Día 34:
13 de Agosto del 2013.
El sol comenzaba a esconderse detrás de los árboles del pequeño bosque de Los Ángeles. Hacía un increíble aire frío y los siete chicos caminaban a paso lento esquivando ramas y quebrando las hojas secas que se encontraban a su paso. Iba ser una noche fría, y tendrían que instalarse pronto en cuanto llegaran a su destino.
Luna comenzaba a pensar que no debía de haber asistido al campamento, en realidad, nunca debía de asistir, pero era ligeramente obligada por su hermano Jake quien se encontraba a cargo de todos los acontecimientos que daría, además de que gracias a él, el inicio de clases parecía casi obsoleto, sin importancia.
-Quiero decir, me pudieron haber dejado, es más puedo quedarme aquí a esperarlos-bromeó Luna aferrándose al brazo de Pam.
-Cuidado, rama a la izquierda-le susurró su amiga.
-Gracias-suspiró. La naturaleza no formaba mucho parte de ella-. En serio no quiero estar aquí, Jake.
Ryan rió y después le siguieron unas risitas por parte de Edmund quien caminaba detrás de ella.
-Nada sería igual de divertido si no estuvieras, Lu-sonrió Edmund y Jennifer apretó la mandíbula, mientras que Pam susurraba en el oído de Luna un <<aw>> demasiado largo para ser sinceros.
-Claro, lo que digas-repuso Luna por lo bajo. No se encontraba exactamente de humor-. Creo que sería todo lo contrario.
-Vamos, Little smile, no puede ser tan malo-gritó Jake a lo lejos. Luna hubiera querido darle un golpe con su bastón-. Ya casi llegamos.
-Te dije que no era buena idea traerla, Jake-Jennifer aventó una roca logrando pegarle a un árbol de enfrente-. Nunca es buena idea.
-Aún te escucho, Jenn-bramó Luna molesta-. Quizá eres tú lo incorrecto ¿No crees?
Jennifer se detuvo por un momento, y estaba dispuesta a contestarle, pero no lo hizo, Jake le lanzaba miradas asesinas y Edmund le miraba en forma de desaprobación, suspiró y siguió caminando. Para entonces Andrew parecía ir muy callado durante el camino, de hecho ni si quiera parecía estar ahí. Y Edmund agradecía eso en secreto.
-Eh, Pam-habló Luna de nuevo-. ¿Puedes alcanzarme mi celular y auriculares? Estan en el bolsillo derecho inferior-rió-. O eso creo.
Pararon y Pam se dirigió a buscar lo pedido. Edmund se acercó a ayudar y pronto sacaron el celular del supuesto lugar.
-Yo la acompañaré-dijo Edmund mientras le ofrecía su brazo a Luna. Ella trató de sonreír y colocó su mano en el brazo de el-. Ambos estaremos a salvo-susurró.
Edmund le ayudó a Luna a colocarse los audífonos, hasta que ella le tendió uno a él. Él pensó que podrían volver a empezar después del mal día que habían tenido ambos, él sabía cuán mal se sentía ella por discutir con su hermana, y saber que ni a su hermana le agradaba demasiado.
-¿Necesitas algo más, Lu?-preguntó cariñosamente Edmund mientras luchaba contra sí mismo por no quitarle las gafas y escondérselas hasta que fueran de vuelta a casa.
Ella asintió insegura.
-¿Edmund?
-¿Sí?
-Sostén mi mano.
Edmund asintió aun sabiendo que ella no podría verlo. Bajó lentamente su mano y tomando la de ella entrelazó sus dedos y ella sonrió al sentir lo maravilloso que era saber que sus manos encajaban perfectamente. Insegura con su brazo libre subió el audífono a la oreja de Edmund, le tocó un poco la cara buscando su oreja, en cuanto lo logró, dejó que Edmund se lo colocara. Él ya sentía como se sonrojaba ligeramente.
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365 Días bajo lluvia[editando]
Short Story"-No te vayas-susurró ella suplicante. El viento helado alocaba su cabello negro, y el precioso sol había desaparecido, no había rastro alguno de el en LA. -Te prometo que volveré-contestó igualmente en un susurro. Sus ojos verdes amaban, los precio...