Boda Desastrosa

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Melody

Alisé la falda de mi vestido de novia. Me encontraba frente al espejo, me veía tan rara, nunca me había arreglado tanto.

El vestido que era de cuando mi madre se casó era hermoso, sin mangas, el escote era lo que no me gustaba, nunca me había gustado mostrar mi cuerpo pero bueno...solo lo llevaría unas horas, la falda de mi vestido era muy larga, mis tacones blancos y mi pelo estaba recogido en un moño adornado con pequeñas flores blancas y horquillas del mismo color, luego mi maquillaje era simple, mis labios estaban rosados y brillantes y mis ojos ligerente maquillados con una sombra de ojos muy poco notable, además de los coloretes que había echado a mis mejillas para disimular mi palidez de muerta.

En ese momento la puerta se abrió muy repentinamente, me giré y vi a mi madre con una amplia sonrisa en su rostro.

-Melody, hija...- Cerró la puerta sin despegar su mirada de mí, se fue acercando y agarró mis manos mirando mi vestido para finalizar en mi rostro.- Mi niña, estás hermosa, eres una princesa.

Reí un poco y pasé uno de los mechones que caían e mi moño tras mi oreja.

Sabía que este día llegaría pero no pensé que fuera a ser tan pronto y con él...

-Mamá estoy muy nerviosa, sabes que no me gusta ser el centro de atención.

Mi madre sonrió con ternura y acarició mi mejilla lanzándome una mirada maternal, la suavidad de sus manos casi que me calmaba.

-¿Sabes qué? El día de mi boda pensé lo mismo que tú, yo no quería ser el centro de atención y me daba miedo pasear por el altar, pero...cuando paseé por él decidí centrarme solo en él, en tu padre, al único que estaba viendo era a él, con su traje, su pelo repeinado, su mirada llegó a de ternura...- Poco a poco su voz iba disminuyendo y su alegría también.- Ojalá estuviera aquí para ver como su niña celebra su gran día.

-Mamá...

La abracé con todas mis fuerzas y posé mi mentón sobre su hombro, cerré mis ojos para intentar no llorar pero yo ya escuchaba los sollozos de mi madre, acaricié su pelo con cuidado de no estropearlo, alejé mi rostro de su hombro y acaricié sus mejillas.

-Tenemos que ser fuertes, no llores o estropearás tu maquillaje.- Dije mientras pasaba mi dedo pulgar por sus lágrimas.

Mi madre mostró una leve sonrisa y depositó un beso en mi mejilla.

-Tienes razón cariño, hoy es tu día y debes de disfrutarlo, pero sobre todo con Mihael, no sabes las ganas que tiene de verte, solo habla de ti.- Rió.- Es un pesado.

Reí un poco y negué con la cabeza sin borrar la sonrisa de mi rostro.

-Yo también tengo tantas ganas de verle, debe de estar guapísimo.

-Y lo está, parece un principito.

Rodeé los ojos y mi madre rió.

-¿No le pega la palabra "principito"?

-No.- Reí a carcajadas y mi madre igual.

-Bueno cariño, voy a salir ya, después vendrá Nick a por ti.

Asentí pero antes de que mi madre se fuera la agarré del brazo, esta me miró algo incrédula, solté su brazo.

-Mamá, ¿tú tienes planeado formar una vida con Nick?

Vi como las mejillas de mi madre se tornaban de un color rojo lo que ya fue una respuesta bastante clara para mí.

-Hija yo...sé que te has dado cuenta de que siento algo por él pero....aún así aún no puedo olvidarme de tu padre cariño.

Encadenados (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora