Capítulo 18

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Narra Alexandra

-¿Puedo pasar la noche aquí? -Pregunté a Calum -No tengo pijama, ni cepillo de dientes, ni nada, pero me da igual, no quiero volver allá. No después de lo que Jai me dijo.

-Emm... claro. Quédate en mi habitación. Te traeré algo para comer y el desayuno mañana. Vete cuando quieras -Me dedicó una sonrisa comprensiva y salió, cerrando la puerta tras él.

{...}

-¡No sabes todo lo que me ha pasado hasta ahora! -Le grité a mi amiga.

-¿Y qué esperas para contarme? -Respondió ella a través del monitor.

-Bueno, besé a uno de mis compañeros de apartamento, que es gay, a otro porque sí, luego el hermano del gay se enojó conmigo y...

-Alex, baja esa botella -Me dijo Chloe riendo. A Calum se le había ocurrido la grandiosa idea de traerme una botella de whisky. Hice puchero -¿Cómo que besaste a un gay?

-Es que Michael me estaba tratando de puta y no quería entonces tomé a mi amigo y lo besé -Me encogí de hombros.

-¿Y qué pasó con el hermano?

-Oh, se enojó conmigo y me dijo cosas feas y ahora no quiero volver, por eso estoy en la fraternidad de Cal.

-¡¿CALUM ESTÁ EN UNA FRATERNIDAD?!

-Sipi. Es más, ya hemos venido. Es la fraternidad de Michael.

-Es una jodida broma.

-No lo es -Intervino Calum entrando a su habitación -Hola, Chloe.

-¡Cal! A ti también te extraño.

-Y yo a ti, princesa -Respondió él.

-Bueno, chicos, yo me voy a acostar -Calum, ¿me llevas al baño? No quiero resaca mañana.

Nos despedimos de Chloe y Calum me ayudó a llegar al baño.

-No quieres ver esto -Dije, arrodillándome junto al retrete y sosteniendo mi pelo con una mano.

-No, es verdad. No quiero. Te espero afuera -Dicho eso salió del baño y cerró la puerta.

Luego de haber eliminado el alcohol de mi cuerpo, me enjuagué la boca unas cuantas veces y salí, bastante más lúcida.

-¿Estás bien? -Preguntó Cal.

-Sí, ¿por qué no iba a estarlo? -Se encogió de hombros.

{...}

Narra Ashton

Mi madre estaba en el piso, agarrándose la cabeza con la mano. Mi padre con un fierro en la mano, brazo levantado.

-¡Ven aquí, maldito infeliz! -Salió a perseguirme por la sala de estar. ¿Por qué hacía eso? ¿Es que no nos quería a mamá y a mí? ¿Por qué había golpeado a mamá? ¿Y por qué me perseguía?

De pronto esas personas parecían ajenas a mí, yo observaba la escena desde afuera. Una mujer tirada en el suelo, un hombre amenazando a un niño con un fierro. El pequeño se agacho en el piso, intentaba protegerse con las manos, pero sabía que no tenía oportunidad contra el hombre.

Levantó el brazo, ya lo tenía. Sería solo un golpe y el pequeño yacería inconsciente, o tal vez moriría.

-¡NO, PAPÁ! ¡PARA! -Me interpuse entre el hombre y el niño, recibiendo el impacto debajo del ojo izquierdo.

Desperté sobresaltado, empapado en sudor frío.

Mierda.

Ni siquiera recordaba que Alex no había dormido conmigo, hasta ahora, que habían vuelto las pesadillas. Había sido hermoso dormir una noche de corrido, sin haber tenido que levantarme a ducharme, como haría ahora.

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