TWD: A NEW HOPE I

Capítulo 29

*Narra Sergey*

Dos meses. Dos meses de incontables búsquedas. De innumerables noches sin dormir. De desesperación. Dos meses sin Cindy.

Carol llora desconsolada determinados momentos del día. Matt ha dejado de hablar. John ha perdido la sonrisa… Y Daryl. Daryl simplemente no está. Sentado en la cama de su celda aferrando el pañuelo de Cindy en su mano como si fuera una prolongación de su piel. Y así todos estos días de estos dos últimos meses.

Yo me siento perdido. Hundido. Desilusionado. He perdido a la que era mi única familia. Mi hermana. Como si fuera mi sangre. Cuando miro nuestra celda noto un vacío muy profundo, no he permitido que nadie se sentara en su cama, quiero que esté tal y como la dejó por si vuelve. Pasan los días y anoto un día más sin mi amiga. Otro día más.

Becky se ha fortalecido y se ha hecho la dueña y señora de las misiones. Sus habilidades militares han conseguido hacerle hueco en las posiciones de líderes. Rick también está tocado. Una pérdida tan importante como la de Cindy marca. Daryl y yo tampoco encabezamos ninguna misión porque estamos ocupados todos los días buscando a mi amiga.

La gente evita hablar de ella. Como si ya no existiera. Como si estuviera muerta. Rick organizó búsquedas incesantes a las que Daryl y yo íbamos siempre. Cuando pasó un mes y no se supo nada, las expediciones disminuyeron hasta quedarse en nada. Tan solo Daryl y yo continuamos saliendo cada día para buscarla. Ahora somos amigos. Es pésimo que nos hayamos tenido que hacer amigos a costa de la desaparición de Cindy. Está viva. Estamos seguros. Está viva y vamos a encontrarla.

Cada vez que marchamos encontramos más de lo mismo. Caminantes. Hemos matado tantos caminantes en cada expedición que ya he perdido la cuenta. Salimos cargados de esperanzas para encontrarla y volvemos con las manos vacías.

-No volverá-sentencia Becky cuando volvemos de una de las expediciones.

Daryl agarra a Becky del cuello y la estampa contra la pared violentamente.

-No vuelvas a decir eso-amenaza lleno de ira.

-Daryl, déjala, no sabe lo que dice-le pongo una mano en el hombro, está temblando de rabia contenida. Este me mira y suelta despacio el magullado cuello de Becky, que se aleja rápidamente.

Y así todos los días. Broncas. Peleas. Malestar. Todo ha cambiado desde su marcha. Daryl y yo vivimos más en el bosque que en la propia prisión. Ha habido noches que las hemos pasado fuera, en la intemperie. Lo que sea con tal de encontrar a Cindy.