Normalmente, Renjun se acostaba muy temprano para poder dormir ocho horas. Era viernes, los sábados tenia clases de ballet obligatorias y debía dormir mucho.
Jeno interrumpía cada uno de sus planes, siempre.
A las ocho de la noche se acostó a dormir, cerrando cada una de las ventanas y tirándose en su gran cama. Cuando estaba conciliando el sueño, un ruido lo alarmó.
Giró su cabeza un poco pero no vio nada y luego de unos minutos se dijo a si mismo que era el sueño, así que volvió a dormir.
Pero de nuevo, el mismo ruido, más fuerte y luego de unos minutos se volvió a escuchar.
Se levantó asustado, recordando las historias de terror que Sicheng contaba sobre la mansión. Mientras se levantaba, algo chocó contra la ventana del balcón.
— ¿¡Estás loco!? —. La voz de Chenle en la habitación de al lado lo hizo abrir la puerta del balcón y asomarse.
Ahí, sonriendo, estaba Jeno.
— Hola, niño bonito.
— ¿Qué demonios haces? —. Vio hacia el piso, habían varias piedras sobre éste —. ¿Por qué le lanzas piedras a mi ventana, imbécil?
— Escapemos juntos, Rapunzel —. Jeno rió junto a Chenle.
— Jodete, Jeno —. Se quitó del balcón, dispuesto a seguir durmiendo pero escuchó la voz de Ten.
— Que lindo —. El mayor chilló —. Renjun, te doy permiso.
— ¡Rapunzel, deja caer tu cabello!
— ¡Yo no soy Rapunzel! —. Le lanzó una de las piedras en el piso —. ¡Largate!
— Si no vienes, voy yo.
— Anda, Renjun, nosotros te cubrimos —. Sicheng se asomó ahora, con una mueca —. Vuela, mi pequeño Renjun.
Chenle se empezó a reír ruidosamente mientras lo señalaba.
Entró, poniéndose unos jeans, una camisa que encontró por ahí y un abrigo peludo junto a sus zapatos gucci favoritos. Volvió al balcón con una mueca.
— ¿Y si muero?
— ¿Te dejaría morir, precioso?
Renjun suspiró, sentándose sobre la baranda dudando mientras veía a Jeno.
— ¡Solo salta! —. Ten grito —. ¡Parece que nunca te hubieras escapado!
— ¡Nunca lo ha hecho! —. Sicheng se cruzó de brazos!
— ¿Qué clase de hermano estas educando?
Rodó los ojos cuando ahora peleaban junto a Chenle, se deslizó hacia abajo, saltando después e increíblemente no murió.
— ¿Ves?, no estaba tan alto —. Jeno le besó la mejilla —. Quita esa cara de querer matarme.
— Es que sí quiero.
— ¡No lleguen después de las siete! —. Sicheng gritó.
— ¡Llega a la hora que quieras, cariño!
— ¡Chittaphon!
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My Oh My | Noren
RandomJeno es un poco mayor con una chaqueta de cuero negra, una mala reputación, hábitos insaciables y Renjun se hartó de ser un chico bueno. O donde Renjun es un niño presumido que estudia en un colegio privado de millonarios y Jeno estudia en la otra c...