Capítulo 16

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*Narra Cindy*

Abro los ojos y veo a Andy frente a mí. Tiene una herida en el brazo. Intento acercarme a él pero es inútil, por cada paso que doy, tres me separo de él.

-¡Andy!-grito. El me mira, está llorando y gimoteando. Siento unas aterradoras ganas de abrazarlo pero no puedo. Y eso me mata. Noto cómo me falta la respiración. Intento coger aire pero en vez de aire parece que tomo fuego. Me quema la garganta y me tiemblan las piernas.

-Andy…-insisto, pero él parece que no me oye.

Una sombra aparece detrás de mi hermano y yo intento gritar. No me sale la voz. Dios mío. Empiezo a llorar y lucho por moverme pero no me responden las articulaciones. Es un infectado y va a atacarle. Lo llamo, una, dos, tres y hasta cuatro veces pero ya no puedo hacer nada. Observo cómo le muerde en el cuello y le desgarra parte de carne. Y yo solo puedo observar, solo soy una macabra espectadora que observa cómo muere su hermano pequeño sin poder hacer nada al respecto.

-¡ANDY!-Grito desgarradoramente y me derrumbo. Oscuridad.

-¿Eh? ¿Estás bien?-Abro los ojos, me incorporo de golpe y veo a Daryl Dixon frente a mí. No sé por qué pero necesito abrazarlo. Y lo hago. Noto cómo tímidamente pasa su brazo por encima de mi hombro. Y yo empiezo a llorar como una cría. Él me estrecha con fuerza y yo me acurruco contra su cuerpo. Huele a hierba mezclada con gasolina. Para mi sorpresa me siento un poco mejor.

-¿Qué sucede?-Sergey entra de improvisto a la celda y noto cómo Daryl se aparta de mí fugazmente.

-Se ha despertado y ha empezado a llorar. Os dejo solos- Se levanta de la cama y se va.

Sergey titubea ante lo que ha debido ver sus ojos y se sienta a mi lado.

-¿Cómo estás?-me coge la mano con cuidado-te he oído gritar.

-He vuelto a tener una pesadilla horrible Sergey, sobre Andy. Presenciaba cómo lo mataba un infectado de esos y no podía hacer nada para salvarlo-se me quiebra la voz y me tapo la boca. Sergey me abraza y se hace el silencio.

Maggie y Glenn han traído provisiones y cenamos mejor. La verdad es que cualquier cosa es apetecible. Sergey no me deja levantarme todavía de la cama, así que me trae la cena y se sienta a mi lado para hacerme compañía. Estamos tan concentrados cenando que hay un silencio enorme. Acabada la sopa y un filete de lomo Sergey abre la boca para hablar.

-Debiste de haberte enfriado por tu cabezonería de dormir fuera a la intemperie-parece mi padre pero supongo que algo de razón tiene.

-Ya sabes como soy. Si me alteran exploto y Dixon hizo muy bien su trabajo-Es nombrarlo y la imagen de nuestro abrazo vuelve a mi mente irremediablemente.

-Lo sé pero era peligroso y lo sabes ¿No te arrepientes de lo que has hecho?

-De lo único que me arrepentiría sería el haber permitido que durmieras acompañándome. Si esto te hubiera pasado a ti no me lo hubiera perdonado. Eres mi única familia, lo único que me queda.

Sergey asiente y me sonríe. Se levanta de la cama para llevarse los cuencos cuando aparece Beth por la puerta.

-Venía a…-señala los cuencos-llevármelos-le tiembla la voz.

-Tranquila-sonríe Sergey-ya los llevo yo. Se va de la celda dejándome con Beth que sigue paralizada de pie.

-¿Estás bien?-pregunto asombrada.

-¿Eh? ¿Qué?-se sobresalta, me mira-no, no, está todo bien. ¿Tú cómo vas?

-Bien, ya me encuentro mejor. Veo que ya me han quitado los puntos de la pierna.

-Sí-dice ella-mi padre lo hizo con ayuda de Sergey, le ha cogido mucho cariño.

-Sí, Sergey es un buen chico-sonrío.

-¿Por eso estáis juntos no?-murmulla ella para sí misma casi.

-¿Eh?-ahora es cuando me sobresalto yo y me sale una risita-No, qué va. Él es como mi hermano, mi familia. No es mi novio ni nada de eso.

Ella cambia su expresión a más relajada, e incluso puedo entrever en ella una pequeña sonrisa. ¿Soy yo o me estoy perdiendo cosas? Beth me sonríe y se va dejándome a mí con la mosca detrás de la oreja.

Sergey vuelve a aparecer y esta vez dormirá en la litera de arriba. Las anteriores noches quería dormir separado de mí para no molestarme. Concilio el sueño con rapidez.

Me despierto y me siento en la litera. A juzgar por la luz que entra por los ventanales parece que está amaneciendo todavía. Me pongo una chaqueta y salgo al patio exterior. Una oleada de aire fresco me invade y respiro hondo, llevo unos días que no he pisado el exterior y pensaba que me iba a morir.

Me siento en el césped y observo cómo sale el sol. El cielo está despejado y no hace frío. Observo como unos cuantos infectados caminan hacia las rejas de la alambrada de la prisión y emiten gruñidos fuertes. Creo que les resulto apetitosa. Cierro los ojos y me tumbo. Los recuerdos me asaltan y me abofetean. Recuerdo a Kyle diciéndome sus últimas palabras y luego atacándome sin reconocerme. Recuerdo a Andy, a mi pequeño hermano intentando morderme y luego recuerdo ver su cráneo atravesado por una bala de la pistola de Sergey. Recuerdo a mis padres, en la última vez que los vi. Ya no sé dónde pueden estar, quizá también estén muertos o sean infectados sedientos de carne. Quizá los que peor lo pasen sean los vivos, que tienen que arrastrar los recuerdos de sus muertos. Tomo mi cuchillo y observo el filo. Qué fácil sería deslizar la hoja por mis muñecas y tumbarme esperando a mi final. De todas formas, tarde o temprano, vamos a morir, pero podemos elegir el cómo.

-Hola ¿puedo sentarme contigo?-una voz femenina me asalta y me devuelve a la realidad. Me giro y es Carol. Ella mira mi cuchillo-Espero que no vayas a clavármelo.

-¡Oh! Perdona, no.-Me guardo el cuchillo.

-¿Cómo estas Cindy?

-Bien, con ganas de ayudar en todo lo que pueda. Necesito sentirme útil aquí. Y cuando se vaya viendo me iré para no molestar con mi presencia.

-¿Lo dices por Daryl?-Carol pregunta mirándome fijamente.

-Lo digo por Daryl, lo digo por Carl y por vete a saber quién más lo piensa-miro al suelo.

-Bah, Daryl es así. Y respecto a Carl, tranquila, es sólo que está pasando por una mala época-me sonríe cálidamente.

-Gracias Carol-sonrío-aunque entiendo que el hecho de que vengan dos desconocidos e irrumpan con la normalidad de vuestra rutina es odioso. Lo entiendo.

-Pues yo lo veo bien. Es bueno conocer gente nueva y además, cuantos más seamos más fuertes podemos ser y más tareas podemos hacer. No hagas caso de Daryl, él ha pasado una mala época, pero en el fondo es muy buena persona, dale tiempo. Tan mal no le debes caer…se ofreció voluntario el primero para ir a buscar tus medicinas-me sonríe pícaramente-es sólo fachada, créeme.

-Yo también lo he pasado mal, y no por eso pongo malas caras a los demás-miro al suelo-Perdí a mi novio, a mi hermano pequeño y mis padres andan desaparecidos. Y aquí estoy-se me quiebra la voz y una lágrima se desliza por mi mejilla-sentada, hablando contigo y aferrándome a un clavo ardiendo del que estoy segura me voy a caer en breves…

Carol me mira. No dice nada, solo me abraza. Y yo se lo agradezco. He hablado poco con ella pero la primera vez que la vi supe que ella podría entenderme. Me besa en la cabeza y me susurra algo, pero no logro entenderla.

-Carol-una voz infantil surge de la nada y nos volvemos al foco de esta. Es una niña. Creo recordar que es Lizzie-Necesito su ayuda.

-Claro, dame un momento.-Me mira y me da un pequeño abrazo-no tengas miedo a nada, tienes que ser fuerte. Los débiles no llegan a ningún sitio.

Sonríe y se levanta y entra dentro con Lizzie. Yo me quedo mirando a los infectados. Rick y el resto del grupo los llaman caminantes, también es acertado. Me levanto y me dirijo a la verja. Los infectados-caminantes emiten ruidos ensordecedores, es insoportable. Camino paralela a la verja y voy observando a los caminantes. Cuando hay uno que llama especialmente mi atención. Su cara, su nariz, la forma de sus ojos. Mis ojos. No.

TWD: A NEW HOPE IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora