Selcouth [LIBRO I Y II]

16

La mañana era un caos.

El mediodía escandaloso.

Y la tarde problemática.

No era un buen día para Saskia en definitiva. Primero se había quedado dormida, los niños también por supuesto, despertó porque el vecino había puesto música con todo su equipo de parlantes. Pesé a que lo odio al despertar, se lo agradeció internamente por haberla despertado.

Tuvieron que desayunar en el coche mientras Saskia los llevaba a la guardería, Isaac nunca podia abrochar su cinturón y Sally estaba muy dormida como para recordarlo, así que cuando Saskia freno en el semáforo, Isaac pierde el equilibrio de su taza y se la vuelca encima.

Tuvieron que volver a casa a cambiar a Isaac, cuando volvieron a ir en el coche Saskia le colocó el cinturón antes de comenzar a conducir y los llevó a la guardería.

La profesora los regaño por haber llegado tan tarde, mientras Saskia asentía con la cabeza frenéticamente pensando en que mientras más rápido se calle mejor, después de todo estaba llegando tarde a su trabajo.

Peor fue que gastó tiempo pidiendo que saquen a Jack de la lista de adultos responsables para retirar a los gemelos. La profesora volvió a quejarse, como si fuese algo que le costara mucho, pero lo hizo. A partir de ahora solo podría retirarlos de la guardería Saskia y Blair.

Cuando por fin la profesora entró al edificio con los niños, Saskia corrió hacia el auto. Se resbaló con el barro causado por la tormenta anterior y cayó de trasero.

Se puso de pie de inmediato y fue al coche, sin tener tiempo a quejarse.

Cuando llegó al trabajo fue peor, la directora la regañó y Andy había hecho llorar a muchos niños al cuales Saskia tuvo que tratar y consolar. Luego tuvo una entrevista con un niño delicado del instituto que siempre iba a su oficina -obligado-, a hablar un poco.

Llegó el mediodía y Saskia no tuvo tiempo de ir a almorzar, tenía mucho trabajo acumulado. Las horas pasaron y por fin terminó su jornada laboral.

Se despidió de todos y volvió a correr al coche donde condujo de prisa hasta llegar a la guardería donde los niños seguramente estaban esperandola.

Sin embargo, su teléfono sonó. Tocó el botón en el volante.

-Hola Lori.

-¡Hola,querida! Jack me contó lo que sucedió, lo siento tanto cariño, mi hijo es un cretino.

-No pasa nada, estoy bien. Si esta con usted ¿Puede pedirle que llame a los niños? Ellos lo entenderán si se va, pero que se despida al menos.

-No creo que sea posible. Partió esta mañana, Saskia.

-¿A dónde?

-... Sabes que él busca la forma de traer a su mate de vuelta.

Saskia cerró los ojos unos pequeños segundos antes de estacionar frente a la guardería.

-¿Usted lo sabía? ¿Sabía que él sólo iba a utilizarme?

-Lo siento mucho, querida. Creí que después de tanto tiempo que estaban juntos... Creí que estaba enamorado.

-Pero... ¿Quién se creen que son ustedes? Jugaron con mis sentimientos, con mi tiempo. Tuve hijos con él.

-Puedo asegurarte que eso nos tomo a todos por sorpresa, Saskia. Meter a dos criaturas inocentes en esto no era el plan de Jack.

-¡Pero lo hizo, creó una estúpida manada con ellos! ¡Los niños anoche tuvieron fiebre por su ausencia y podían haber muerto si mi hermano no hubiese conjurado la solución! Jack se fue sin saber si yo tenía el maldito conjuro para salvarlos.