un gritito cuando me veo. Mi camiseta azul de tirantes está rasgada, se me ve parte de mi sujetador y está parcialmente teñida de sangre, mis pantalones están rotos y se me ve media pierna. Dios mío. El color rojo sube a mis mejillas, qué vergüenza, cómo no me he podido dar cuenta.