Encadenados (FINALIZADO)

Falsa acusación

Entramos a casa después de un día fuera en familia, mi madre tenía sujeta mi mano y mi padre agarraba la de mi hermana, esta tenía su verdosa mirada centrada en mí, al ver como miraba con odio como mi madre me estaba prestando mas atención a mí me alejé un poco de ella intentando no provocar más problemas.

Mi hermana lleva años haciendo de mi vida una autentica pesadilla, cuando mi madre quiere pasar tiempo con nostras, Mary, hace todo lo posible para que yo no vaya con ellas de modo que ellas dos queden solas.

Mi hermana sufre un ataque de celos desde que yo nací, ella tiene veintiún años, pero para la edad que tiene su comportamiento es el de una niña caprichosa, pero delante de mi madre actua con total falsedad, se hace la madura, por este hecho nunca me creyeron cuando les dije que mi hermana me acosaba, debido a que mi hermana siempre ha sido la imágen perfecta, una estudiante ejemplar, popular, tierna...al menos esa era la imágen que daba.

-Bueno chicas, hora de que os vayáis a dormir, mañana tenéis que madrugar.- Dijo mi madre estirándose debido a que estaba agotada.

-Si mamá.- Mary se acercó a mi madre y le dio un beso junto con un largo abrazo.

-Bueno cariño, deja que le de las buenas noches a tu hermana.- Rió.

Mary se separó y me sonrió falsamente.

-Venga Melody, dale un abrazo a mamá.- Pasó por mi lado y chocó su hombro con el mío aposta, pero para mi mala suerte nadie se dio cuenta.

Me acerqué a mi madre algo temerosa y la abracé, ella correspondió y en cuanto lo hizo me separé de ella y le di un rápido beso en la mejilla.

-Buenas noches mamá.- Me acerqué a mi padre y repetí la misma acción.- Buenas noches papá.- Subí las escaleras.

-Buenas noches...- Dijo mi madre con extrañeza.

-Melody, espera...- Dijo mi padre.

Suspiré y vi que Mary nos observaba desde arriba, me di media vuelta medio temblando.

-¿Te ocurre algo?- Preguntó mi padre con preocupación.- Estás muy pálida...¿te encuentras bien?

Mostré mi sonrisa mas falsa y negué con la cabeza.

-No papá, estoy bien tranquilo.-Mentí aún manteniendo esa sonrisa en mi rostro.

-Eh...si tú lo dices, buenas noches cielo.

-Buenas noches.- Di media vuelta y borré a toda velocidad la sonrisa que mantenía en mi rostro, subí las escaleras, el pasillo arriba estaba totalmente a oscuras, me temía lo peor.

Me adentré por el pasillo y Mary me agarro de la manga de mi camiseta y me adentró a su habitación, o eso creía que era, me apoyó con brutalidad en la pared y agarró mi rostro con fuerza para que la mirara a pesar de que no podíamos vernos bien la una a la otra.

-Estoy harta de que mamá te preste mas atención a ti, tienes mayoría de edad, ¿por qué coño no te vas?- Lo decía en susurros con tono de voz algo alto.

-Porque....no tengo a donde ir....- Dije temblando de terror.- Por favor no me hagas nada, de verdad que no era mi intención hacer que mamá me prestara más atención hoy a mí que a ti.

Siempre es la misma historia, decir que yo atraía a mi madre hacia mí.

Si decía que mi madre venía por su propia cuenta, mi hermana me haría sufrir días y días.

-No te preocupes.- Posó sus largas y afiladas uñas sobre mi cuello.- Que yo me encargaré de que desaparezcas, niñata...- Apretó la uña contra mi cuello y la movió lentamente formando así un ligero arañazo del que comenzaba a brotar sangre.- Vete de una puta vez.- Se separó de mí y en cuanto lo hizo salí corriendo de su habitación para después encerrarme en la mía.