Capítulo 36

115 11 0
                                    

*Narra Sergey*

Marcus aparece de la nada y asesta una patada a mi amiga.

-¡Cindy!-grito. Mi primer impulso es ir a ayudarla pero no me puedo mover del susto.

El hijo de puta de Marcus patea a Cindy, y algunas de las veces lo hace en la tripa. El corazón se me para y la respiración se me corta.

Daryl aparece fugazmente y se abalanza violentamente sobre Marcus.

-¡No vuelvas a tocarla! ¡No vuelvas a tocarla!-grita como una bestia. Nunca lo había visto así-¿Me oyes? ¡No vuelvas a tocarla!

Daryl saca un puñal de su bolsillo y se lo clava repetidas veces en el pecho. Marcus empieza a toser violentamente y Dixon le rebana la garganta sin ningún miramiento. Los gritos de Marcus ya no se oyen. Está muerto. Vuelve a asestarle un puñal, pero esta vez en la cabeza a la vez que murmura algo que no llego a escuchar.

Me giro hacia mi amiga. Tirada en el suelo con la mirada perdida. De repente se convulsiona y empieza a toser. Escupe sangre. Respira entrecortadamente y jadea. Corro hacia ella. Daryl se gira hacia mi amiga y se acerca lentamente. Cindy mira hacia Daryl y seguidamente hacia su pernera del pantalón, cubierta de sangre. Daryl observa los pantalones y mira a Cindy. Ella le devuelve la mirada y se pone a llorar. Dixon acerca a Cindy hacia sí y la besa en la cabeza.

-Se ha ido-balbucea Cindy- Andy se ha ido- Se toca la tripa y empieza a temblar.

-Shhh-responde Daryl acariciando su cabeza. Miro la cara de Dixon. Está totalmente descompuesta.

 Mi amiga jadea sonoramente y se desmaya.

Yo en estos momentos me encuentro fuera de lugar. Totalmente paralizado por el miedo. Cindy ha perdido a su bebé.

-Tenemos que ir a que la vea alguien-afirma Daryl tembloroso.

Visualizo la prisión. No estamos lejos.

-Vamos al pabellón. Ahí veré qué puedo hacer.

Daryl coge en volandas a mi amiga con cuidado mientras la besa en la cabeza. Aunque haga esfuerzos por aguantar, Daryl derrama alguna lágrima.

Camino por delante para cubrirlos y protegerlos. Daryl camina a paso ligero sin apartar la vista de Cindy, que sigue inconsciente. Acelero el paso y busco a Beth o a Carol para que nos ayuden. No veo a nadie y vuelvo con Daryl. Me temo que estoy solo en esto.

Entramos al pabellón y Daryl reposa el cuerpo de mi amiga en la camilla de la enfermería.

-¿Ya no se puede hacer nada por el bebé?-pregunta Daryl con voz ronca. A juzgar por el tono de su voz ya se espera la respuesta.

-No-niego lentamente y con lágrimas en los ojos. Daryl mira al suelo. Se levanta y patea unos barriles.

-¡Esto es culpa mía!-grita-Si hubiera estado a su lado y no me hubiera despistado nada de esto habría pasado, joder-pega un puñetazo a la pared.

-Eh, tranquilo. No ha sido tu culpa. Ese Marcus tiene la culpa de todo. Yo tampoco estuve ahí con ella, a su lado. No te eches toda la culpa a ti-le toco el hombro- Ahora la importante es Cindy, si no le saco la placenta puede morir.

Daryl me mira rápidamente con los ojos asustados y enrojecidos.

-Ve. Sálvala. Por favor-responde derrotado.

-La salvaré Daryl, lo haré.

Me doy la vuelta y abro cajones y armarios. Encuentro unos guantes y unas pinzas. Espero que me sirvan. Me pongo al lado del cuerpo de Cindy, que sigue inconsciente. Daryl se acerca a ella al otro lado y le agarra la mano delicadamente.

Respiro hondo. Va a ser la primera vez que afronte un aborto. Recuerdo cuando conocí a Cindy. Herida en la pierna izquierda. Me obligó a enfrentarme a la situación de la herida de un humano. Ahora me está obligando a enfrentarme a la situación de un aborto humano. La cojo de la otra mano con cuidado.

-Esta situación me resulta familiar-digo entre lágrimas tratando de ser irónico. Le beso la mano y la reposo en la camilla.

Me pongo los guantes metódicamente y tomo las pinzas. Me sitúo frente a ella y le abro el pantalón. Le retiro la ropa interior llena de sangre y vuelvo a tomar aire. Miro por última vez a Daryl, que sigue apretando y besando la mano de amiga y, en el silencio sepulcral de la sala, me dispongo a enfrentar un nuevo reto. Esta vez la vida de mi amiga está en juego.

Observo la vagina. Está dilatada. Meto las pinzas con cuidado y logro llegar al útero. Cuando palpo lo que parece la placenta me quedo paralizado. Dejo de respirar por un segundo. Los recuerdos que he vivido con Cindy se me amontonan. Las noches en vela vigilando, nuestro encuentro en ese laboratorio abandonado, nuestros enfrentamientos contra los caminantes. Y cuando se marchó. Recuerdo la soledad que sentí con su ausencia. El vacío que dejó. Ese miedo a perderla y volver a experimentar eso impulsa a mi mano a tirar despacio de la placenta y a sacarla.

-¡Ah!-Cindy despierta asustada y empapada en sudor. La placenta ha salido. Respiro hondo.

-Ya está-digo sonriente. Daryl besa a Cindy y se acerca a mí. Y me abraza. No doy crédito a lo que acaba de hacer Dixon. Pero una alegría me inunda. Me acerco a Cindy.

-¿Cómo estás?-pregunto asustado.

-Bien-dice con voz apagada. Mira a su vientre y a la sangre del suelo y la camilla. Me mira con ojos vidriosos- ¿Andy?-logra decir.

-Lo siento-le acaricio la cara-no he podido hacer nada.

TWD: A NEW HOPE IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora