Capítulo 10

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*Narra Cindy*

No sé cuánto tiempo estamos en esas jaulas. Recuerdo que nos daban de comer como si fuéramos animales. No nos permitían apenas salir. No tengo fuerzas para nada. La mayor parte del tiempo miro a la jaula de Sergey buscando una respuesta para salir de aquí. Pero solo obtengo una mirada suya llena de pena y tristeza. No sé qué van a hacer con nosotros ¿Nos van a matar? ¿Nos van a mantener como diversión? A estas alturas si tuviera un cuchillo en mis manos me rajaría las venas y me abandonaría para morir desangrada.

Esta vez, Henry y los otros dos se han marchado de la casucha en busca de comida o armas.

-Tú, bonita-Joe se dirige hacia mí. Hace sonar las llaves de mi jaula. Sergey observa atento desde la suya-vamos a pasar un buen rato, puta.

Abre la jaula. Entra dentro y yo camino hacia atrás y pego mi cuerpo contra los barrotes el fondo. Su cuerpo se cierne sobre el mío y empiezo a temblar.

-Tranquila muñequita, no voy a matarte. Solo quiero que pases un buen rato. Seguro que tu novio o lo que quiera que sea ese chico no te ha hecho pasar un buen ratito-estoy mareada. Me ata las manos hacia delante. Me estampa contra la pared y empieza a tocarme los brazos. Oigo las amenazas que grita Sergey pero Joe parece que no las oye. Me raja la camiseta y ésta se abre como una chaqueta dejando a la vista el sujetador. Empieza a sobarme y siento náuseas. Tengo ganas de vomitar. Sus manos deseosas intentan desabrochar mis shorts. Me besuquea la cara, los pechos, los hombros. Me siento sucia. No me atrevo ni a mirar a Sergey, me doy asco a mí misma. No puedo dejar que este cerdo abuse de mí. Tengo que luchar. Se lo prometía a Sergey.

-¿Te gusta verdad, puta?-se sonríe y vuelve a besarme. Me desabrocha el botón de los shorts-ahora empieza lo mejor-gruñe.

Desesperada, veo el cuchillo que tiene en el cinturón en su espalda. Intento acercar mi mano hacia él, pero me pilla. Me agarra la mano con fuerza, estrujándomela.

-Así que quieres jugar ¿eh? Me encantan las juguetonas y guerreras.

Me agarra con fuerza y me estrella contra la pared. Caigo al suelo mareada. Noto cómo la sangre resbala por mi sien derecha. Me empieza a tocar el muslo y noto cómo se está emocionando. Levanto mi pierna buena y le atizo en sus partes nobles, o puede que no tan nobles. Él cae redondo y gritando.

-Tú, ¡Puta! Eres una puta zorra-Me maldice. Y yo, miro a Sergey, está agarrando sus barrotes con rabia. Corro dando bandazos a la jaula de Sergey. Intento articular alguna palabra pero noto cómo me toma de la pierna herida y la aprieta y tira. Grito. Me tumba en el suelo y se tira encima de mí. Su peso me ahoga y comprime el pecho. Grito de nuevo.

-Eres mía, puta. Mía.-grita posesivamente.

Le pongo la mano en su cara y le clavo mis uñas en la mejilla con fuerza. Unas gotas de sangre empiezan a surgir y tiñen mis dedos. Grita y me insulta. Me abofetea. Un hilo de sangre sale de mi boca. La sangre me hierve y le muerdo la mano. Me aprisiona más y me agarra ambas manos. Solo me queda patalear. Y lo hago. Él se aparta de mí bruscamente maldiciéndome. Miro a un lado y veo un cubo de metal. No me lo pienso. Lo agarro y le doy en la cara. Cae hacia atrás y es entonces cuando agarro el cuchillo de su cinturón, me tumbo sobre él y le atravieso su mugriento cráneo sin titubear.

-Ahora ya no eres tan machote ¿no?-aprieto los dientes-¡Muérete, hijo de puta!-las palabras salen de mi boca sin pensarlas. La rabia me puede. Le asesto varias puñaladas en el cráneo.

Levanto la vista y veo a Sergey. Corro hacia su jaula y la abro. Oigo dos voces a mis espaldas. Los otros dos esbirros. Dejo la jaula abierta para que salga Sergey y me enfrento a ellos. Uno de ellos se escapa y va hacia Sergey.

-¡Sergey, cuidado!-grito. Pero el otro se acerca hacia mí. Me agarra con fuerza. No puedo respirar. Le pego un pisotón y me suelta. Alzo mi cuchillo y se lo clavo.

*Narra Sergey*

Observo cómo el segundo esbirro viene hacia mí. Estoy totalmente desarmado y Cindy no puede ayudarme. El hombre me empuja y me estampa contra el espejo de la pared. Noto cómo se rompe el espejo. Caigo. Debo aguantar me repito. Cojo disimuladamente un cristal del espejo roto con mi mano y lo escondo. El hombre se cierne sobre mí y le clavo un cacho del espejo en el cuello. Le miro a la cara.

-¿Qué haces criajo?-grita enfadado mientras observo cómo se desangra y se pone la mano en el cuello tapando la hemorragia.

-Es la vena yugular imbécil, bombea una gran cantidad de sangre por minuto.  De 5 a 10 minutos es lo que tardaras en morir desangrado, por falta de oxígeno  que llega al cerebro...-mientras, el individuo va cayéndose medio muerto.

Me empiezo a marear, es la primera vez que mato a un humano. Tambaleo y me apoyo contra la pared. Estoy en shock por lo ocurrido.

Cindy corre hacia mí llorando. Tiene la cara llena de sangre y lágrimas. Ve que no respondo y me abraza fuerte.

-Pensaba que no lo íbamos a contar-susurra entre sollozos.

-Shh…te dije que no iba a pasar nada-le abrazo muy fuerte.

Abro los ojos y veo la figura de Henry corriendo hacia nosotros.

-Cindy, cuidado-pero es tarde. La toma de los hombros y la intenta ahogar con sus manos. Ella patalea pero es en vano.

Mi enfado sigue aumentando por momentos y me abalanzo sobre él. Cindy cae al suelo brutalmente y se golpea la cabeza. Se queda inmóvil en el suelo.

-Cindy…-no responde. Mierda.

Me enfrento a Henry. Se abalanza sobre mí y me agarra. Me intento zafar varias veces pero me empuja con fuerza y me tira al suelo golpeándome la espalda. Me quedo paralizado por el dolor. Henry me mira y vuelve la vista hacia Cindy. Toma un cuchillo del suelo y avanza hacia ella. Va a matarla. Intento activar mis piernas. Me duele todo. Ya está enfrente del cuerpo de Cindy y empieza a levantar su cuchillo. No. Mi mente olvida el inmenso dolor. No pienso, actúo. Cojo el cubo de metal que ha utilizado Cindy y corro hacia él. Lo golpeo con fuerza y le hago una brecha. Cae al suelo aparentemente inconsciente. No paro a comprobarlo. Corro hacia Cindy. Ella intenta abrir los ojos. La tomo en brazos y me dirijo hacia la puerta. Ella me mira asustada y confusa.

-Ya ha pasado todo, vámonos de este lugar.-Ella asiente y cierra los ojos. Tiembla.

Voy a salir por la puerta cuando alguien me empuja hacia atrás y caemos. Cindy ha caído encima de mí. Henry la toma del cuello y la levanta.

-Adiós bonita, ha sido un placer conocerte-empieza a apretar más y más. Y Cindy se va debilitando más de lo que estaba. Aprovecho que esta distraído y vuelo a golpearle. Cae sobre Cindy. Él no se mueve. Lo aparto bruscamente de ella y le digo a Cindy que se aparte. Tomo su chuchillo y se lo clavo. Una. Dos. Tres. No sé cuántas veces. Tiro el cuchillo. Cojo una manta de la mesa, cubro a Cindy con ella y la tomo en brazos.

-Vámonos de aquí, esta vez sí.

Ella sonríe y se acurruca.

-Gracias por volver a salvarme la vida. Te debo muchas.

TWD: A NEW HOPE IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora