TWD: A NEW HOPE I

Capítulo 37

*Narra Cindy*

Me quema la garganta. Los ojos me escuecen muchísimo. No puedo respirar. La imagen de Marcus pateándome vuelve a mi mente y se repite una y otra vez. El dolor de tripa. La sangre por mi pantalón. El adiós de mi pequeño Andy. Ahora ya no voy a saber cómo va a ser. No voy a saber si se va a parecer a Daryl. No voy a saber si ha sacado sus ojos rasgados o si va a sacar mis ojos castaños. Siento una especie de agonía dentro de mí. Las paredes se me vienen encima. Me siento vulnerable. Acerco instintivamente mi mano a mi barriga. Pero ya no voy a sentir nada. No voy a poder observar cómo evoluciona el embarazo. No voy a sentir sus pataditas. Andy. Aunque igual podía haber sido niña, quién sabe. A mí me hacía ilusión tener un niño. Pero ya no importa. Ya nada importa. Porque ya no voy a verlo crecer ni voy a poder acurrucarlo en mis brazos ni sentir su pequeña manita en mi mejilla. Cierro los ojos y unas lágrimas se escapan.

Siento el calor de una mano sobre mi mano helada. Abro los ojos. Es Daryl. Agarro fuerte su mano y la beso.

-Lo siento-susurro-No sé qué decir. Ya no voy a poder tener a nuestro bebé entre mis brazos.

Daryl se acerca a mí y siento su olor.

-No lo sientas. No ha sido tu culpa-dice con voz temblorosa.

-Te quiero Daryl. Por favor no me dejes sola nunca-ruego entre lágrimas. Tengo miedo a perderlo a él también.

-Shh-me acaricia el pelo-Nunca te dejaría sola. Te quiero Cindy.

Y me besa. Un beso efímero.

Escuchamos unos pasos que se acercan a la sala. Daryl carga su ballesta y se pone delante de mi camilla protectoramente. Sergey se pone a su lado tenso.

Los pasos se oyen cada vez más cerca y empiezo a temblar. Tengo miedo. Nunca había sentido tanto miedo. Me siento tan vulnerable. Me incorporo en la mesa camilla y observo la puerta entrecerrada.

Una silueta cobra forma y revela la identidad de la causante de los pasos. Michonne, que lleva su katana llena de sangre.

-¿Qué hacéis aquí?-pregunta irritada y sorprendida.

-Cindy…-responde Sergey-estaba herida. Tenía que curarla.

Michonne se acerca y observa la cantidad de sangre del suelo y camilla además la de mis pantalones.

-¿Qué te ha pasado?-pregunta un tanto asustada.

-Yo…-respiro hondo. Ya da igual decirlo- He tenido un aborto…

Michonne abre los ojos como platos y se gira hacia Sergey.

-No, no. Mío no era-responde asustado.

-Era mío-responde Daryl con voz ronca.

Michonne fija la vista en Daryl y luego pasa a mí.

-Lo siento mucho-musita-Pero tenemos que irnos. Es peligroso seguir aquí. Vamos. Hay un autobús fuera a punto de irse con los supervivientes.

-¿Está Beth?-pregunta Sergey con angustia y ansioso.

Michonne asiente y camina hacia la salida. Daryl avanza rápido hasta ponerse frente a ella.

-Cindy no puede caminar-dice nervioso.

-Pero tenemos que irnos. Si nos quedamos moriremos-responde Michonne.

Se emprende un debate intenso entre los tres y yo cierro los ojos. La imagen de Marcus golpeándome azota mi memoria. Ha sido todo mi culpa. Si no hubiera luchado, si hubiera hecho caso a Daryl y me hubiera resguardado en la prisión, nada de esto habría pasado y posiblemente mi bebé seguiría vivo. Daryl no va a poder disfrutar de su hijo, y todo por mi cabezonería. Yo he firmado la sentencia de muerte de mi propio hijo. Yo he sido la asesina. No merezco seguir viviendo con este cargo de conciencia.

-Marchaos-digo impulsivamente.

Los tres se giran hacia mí sorprendidos.

-¿Cómo?-logra decir Daryl.

-Que os marchéis. Tenéis que vivir. Yo me quedaré aquí. Mi hijo ha muerto por mi culpa y no quiero que nadie más muera por mi causa.

Daryl se acerca a mí lentamente y con semblante serio.

-No. Vuelvas. A. Decir. Eso. Nunca. Más.-me amenaza.

-Es la verdad-gimoteo-No merezco otra cosa más que morir.

-Tú no te mereces morir, Cindy. No lo permitiré. El asesino de nuestro hijo es Marcus. Nadie más. Y si sigues con esa idea de quedarte. Muy bien-asiente serio-te quedas aquí. Pero yo me quedo contigo. No intentes echarme de tu lado. Si tú mueres, yo muero.

Tengo ganas de llorar. Abrazo a Daryl con fuerza. Él me acaricia la espalda lentamente.

-Tenemos que irnos. Ya-avisa Michonne.

Daryl me mira y luego pasa a mirar a Sargey y Michonne.

-Marchaos. Yo me quedo con ella-afirma.

Sergey niega y se acerca hacia mí. Yo agarro su mano con cuidado y la acaricio.

-No quiero irme sin ti-dice con lágrimas en los ojos.

-Tienes que hacerlo-las lágrimas resbalan por mi mejilla- Márchate y sobrevive. Coge ese bus y aprovecha tu existencia con Beth. Aprovecha cada segundo de tu vida. Coge ese bus y no mires atrás en ningún momento.

-Cindy…-balbucea mi amigo.

-Shh…-lo silencio- Tú mereces mucho más que este sufrimiento. Te quiero mucho Sergey. Gracias por brindarme los mejores momentos de mi existencia. Gracias por buscarme incansablemente hasta que me encontrasteis. Gracias por haberme hecho feliz. Cada día que he pasado contigo daba gracias a Dios por haberte puesto en la puerta de ese laboratorio y haberme encontrado. Tienes un corazón que no te cabe en el pecho, Sergey.

Sergey me mira con los ojos enrojecidos y negando con la cabeza lentamente. Michonne nos mira interrogante y asiento. Ella pilla mi mensaje y agarra a Sergey del brazo con fuerza. Sergey protesta con fuerza y empieza a llorar. Yo levanto mi mano a modo de despedida. Las lágrimas tapan una pequeña sonrisa que le dedico a mi amigo, que ya desaparece por la puerta.

Daryl toma mi mano. La agarro con fuerza. No sé de cuánto tiempo disponemos para vivir, pero me consuela saber que estaré al lado del hombre al que amo.