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Ambos se acostaron sin decir palabra alguna, era como si aquel momento en el balcón se hubieran dicho todo, Eunsang miraba a Arin, que ya con su pijama de patitos (que era conjunto con el de Dongpyo) estaba acostada y con sus ojitos cerrados, sabía que no dormía, Arin solia cerrar los ojos y meditar, o pensar.

Puso su mano en la mejilla suave y fría de su novia, la acaricio y trazó con sus dedos lo que mas le gustaba de ella. Paso levemente la yema de su dedo índice por las pestañas largas y oscuras, luego por sus pequitas casi invisibles, las que había contado miles y millones de veces. Recorrió el puente de su nariz y el contorno de sus labios, jamás pero jamás se cansaria de observarla, de descubrir sin fin de cosas que ama y siente.

Al día siguiente ambos se levantaron temprano para ir a la playa, no estaba ni para meterse al agua, pero aun asi caminarian por alli y se tomarían varias fotos para tener algunos recuerdos que mostrar a sus amigos.

Luego de vestirse y desayunar, ambos salieron con sus cosas, tomados de las manos comenzaron a caminar. La playa no estaba a tan larga distancia, tan solo a diez minutos, aprovecharon a recorrer las calles.

ㅡJamas imagine estar en un lugar así contigo. ㅡArin miro hacia su mano entrelazada con la de su novio mientras ambos caminaban, la diferencia de altura era demasiado como para derretir de ternura a cualquiera.

ㅡ¿Sabes que yo tampoco? menos en un lugar así, y que seas mi novia es algo muy...irreal. ㅡ sonrió Eunsang.

ㅡNo es como si yo fuera gran cosa.

Eunsang la miro con los ojos entrecerrados, si volvía a decir algo asi de ella misma la reviviria y volveria a matar.

ㅡ¡Cómo te atreves a decir eso! Tan solo mirate, mira tus cachetitos. ㅡEunsang Tomó de ambos lados de su cara y los apretujo. ㅡBubububu, mirate! Eres una ternura.

ㅡInsoportable. ㅡ Arin río saco las manos de su novio de su cara y siguieron caminando, a veces no le gustaba mucho demostrar cuanto le gustaban esos pequeños actos, temía parecer muy pesada, pero ahora mismo, el corazón sin sangre de Arin estaba saliéndose casi de su pecho. Era impresionante como mínima acción de este hermoso ser humano la volvía totalmente loca.

ㅡNo pero enserio. Se que siempre intento con muchas fuerzas poder demostrarte lo que eres para mi, siento que a veces no logro hacer que las palabras correctas salgan de mi boca pero desde que huí de mi casa lo único que pensaba era en que...mi vida había acabado, que no había forma de que mi vida pudiera seguir de alguna manera, menos en la calle. Luego pensé en tomar un tren, y luego otro, y otro, los necesarios para alejarme lo más que pueda de Seúl, que nadie me conociera, no conocer a nadie...no llamarme Lee Eunsang. Pero luego conocí a Seungwoo en la cafetería y de alguna manera termine viviendo en su edificio. Hay veces que pienso que todas esas decisiones que tome me trajeron hasta aquí, estar a tu lado, poder verte cada vez que me levanto es el regalo más lindo que pudo haberme dado mi cochina vida. ¿Y sabes lo mejor de todo? que tan solo tengo 18, tengo toda la vida  por delante y últimamente he estado pensando en eso, que quiero ser feliz el resto de la vida y contigo, cada momento y segundo a tu lado. ㅡLas palabras salían de la boca del chico con desesperación, como si fuera todo lo que haya estado guardando hace muchísimo tiempo. Su mano apretaba la de Arin mientras daba caricias con su pulgar, todo esto mientras caminaban hacia la playa, que pronto empezaba a mostrarse.

Eunsang miro hacia Arin, quien caminaba y mostraba una expresión rara en su cara, como si realmente no supiera que decir. La menor lo miro y rápidamente alejó su mirada, riendo nerviosamente. Eunsang se dio cuenta que de hecho, no sabía que decir, y bueno, no iba a culparla, capaz se había pasado de la raya y la había asustado.

casper  ─ ﹟lee eunsang ๑ ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora