Capítulo 20

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Narra Alexandra

El sábado llegó.

Lentamente me desenredé de Ashton, quien tenía envueltos los brazos alrededor de mi cintura. Me gustaba dormir con él. Moví sus brazos delicadamente hasta quedar libre y me levanté. Eran las diez de la mañana, generalmente dormíamos hasta más tarde, pero ese día simplemente no podía.

Me dirigí a la cocina. Como de costumbre, Jai estaba despierto. Nos estábamos llevando mejor, definitivamente.

-Buen día –Lo saludé.

-Buen día, Alex –Estaba desayunando –¿Quieres que te prepare algo?

-Oh, no te preocupes, yo lo haré –Me preparé unas tostadas con jugo de naranja y me senté junto a él.

-Luke organizó una fiesta en su casa de fraternidad hoy. ¿Irás? –Eso no estaba en mis planes. No quería ver a Michael. Pero quería emborracharme, bailar, besar…

-Sí, iré –Sonreí.

{…}

Ya estaba atrasada. Amanda tenía que tardarse media puta hora en el baño. Lo peor es que creo que se quedó ahí haciendo nada, solo por molestarme.

Me bañé lo más rápido que pude y corrí a mi habitación en ropa interior. Ashton estaba ahí.

-Alex, eres… -Me dijo.

-¿Soy qué? –Lo miré divertido.

-Hermosa y… -Hizo una pausa que se me hizo eterna –sexy.

No podía creer lo que había escuchado. Ashton llamándome así. Wow. Me daban ganas de hacerle tantas perversiones.

-Gracias –Sonreí tímidamente.

Me vestí. Ashton no apartaba la vista de mí. Amaba eso, amaba la manera en la que me miraba, me hacía sentir bonita.

Me puse un vestido casual. No estaba segura si sería lo apropiado para un partido, pero no me importó. Volví al baño y me maquillé, sin importarme los golpes y gritos desesperados de Amanda para que saliera. No, señora, no iba a salir. Es más, me tardé todo lo posible. Me aseguré de quedar perfecta.

Luke era atractivo, muy atractivo. Me sorprendía que él no estuviera en el equipo, era altísimo y parecía estar en buena forma.

{…}

-Hola, siento la demora, mi compañera se tardó horas en el baño –Dije apenas me acerqué a él.

-Oye, está bien –Su tono de voz era relajado –no pasa nada. Te ves bien –Halagó mirándome de arriba abajo.

-Gracias –Sonreí tímidamente.

Antes no pasaba eso, lo de ser tímida. Antes dependía si el chico era lindo o no. Si era lindo, lo besaba y terminábamos teniendo sexo; si era feo, lo miraba con asco, me daba media vuelta y me iba. Tal vez se debía a que todos aquí eran demasiado lindos como para tener sexo con todos. ¿Quién sabe?

Entramos al gimnasio. Nunca había entrado. Beau solo me lo había mostrado por afuera. Era enorme, tenía gradas, aros, líneas por todos lados y otra puerta que creo que guiaba al depósito o algo así.

Los jugadores entraron. ¿Por qué era Michael el capitán? No era muy alto.

Esa pregunta se respondió cuando comenzaron a jugar. Luke y yo teníamos un buen lugar, Michael se había tomado la libertad de reservar los asientos. Michael era… bueno, aunque costaba decirlo.

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