Capítulo 22

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*Narra Cindy*

Camino por el pasillo observando las celdas en busca de Sergey. Nada. Paso la de Beth cuando decido detenerme. Aparto una cortinita y lo que veo me deja patidifusa. Un Sergey sin camiseta abraza protectoramente a una Beth únicamente vestida con un sujetador y bragas. No puedo evitarlo y me empiezo a reír como una idiota. Esa imagen no me la esperaba para nada. Sergey nunca ha soportado a Beth, o al menos eso me hacía saber. Sonrío ante tal escena, están para foto, pero no voy a joderles el momento. Reanudo mi camino, ya hablaré con Sergey en otro momento. Será mejor que me vaya a la cama, pero antes me iré a caminar por el patio externo.

Salgo del pabellón y respiro hondo. La noche es fría y mi camiseta de tirantes no sirve para protegerme del frío. Miro hacia una de las torres de la prisión. La luz está encendida. Hoy le tocaba guardia a Glenn y Maggie aunque estarán haciendo de todo menos vigilar. Enciendo un cigarrillo y doy una calada. Llevo un año sin fumar, pero ya me da igual, moriremos de todos modos… Camino hacia una de las verjas y me siento mirando el exterior, los infectados caminan sin rumbo sin parar de gruñir. Vuelvo a dar una calada a mi cigarrillo. La imagen de esta noche pasada con Daryl me asalta. Recuerdo el tacto de su cálida piel sobre la mía. Sus labios encajando perfectamente con los míos, como si estuvieran hechos para mis besos. Su aliento en mi cuello. Cierro los ojos y me tumbo en el césped. Tengo unos impulsos irremediables de besarlo en estos momentos. Pero ¿por qué? ¿Por qué esas ganas locas de estar cerca de él? Daryl Dixon no se parece en nada a mis anteriores novios. La imagen de Kyle aparece. Kyle. No sé qué cojones estoy haciendo con mi vida. No sé por qué coño he besado a otro y encima me ha gustado. Hace poco tiempo atrás te besaba a ti, tenía planeada una vida junto a ti. Y ahora aquí estoy, todavía reciente tu pérdida y deseando a otro. Me maldigo a mí misma por ello. La culpabilidad se apodera de mí. Doy otra calada. Una lágrima se asoma por mi mejilla. La enjugo con mi dedo pulgar y vuelvo a dar otra calada.

-Veo que debes de tener fuego-abro los ojos y veo la cara de Daryl con un cigarro en la mano. Me levanto del césped. Doy otra calada.

-Sí, toma- acerco mi mechero a su cigarro y se lo enciendo.

-Gracias-murmura Daryl.

-De nada-digo en voz baja. Miro hacia la prisión y doy un paso para volver cuando Dixon agarra mi brazo.

-Oye ¿te pasa algo?-la ceniza del cigarro encendida emite una lucecita que ilumina su rostro. No puedo mirarlo a los ojos. No después de los de esta noche pasada.

-Estoy bien-afirmo mirando el suelo. Tengo ganas de besarlo. Muchas ganas. Pero no debo.

-¿Estás segura?-se acerca más a mí y yo noto cómo mis sentidos se agudizan. Su mano levantando mi barbilla obligándome a mirarlo a la cara. Apura su cigarro rápidamente y lo tira al suelo con su mano restante.

-Sí-vuelvo a repetir aunque me tiembla la voz. Tiro el cigarro al suelo.

-Mientes-afirma con voz firme. Pone sus manos en mi cara acercándola a la suya y yo soy un manojo de nervios y deseos peligrosos. Estamos jugando con fuego y yo me voy a quemar. Estoy tan cerca de él, tan cerca que noto su aliento sobre mi boca, huele a tabaco. Tengo una lucha interna entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. Una parte de mí quiere besarlo y la otra quiere huir antes de que pase algo.

No puedo articular ninguna palabra, estoy completamente muda. Él se acerca más y roza su nariz con mi nariz. Va a besarme. Quiero que me bese. No quiero que me bese. Acerco mi boca a la suya y rozamos nuestros labios. Me estoy quemando. Me estoy volviendo loca.

-Puedes decirme lo que te pasa Cindy-susurra frente a mi boca. Su voz me encandila y me rindo.

Lo beso. Esta vez lo beso yo. Me he quemado. Agarro su cuello y nos fundimos en un beso violento, lleno de deseo. Su lengua juguetea con mi lengua. No quiero parar. Muerdo su labio inferior y él gruñe, y me aprieta más contra su cuerpo. Agarro su pelo con mis dedos. Definitivamente no sé qué coño estoy haciendo con mi vida. Daryl me besa el cuello y yo jadeo. Doy un salto y me toma en brazos. Cruzo mis piernas por su cintura. Él camina mientras me besa y me apoya contra la pared de una de las torres de vigilancia o al menos eso creo. Suelto los botones de su camisa y toco su pecho. Voy a explotar. Quiero a Daryl. Lo quiero aquí y ahora. Estoy llegando a unos límites peligrosos cuando la imagen de Kyle muriendo me sobresalta.

TWD: A NEW HOPE IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora