Estoy enamorada

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Al acabar de contarle todo lo que me sucedió Mello mantuvo su mirada perdida en el suelo, su ceño estaba ligeramente fruncido y sus puños apretados. Estuvo tenso durante todo el tiempo en el que estuve hablando.

-¿Y quieres seguir queriendo encontrar a tu madre?- Habló al fin alzando su rostro hacia el mío.

Vacilé a la hora de responder, tragué saliva y asentí lentamente.

-Quiero asegurarme de que está bien aunque llame a la policía con tan solo verme, intentaré hablar con ella y que me escuche...con mi hermana no está a salvo.

Mello asintió, agarró mis manos y me miró a los ojos provocando que me estremeciera.

-Te ayudaré a encontrarla, aunque no quiera.- Me mostró una pequeña sonrisa.

Me sorprendió ese pequeño acto nunca me había sonreído de esa manera, siempre eran sonrisas de burla que me hacían sentir inseguridad cuando estaba con él, pero ahora me provocaban otro tipo de sensación, me sentía cómoda con su presencia y me sentía..libre al saber que en ese momento tenía a alguien al que podía contarle mis problemas sin pensar que soy una cría, una psicópata o una asesina.

-Mello...hay una cosa que..quiero preguntarte, es sobre...lo que me contaste.- Dije con algo de lentitud ya que sabia que lo último que quería Mello era recordar su oscuro y triste pasado.

-Pregúntame lo que sea.- Dijo apretando mi mano.

Solté un pequeño suspiro y desvié la mirada.

-¿Sabes quien mató a tu padre?...preguntó porque has dicho que quieres venganza y...no sé es para saber si cumpliste.

Mello negó lentamente y soltó mi mano. Sus ojos tenían de nuevo ese brillo que los hacía realmente hermosos pero...ese brillo era de tristeza y era lo último que quería ver en él.

-Sé quienes fueron pero ese es mi problema no el tuyo, así que ignoremos este tema, ¿de acuerdo?- Asentí lentamente.

-¿Por qué querías saber más de mí?- Pregunté ladeando la cabeza.

Mello sonrió para sí mismo y se levantó, alzó mi barbilla y me miró a los ojos, me estremecí y pude notar como mis mejillas empezaban a arder ya que se acercaba poco a poco a mí.

-El por qué es simple, solo tienes que abrir bien esos ojitos que tienes y verlo por ti misma.- Dijo con una voz tranquilizadora acercando sus finos labios a los míos provocando que rozaran.

De repente el chirrido de la puerta principal resonó por toda la casa haciendo que Mello y yo no sobresaltásemos. Mello quitó su mano de mi barbilla y se alejó un poco soltándo un pequeño suspiro de cansancio.

-Vamos a ayudarles.- Dijo rodeando los ojos.

-S-sí...

-¡Qué bien cocinas Meloy!- Exclamó Matt con la boca llena dándole granes mordiscos a la carne.

-Gracias, pero también me ha ayudado Mello.- Dije con una pequeña sonrisa.

-No seas tonta te podías haber llevado todo el medito.- Dijo Mello entre risas revolviéndome el pelo.

Matt nos miró arqueando una ceja y se metió otro trozo de carne en la boca a lo bruto, Nicl se mantenía ausente sin prestarnos atención alguna.

-¿Qué mosca os ha picado a vosotros dos?- Preguntó Matt ladeando la cabeza.

-¿Eh? ¿A que te refieres?- Dijo Mello cogiendo otro trozo de carne.

-Os lleváis muy bien así de repente.

Encadenados (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora