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La neblina era oscura y profunda, rodeaba a Saskia como si fuese a ahogarla, a asfixiarla o a terminar de matarla. Movió las manos intento ahuyentar sin éxito a la neblina, pero cada vez lucia mas intensa tanto que ni siquiera podía verse los pies. A medida que la neblina llegaba hacia su rostro le comenzaba a faltar el aire, abrió la boca intentando coger el airé por allí pero comenzó a toser, sin poder respirar.

-Mira lo que has hecho, Saskia. -Habló una voz cerca de ella pero no lograba ver a nadie, Saskia se giró intentando adivinar de donde provenía la voz. - Mira que nos has hecho.

No reconocía la voz, era aguda y dolorosa, como si hablara con sufrimiento en sus cuerdas vocales. Se desesperó, no podía entender que era lo que le sucedía o donde estaba pero sea lo que sea que pasaba quería detenerlo ya.

-¿Así morirás? -Preguntó la distorsionada voz. -Has hecho tanto sufrimiento para nada, Saskia. ¿Y así morirás?

Se arrodilló, casi sin poder mantenerse consiente, comenzó a ver todo dar vueltas, sentía la constante sensación de estar por caer a un precipicio aunque no había ninguno cerca.

-¡Corre, Saskia, corre! -El grito eufórico varonil sonó. Se aturdió, ¿Correr? - ¡Corre!

Y entonces como pudo comenzó a caminar para luego correr, chocaba con objetos duros que no sabían que eran, simplemente recibió los golpes y seguía corriendo. No sentía el dolor de los golpes pero aun estaba mareada y aturdida.

-¡Corre, Saskia!

Se giró esperando poder al menos visualizar a quien la apoyaba pero solo vio neblina, volvió a centrarse al frente y como pudo siguió corriendo. Cayó, se levantó, volvió a chocarte contra objetos y volvió a continuar.

-¡No te detengas Saskia! -Gritó la voz -¡Saskia!

Eso la hacia asustar, comenzó a correr aun mas fuerte pero no parecía alejarse mucho de donde estaba, de hecho todo le parecía exactamente igual, seguía estando rodeada de neblina corriera las horas que corriera.

-¡Saskia!

Corrió aun mas fuerte, pero chocó contra algo frontalmente. Cae a un rocoso suelo y mira el cielo, estaba lleno de estrellas. La aturdición disminuyo, su cuerpo se calmó pero de igual forma la neblina jamás se fue.

-¡Saskia!

-¡Saskia!

-¡Saskia!

-¡¡SASKIA!!

Abre los ojos de pronto, brincando en su silla. Mira todo su alrededor asustada y nota que está en un aula de su instituto. El aula estaba vacía y ella dormida sobre sus apuntes. Se reincorpora mirando asustada a quien la había despertado de su extraño sueño.

-Joder que difícil despertarte ¿Eh? -Karteen inclinó la cabeza mirándola. -Ni siquiera pellizcandote lo has hecho, que miedo.

A diferencia de Saskia, ella no llevaba ni una ojera, ni linea de expresión o algún tipo de indice que ha estado literalmente toda la noche de fiesta. Incluso se sorprendió ¿No debía estar borracha después de todo lo que tomó?

-Karteen. -Suspiró poniéndose de pie. -Me he dormido.

-Lo he notado. Las clases ya terminaron, iré al hospital a ver a Hunter ¿Vienes?

-¿Cole?

-Ya lo convenceré en el camino. -Le guiña el ojo.

Suspiró y se puso de pie, guardó todos los libros en su bolso y caminó hacia por los pasillos junto a la feliz y radiante Karteen que saludó con la mano a algunos alumnos que pasaban por su lado. Saskia seguía aún medio dormida, definitivamente tenía un sueño descomunal, no había dormido en toda la noche pues se fueron de la fiesta y estuvo toda la noche socorriendo a Hunter y luego, a las cinco y media fueron hacia sus casas para darse una ducha, cambiarse e ir hacia el instituto. Literalmente sólo había dormido los pocos minutos de recién y fue una pesadilla.

Selcouth [LIBRO I Y II] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora