Jeno es un poco mayor con una chaqueta de cuero negra, una mala reputación, hábitos insaciables y Renjun se hartó de ser un chico bueno.
O donde Renjun es un niño presumido que estudia en un colegio privado de millonarios y Jeno estudia en la otra c...
Se irían. Empezarían todo desde cero y todo gracias a la ayuda de Ten y Sicheng, se irían con Ten a Florida.
Su madre no sabia nada, ella asumía que Renjun solo se había rendido y había dejado a Jeno de lado y por eso no llamo, pero estaba equivocada.
Sobretodo porque diez minutos después de que llegara Jeno, llegaron los amigos de ambos, a despedirse y con las maletas de Jeno que seguía un poco sorprendido porque no entendía nada.
— Llegaremos a casa de Doyoung —. Ten le acarició el cabello sonriendo —. Todo estará bien, Renjunie.
Normalmente, antes, cuando alguien le decía eso no se lo creía pero ahora estaba realmente confiado.
Chenle y Sicheng lloraron todo el tiempo que esperaban para irse. Así que tuvo que prometer que los llamaría todos los días sin importar la hora.
Al final, su madre había hecho las cosas mal porque limpiar el historial de Jeno solo había facilitado el plan de Ten de sacarlo de Corea sin pasar un mal rato.
— Ya nos vamos —. Apretó el brazo de Jeno con una sonrisa antes de abrazar a sus dos hermanos —. No me iré para siempre, se los prometo.
— Malagradecido, se supone que yo me iría primero —. Chenle gruñó —. Te amo, injun.
— Y yo a ti, lele.
— Está bien, a mí no me ama nadie —. Ambos rodaron los ojos y abrazaron a su hermano mayor.
Mientras tanto, Jeno intentaba sacarse a Jaehyun de encima.
— Hyung, me tengo que ir.
— No te puedes ir, estás pequeño —. Sollozó.
— Hyung, voy a llamar, enserio —. Se separó del mayor con una sonrisa —. Gracias por todo.
— Nono, soy tu hermano, no debes agradecerme por nada —. Jaehyun le sonrió de vuelta —. No te olvides de mi.
— Nunca.
— Oigan, que bonito momento pero nos tenemos que ir —. Ten se cruzó de brazos.
Si bien al inicio del día ese estaba destinado a ser el peor día de su vida, se sentía increíble subir al avión abrazando a Jeno sabiendo que nada malo iba a pasar.
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— ¡Huang Renjun!
— ¡Doyoung hyung!
Cruzó las enormes puertas del lugar hasta fundirse en un abrazo con el mayor que de un momento a otro estaba llorando.
Habían llegado a Florida, para sorpresa de Renjun, Doyoung y Ten habían planeado llevárselo desde hacia bastante tiempo y por eso habían comprado una casa ahí, obviamente Jeno no había estado en esos planes pero Ten como un 'buen padre' lo incluyó.
