Arin sentía como si el tiempo volará cuando esta con Eunsang. El reloj de la tele marcaban las ocho y media de la noche, se habian pasado todo el dia juntos, ella le había cocinado y el juraba nunca antes haber probado comida tan rica, ni sentirse tan acompañado. Tan lleno. En cambio, además de quedarse embobada con la carita de Eunsang toda la tarde, Arin no había dejado de pensar en lo que Sangie le había dicho, que nadie antes había cuidado de el. Niña más curiosa que ella no había, pero se aguanto en preguntarle, aunque eso no duró mucho.
Ambos estaban sentados en el sillón luego de que Eunsang cenara y ella había acabado de tomarle la temperatura algunos segundos atrás.
ㅡ¿Por qué dijiste que nadie te habia cuidado antes?
Realmente no pudo contenerse, eran bastantes las preguntas que tenia que hacerle pero no iba a desubicarse. ¿Por que es menor y vive solo? ¿Por que trabaja todo el día? y miles más.
El la miro.
ㅡEs una historia muuuuy larga.ㅡEl no parecía incomodo por esa pregunta repentina. Sonrió al verla sentada al lado de el, había una distancia entre ellos pero el solo tenía ganas de abrazarla y estrujarla, cuidarla y mimarla, sentía tanta ternura, y tal vez amor. Jamás se había sentido así.
ㅡY yo tengo muuuucho tiempo. Si quieres.
Eunsang dudo, por donde empezar, si ella entenderia, o si ella pensaba mal de el y lo creia mala persona.
ㅡMi abuelo materno fue la persona a la que más quise y la que más me quiso. Cuando yo era pequeño el cuidaba de mi mientras mi madre y mi padre quien sabe que hacían, los veia un par de horas a la semana, el me daba todo y pasaba cada momento del día conmigo, al mismo tiempo que manejaba una empresa multinacional. Mi vida fue así hasta los quince años, el falleció por causas naturales, pero la empresa quedo en manos de su socio y toda su herencia, quedo a mi nombre.
ㅡSiento lo de tu abuelo.ㅡMencionó ella antes de que el siguiera, Eunsang le dio una sonrisa cálida sin mostrar los dientes.
ㅡTe imaginas, un niño de 15 con tanto dinero se hubiera vuelto loco, asi que cuando cumpla 18, tengo que ir con su abogado, simplemente firmar y retirar el dinero. Peeeero, te preguntarás cuál es el problema aquí.
Ella asintió frenéticamente, claramente interesada por la historia de Eunsang.
ㅡPues, no había ni un solo dia en el que mis padres no hubieran querido convencerme de que la herencia la maneje mi madre, yo siempre me negué, no sentía absolutamente nada por ellos y lo que mi abuelo hubiese querido fuera que con ese dinero, yo pudiera ir a una buena Universidad, tener un coche, no se, mantenerme a mi mismo en general. Mi abuelo le había dejado una parte a mi madre, pero ella no soporto que sea tan poco, tampoco mi padre. Así que cuando tenía 16 comenzaron los abusos, me encerraban en el sótano sin nada, agua, comida, luz. Rompieron cada aparato electrónico que tenia, solían golpearme y apagarme cigarrillos en el cuerpo, o me dejaban sin comer un par de días...realmente nunca intenté defenderme, estaba débil y huesudo. Ya no me dejaban ir a la escuela y pusieron la excusa de que nos habíamos mudado. ㅡEunsang parecía no sentir nada al contar todo esto, Arin sólo lo miraba y se sentía tan tan triste que el haya tenido que pasar por todo eso, jamás imagino que algo asi hubiera podido pasarle a el.
ㅡY todo esto paso hace cuanto...un año? si si, un año, o tal vez menosㅡrío.ㅡAntes de cumplir los 17, me decidí, en realidad lo pensé mucho, pero ellos salieron temprano un día y cuando volvieron yo ya no estaba. Lo primero que hice fue retirar el dinero de emergencia que mi abuelo tenia con uno de sus fieles socios, con eso pude alquilar un mes aquí. Y bueno, conseguí trabajo en la empresa Kang, del padre del único amigo que me quedo de la escuela. Y jamás podré regresar a la escuela y terminar mis estudios, ya que no tengo quien me registré y aparte, creo que me encontrarían...En fin, no se si me reportaron como desaparecido, o si siquiera me buscaron, pero estoy feliz de que la herencia no haya quedado en sus manos, y en un par de meses cuando sea mayor me iré.ㅡEl la miro, dudaba en irse ahora que estaba ella. Aunque no quería apurarse.
Arin lo miraba atónita, y se notaba la tristeza en sus ojos cuando miraba al peli negro sin ninguna expresión en su rostro. Ella se acercó un poco a el abriendo sus brazos y sin preguntar antes se dejó caer sobre sus hombros. El se congeló, ella se sentía tan pero tan fría pero al mismo tiempo Eunsang sentía como si tuviera un volcán a punto de explotar en su pecho, el calor le había subido pero aun así junto sus brazos detrás de la espalda baja de Arin.
ㅡEres una persona muy fuerte Eunsang.ㅡSusurro al oído del mayor y se estremeció al sentír como el fortalecia el abrazo.
Eunsang se sentía como en el hogar que nunca había tenido.
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