Jeno es un poco mayor con una chaqueta de cuero negra, una mala reputación, hábitos insaciables y Renjun se hartó de ser un chico bueno.
O donde Renjun es un niño presumido que estudia en un colegio privado de millonarios y Jeno estudia en la otra c...
Lunes, el día fatídico que le daba inicio al año escolar. Ese día en especial, Renjun se ponía bonito, demasiado. A pesar de odiar el uniforme hacia que le quedará bien, como todo, eso pensaba él.
Ponía la alarma realmente temprano solo para tener tiempo de sobra para prepararse. Renjun no quería impresionar a nadie, solo a él mismo y tal vez hacer que lo envidiaran, solo tal vez.
Los Huang son una de las familias más adineradas de China y desde hacia varios años también de Corea. Tenia pocos amigos y eso debido a su hermano menor Chenle. El más pequeño era todo lo contrario a él, sociable y todo el mundo lo conocía y amaba. A Renjun también lo conocían pero era muy probable que las únicas personas que lo amaban eran sus amigos.
- Jun -. La voz femenina junto a los rayos del sol que entraban desde el balcón lo despertó -. Anda, cariño, despierta.
Su primera amiga desde que tenia cinco años de edad era Kim Jisoo. Ella era joven y vivía con ellos desde que sus padres decidieron dárselas de buenos y rescatar a la chica que quién sabe cómo terminó en China.
- Noona, puse la alarma -. Se cubrió el rostro con la almohada mientras se quejaba.
- Sí, pero nunca la escuchas.
- Ya voy -. Se sentó sobre la cama -. ¿Me haces un croisant para desayunar?
La mayor rodó los ojos con una sonrisa mientras se levantaba para buscar el uniforme.
- No puedo decirte que no.
Festejó por varios minutos hasta que Jisoo salió a planchar el uniforme. Entró al baño privado para darse un baño de espuma. Renjun no vivía de apariencias porque él realmente ama su vida, no le importaba el rechazo de sus padres por ser gay, a Renjun realmente no le importaban muchas cosas.
Cuando sale del baño con una bata puesta Jisoo ya está ahí conectando el secador y el uniforme inpecable sobre la cama. Se sentó en la gran peinadora dorada para agarrar la taza de café que Jisoo hacia especialmente para él todas las mañanas.
- Está más largo desde que lo teñiste de rosa.
- Me gusta así -. Dice cuando la chica empieza a secarle el pelo.
Duran varios minutos así, ambos hablando de las llegadas del señor Huang realmente tardes, llegan a la conclusión de que probablemente está siendo infiel y ambos ríen.
- Tus padres odian tu cabello, lo sabes.
- Sip -. La mayor ríe, acercándose a su rostro mientras lo maquilla suavemente -. No me importa, dudo que me puedan odiar más de lo que ya lo hacen.
- De acuerdo, vistete. Yo seguiré luchando con Chenle para que despierte.
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En el ferrari de Sicheng que decide llevarlos para comprarles comida chatarra, los dos se ríen del somnoliento Chenle que ronca sobre el hombro de Shuhua. La mayor era una prima cercana que vivía con ellos desde hacia unos meses porque se hartó de vivir en China.
