Repelente

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Llegamos al centro de la ciudad, Mello decidió aparcar y dejar a la niña en frente de comisaría.

Esta me agarraba de la mano y miraba alrededor sonriente como si fuera la primera vez que veía aquella ciudad.

-¿Y me van a cuidar otras personas?- Preguntó inocente.

-Sí.- Asentí.- Conocerás a tu mamá y a tu papá, vas a estar mucho mejor en cuanto estés con ellos, verás.

La niña alzó su mirada y sonrió.

-Alice.- Dijo la pequeña.

-¿Alice?- Pregunté extrañada.

-Alice...es mi nombre.- Dijo sin más.

-¿Qué, pero...no habías perdido la memoria?- Pregunté un tanto extrañada.

-No lo sé, es que ese nombre ha pasado por mi cabeza como un rayo, creo que ese es mi nombre.- Sonrió nerviosa y después miró hacia atrás con los ojos muy abiertos.- Ala que guay la policía está ahí.

Mello y yo nos giramos como un rayo y Mello me empujó para seguir caminando pero sin correr para no llamar la atención.

-¡Eh, pero que esta ahí!- Gritó la niña señalando a la policía y tirando del brazo de Melody.

Mello la asesinó con la mirada, la policía pasó a nuestro lado y pensamos que nos habíamos librado por lo que resoplamos a unisono, pero no tenemos muy buena suerte desde el principio de la historia...tampoco la íbamos a tener ahora.

-¡Señor policía!- Gritó Alice haciendo que por primera vez la mirara con odio.

-Callate...- Susurré entre dientes.

El policía se giró y la niña continuaba llamando su atención.

-¡Me tiene que llevar con mi madre señor!- El policía arqueó una ceja extrañado y al fin se percató de los acompañantes de la niña, al principio los miró como si los conociese de algo y al final cayó en quienes eran.

-¡Vosotros, quietos!- Sacó su arma, Mello me agarró de la mano y echamos a correr, la niña nos seguía gritando sin parar.

-¡Callate de una puñetera vez asquerosa niñata!- Gritó Mello y seguidamente se escuchó un disparo.- ¡Joder!

Corría ya con la respiración agitada y sujetando la mano de la niña, más disparos se oían de lejos pero cesaron enseguida ya que estábamos más lejos de su alcance y podía darle a alguna otra persona, y estas ya estaban bastante alarmadas.

Al rato conseguimos despistar a aquel policía que había pedido refuerzos, llevábamos huyendo casi una hora y al fin encontramos un callejon donde ocultarnos hasta que pasase todo.

Mello miró a la niña con un notorio odio en su mirada, tanto mostraba que helaba la sangre a cualquiera excepto a la pequeña que le miraba con inocencia.

-Mira niñata...más te vale mantener esa boquita cerrada o de lo contrario te...- Apreté los puños y le di una bofetada a Mello antes de que pudiera decirle nada a aquella niña, este me miró con sorpresa.

-Cuida tus palabras Mello...es tan solo una niña, ¿acaso nunca fuiste un niño?- Dije con tranquilidad.

Mello frunció su ceño y volvió la mirada a la pequeña que se acurrucó en mi pecho, volvió su mirada hacia mí.

-Ya hablaremos tú y yo sobre esto.- Me dijo con seriedad.

-Tú y yo no tenemos nada de que hablar.- Acaricié la cabeza de Alice.- Te odio...no sé como me pude fijar en una monstruosidad como tú.- Y dicho eso el rostro de Mello poco a poco fue suavizándose hasta mostrar una ligera mueca de tristeza en su rostro.

Encadenados (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora