Capítulo 4

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-¡CHLOE! -Grité en el medio del pasillo cuando la vi llegar.

-¡ALEX! -Gritó de vuelta. Nos habíamos visto hacía menos de veinticuatro horas, pero había mucho que contarle. No pensaba hablar con mi padre hasta que rogara por perdón, ni con mi madre, por el simple hecho de que soy muy orgullosa.

-¡No sabes todo lo que pasó, maldita sea! -Dije en cuanto llegó a donde yo estaba -Mis padres se enteraron de que fui a la fiesta.

-Joder, Alex, ¿y qué te dijeron?

-De todo. Mi padre me llamó "jodida perra", y mi madre no lo negó.

-¿Eso quiere decir que también se enteraron de que te acostaste con Michael?

-Exacto, es más, les confesé que ya me he acostado con varios chicos -Me encogí de hombros.

-Carajo, Alex. A todo esto, ¿cómo se enteraron?

-El idiota de Michael llamó desde mi celular. Ya sé, soy una estúpida por haberlo dejado ahí y...

-¿Te castigaron? -Me interrumpió. Solté un largo suspiro para luego responder:

-Dijeron que no podría ir al baile, pero ambas sabemos que iré de cualquier manera. Lo peor es que tampoco puedo salir de mi casa por el resto del mes, solo venir aquí -Chloe me miró con los ojos bien abiertos.

-¿Y cómo resolveremos las cosas del baile? Alex, necesito tu ayuda para esto, por favor.

-Ya veremos -Dije con una media sonrisa.

Sonó la campana y entramos cada una a nuestras respectivas clases.

{...}

Encerrada. Así me pasé toda la tarde. No estudiaba porque no le queria dar esa satisfacción a mis padres; de cualquier manera ya estaba aceptada en Oxford.

La mayoría del tiempo estuve divagando en mi mente, pensando en cosas sin sentido, soñando despierta. Durante el otro pequeño porcentaje de tiempo hacía cosas como jugar con el cierre de mi chaqueta. No tenía mi celular ya que estaba en una maldita fraternidad y mis padres se habían tomado la libertad de sacarme también mi computadora. Viva la vida.

{...}

No solo esa tarde, sino también durante esas siguientes dos semanas. Me la pasaba haciendo nada desde que llegaba del liceo hasta que me acostaba a dormir. Cenaba temprano en la noche para asegurarme de no comer con mis padres. Mi vida era una mierda.

En determinado momento, el lunes de tarde, cuando volví, mi madre me esperaba en la puerta. Intenté ignorarla, pero me saludó como si todo estuviera bien y me dijo que alguien quería verme. Pasé al living para encontrarme a esa persona sentada en un sillón.

-Michael.

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Holaa! Quiero agradecer por las más de 100 lecturas! :D Pero por otro lado, me decepciona el hecho de que hayan tan pocos votos. Sé que dije que lo hago por diversión, pero también espero eso. Por favor déjenme saber si les gusta, voten y comenten (háganme feliz. Ok no). Vuelvo a agradecer por las lecturas y bye xx

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