-Mello, mello..
-¿Mh?- Abrió los ojos y me miró adormilado.
-Es de noche, tenemos que ir a la casa de tu amigo a que nos ayude.
-A...si.- Se levantó poniendo una mueca de dolor y se apoyó en la rocosa pared.
Me acerqué a él y le pase su brazo por mi espalda para que se apoyara en mí.
-Creo que no vamos a poder ir así.
-No es nada.- Se separó de mí y comenzó a caminar intentando mostrarme que no le dolía pero se podía apreciar que cojeaba un poco.- ¿Te vas a quedar ahí parada?
Suspiré y caminé detrás de Mello.
-Si te duele no hagas esfuerzos por conservar ese tonto orgullo que tienes.
-Te he dicho que no me duele.- Dijo molesto y sin girarse.
-Vale, vale, lo que tú digas, es tu salud, no la mía.- Oí un suspiro y continué siguiendo a Mello. Llegamos a la ciudad, agarré el brazo de Mello con fuerza.
-¿Qué pasa?- Se giró y me lanzó una mirada de enfado.
-No camines tan decidido por las calles, aún hay gente y tenemos unas pintas horribles además de que llevamos la ropa de presos.- Mello se encogió de hombros.- Por favor...sé más discreto.- Supliqué mirandole a los ojos, este apartó la mirada y se liberó de mi agarre.
-Vale, pero no seas pesada, iremos por esa calle.- Señaló un barrio a lo lejos.- Por allí no pasa mucha gente y hay muchos callejones donde esconderse.- Asentí y le seguí.
Por suerte nadie se fijó en nosotros, llegamos a la calle y en efecto no pasaba mucha gente, estaba desierta.
-Uf, menuda suerte.- Dije aliviada.
Mello tenía su vista fijada al frente y comenzaba a cojear un poco pero hacia el esfuerzo de caminar normal.
Resoplé e hice que se apoyara en mí para caminar, acto que le pilló un poco por sorpresa.
-¿Qué te crees que haces?- Preguntó con molestia pero sin apartarse.
-Da lástima ver como intentas disimular el dolor.- Mello no mencionó nada al respecto y me guió hasta que llegamos en frente de un edificio con pinta de ser muy antigüo.
Mello tocó el timbre y ambos esperamos hasta que alguien, al parecer un chico, respondió.
-¿Quién es?
-Matt, soy yo, Mello.- Por un momento vi como el rostro de Mello cambiaba de frío a ilusionado.
-¿Mello? ¿Es una broma? Está en la cárcel.
-Matt abreme la puerta o te juro que mañana en cuanto salgas voy a acabar con todos tus asquerosos videojuegos.- Dijo dejando escapar su paciencia.
-Vaya...si que eres tú, pasa.- Nos abrió y entramos, ayudé a Mello a subir las escaleras hasta que llegamos al segundo piso, la puerta estaba abierta y entramos.
-Matt...
El tal Matt se asomó y se dejó ver por completo, es un chico más o menos de mi misma edad, tiene la misma complexión que Mello, de piel pálida, pelirrojo...no pude apreciar bien el color de sus ojos ya que llevaba un goggles puestos, pero vi su ceño fruncido por la preocupación y se acercó rápidamente hacia nosotros.
-Mello...por dios... ¿qué te ha pasado?- Cerró la puerta rápidamente y estaba a punto de ocupar mi lugar para ayudar a Mello pero se percató de que estábamos encadenados así que se posicionó en el otro lado.- Tienes mucho que explicarme.
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Encadenados (FINALIZADO)
FanfictionTener una hermana completamente psicópata me ha llevado al punto de perder todo lo que quiero...pero por otra parte me ha cambiado la vida por completo y me ha hecho vivir una aventura con una persona de la que no me arrepiento de haber conocido, os...