Capítulo 23

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-Sal de mi apartamento, Michael -Gruñí al momento que me tomaba del brazo y me arrastraba fuera del apartamento -¡Suéltame! -Susurré, procurando no despertar a nadie -Michael cerró la puerta.

-Alex.

-No quiero hablar contigo -Intenté apartarlo, pero me arrinconó contra la pared del pasillo.

-Vas a hablar conmigo.

-No tengo nada que decir.

-Pero yo a ti sí -Suspiró -Alex, yo...

-Ya sé cómo sigue esta mierda, Michael. Me dices que lo sientes, nos besamos, vamos a tener sexo pero al final no porque siempre algo pasa, me enojo contigo y vuelves a decir toda la mierda que dices siempre solo para herirme. No quiero eso. No otra vez.

-¿Sabes qué? Tienes razón. Intenté disculparme ya dos veces y ambas resultaron mal. Alex...

-¿Quieres saber por qué aceptaré tus disculpas? Así tengo garantizado que no me molestarás más. No quiero ser tu amiga, solo quiero que me dejes en paz. Tomaré mis disculpas, y -lo empujé -me iré a dormir.

-Yo sí quiero que seas mi amiga.

-Es una pena, ¿no? -Caminé hacia mi habitación y Michael me tomó de la muñeca de nuevo, acercándome a él, al momento que Ashton abría la puerta de nuestro apartamento.

Michael me tomó de la nuca y me besó. Intentaba apartarlo, pero me sujetaba fuerte la cabeza y la nuca.

-¿QUÉ MIERDA HACES, IMBÉCIL? -Le gritó Ashton apartándolo de mí. Yo, como la cobarde que soy, corrí y me encerré en el apartamento.

Narra Michael

¿Quién mierda se creía este que era? No me iba a impedir estar con Alex. Lo empujé fuerte contra la pared del pasillo.

-No te metas en el medio -Lo amenacé.

-No toques a Alexandra -Respondió él. ¿Me estaba amenazando él a mí? No, señor, a Michael Clifford no se lo amenaza.

-Maldito infeliz, ahora vas a ver -Mi puño aterrizó en su ojo. Él respondió rápidamente golpeando mi nariz, sentí el fluido tibio recorrer mi rostro.

Incliné mi cabeza hacia arriba en el intento de detener la hemorragia, pero otro puñetazo de Ashton aterrizó en mi costado, haciendo que me retorciera. Me recuperé y le golpeé el cuello, provocando que se desestabilizara. Aproveché esos pocos segundos para derribarlo y comencé a patearlo.

Me detuve al ver que se encendían las luces, y varios estudiantes curiosos sacaban las cabezas por sus puertas. Me alejé de él, me puse la capucha y caminé a la salida. El infeliz sabía que no debía volver a meterse conmigo.

Narra Ashton

Ahí estaba, tirado en el suelo, dolorido, humillado. ¿Dónde estabas, Alex?

La mayoría de los chicos estaban filmando o sacando fotos con sus celulares mientras reían. Lo peor es que reconocía a bastantes, varios de ellos me pedían ayuda con matemática.

-Vamos, arriba, Ash -Me dijo Beau sujetándome las axilas e intentando levantarme.

-No... me... puedo... mover -Dije entrecortadamente. El dolor era sofocante.

-Vamos, amigo, levántate -La voz de Beau se hacía cada vez más lejana, más distante. Llegué a ver cómo Alex se arrodillaba al lado de Beau, y todo se volvió blanco.

Narra Alexandra

Me sentía como la mierda. Ashton estaba así por mi culpa. ¿Por qué no podía defenderme yo sola? Porque era débil. ¿Por qué había salido corriendo en vez de impedir que se golpearan? Porque era una cobarde. Ahora estaba acostado en una camilla blanca, inmóvil, inconsciente.

-Ash, no sabes cuánto lo siento. Lo siento por haberte comprometido a esto, lo siento por ser cobarde y débil, lo siento por no ser lo que esperas de mí -Me incliné y besé sus labios inertes. Odiaba no obtener respuesta de ellos.

-Vamos, Alex, yo me quedaré con él -Me dijo Jai -Has estado aquí desde que lo trajeron.

-No quiero irme -Lo abracé, pero me retiré rápidamente al recordar que no podía mover su tronco, así que mucho menos podía apretarlo.

-Necesitas irte, tienes que hacer... lo que sea que hacen las chicas.

-Jai, muchas gracias, pero enserio no quiero. Está aquí por mi culpa, así que quiero ser lo primero que vea al despertar -Suspiró.

-Bien. Si necesitas cualquier cosa, comida, agua, lo que sea, solo llámame, ¿sí?

-Gracias, Jai -Le di un pequeño abrazo.

{...}

-Alex, me duele. Alexandra despierta. ¡ALEX! -Desperté sobresaltada, Ashton se estaba quejando.

-Oh, por Dios, ¡lo siento tanto! -Chillé levantándome de su pecho -No pretendía quedarme dormida, y menos encima de ti -Rió, pero le dolió.

-No... te preocupes -Dijo con esfuerzo, y sonrió -¿Puedo pedirte un favor?

-Lo que sea Ash, no sabes cuánto lo siento, no debí...

-Bésame.

-¿Qué?

-Que me beses -No lo dudé. Me acerqué rápidamente a sus labios y disfruté, esta vez sí obteniendo respuesta. Apoyé mi mano en su mejilla y la recorrí con mi pulgar -Te quiero, Alex -Dijo con una sonrisa.

-Y yo a ti.

{...}

Al día siguiente estaba dirigiéndome a mi primera clase en Oxford.

Estaba de mal humor. No había dormido con Ashton, seguía en la enfermería. No le darían el alta hasta dentro de una semana, así que tendría que acostumbrarme a:

a) Dormir sin él

b) Dormir en la incómoda silla al lado de su camilla

Opté por la opción b), porque lo último que me faltaba era que volvieran sus pesadillas. Aunque no durmiera con él, podía quedarme a su lado, sujetándole la mano o algo así.

Me dirigí al salón de Literatura, la única clase que compartía con Beau. Estaba sentado en la primera fila. Maldita sea.

-¿Y si nos vamos para atrás? -Pregunté.

-Ya te aparté un lugar. Además me vengo sentando aquí desde hace dos años -Iba a reprochar, pero un hombre de más o menos ciento cincuenta años entró al salón.

-Buenos días -Saludó -Para los que no me conocen, soy el profesor Hoffman. Para los que sí me conocen, soy Darren -Sonrió, y muchos (sobre todo los alumnos viejos) rieron -Yo seré su profesor de Literatura este año, y tal vez el siguiente y el siguiente -Volvieron a reír. No entendía por qué.

El profesor Hoffman comenzó a dar la clase. Dijo cosas que ya todo el mundo sabía desde el secundario, como que los poemas están escritos en párrafos. No, en estrofas. Ups.

-Qué clase de mierda -Le dije a Beau mientras salíamos del salón.

-Shhh, vas a tener que acostumbrarte, princesa.

{...}

Más o menos así fueron casi todas mis clases del día, y así serían el día siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Ciencias sociales, ciencias de la economía, derecho, filosofía... Cosas que a nadie le importaban una mierda. Yo solo estudiaba porque mis padres querían. No pensaba trabajar.

Me quedaba solo Historia.

Me senté en la fila de más atrás. Los salones allí eran como teatros. Un pequeño escenario donde el profesor daba la clase y los asientos. Era tal cual una sala de teatro.

-Hola, Alex, ¿está libre? -Preguntó el ojiverde sentándose a mi lado.

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Hoolaa! El tercer capítulo que tenía prometido! Fue una maratón media rara, pero es mejor que nada. Agradezco por las más de 900 lecturaaaas! *O*

Si les gustó el cap, voten, comenten y recomienden el fic! xx l@s quieroo! c:

Twitter: @xhemmoxpayne

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