Libre

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Había pasado al fin una semana encadenada al famosísimo hijo de Willy Wonka, se me está haciendo eterno, no puede ser más pervertido y más idiota.

Al fin íbamos a ir a casa de James, el amigo de Matt y Mello que me liberaria de este infierno.

Nos encontrabamos delante de la puerta de entrada, Mello y yo nos pusimos en posición para salir corriendo, Matt nos había dicho que abriría el coche y que en cuanto viera vía libre entrariamos a toda pastilla.

-Está abriendo la puerta.- Dijo Mello preparándose.

-Si no se da prisa bajará alguno de vuestros vecinos y nos verán.- Dije con impaciencia.

Observabamos a Matt, miró a ambos lados y nos hizo una señal con la mano, Mello abrió la puerta y corrimos velozmente entrando en el coche de un salto haciendo que ambos nos chocaramos y Matt cerró rápidamente la puerta.

-Auch...ten más cuidado imbécil.- Me sobé la cabeza.

-Mocosa...- Murmuró repitiendo la misma acción que yo.

Matt entró y nos miró con diversión.

-Habéis estado hábiles.- Rió y arrancó el coche.

Mello y yo nos sentamos bien, Mello y Matt comenzaron a entablar conversaciones mientras yo miraba por la ventana a la vez que escuchaba con atención.

-Bueno Mello, en cuanto os separen podemos irnos de marcha, ¿te acuerdas de las chicas que conocimos? Quieren quedar contigo una noche.

-¿A sí?- Dijo Mello interesado.

Cada momento que paso a su lado hace que me parezca más repulsivo y Matt puede ser caballeroso conmigo, pero en el fondo es igual de cerdo que Mello.

-Aunque veremos a ver como nos las apañamos para que no te vea la policía.

-Bueno, por eso no te preocupes, me las arreglaré como pueda.

-Oye Melody, estás muy callada.- Dijo Matt.

-¿Eh?- Solté haciendo conque no me enteraba de su conversación.- Ah, es que estaba pensando en mis cosas.

-¿La cara de asco que ponías era porque pensabas en tus cosas o porque estabas atenta a cada palabra que decíamos?- Dijo Mello con burla.

¿Este tío me observaba cada segundo o es que es Dios?

-No, no me interesa para nada escuchar vuestras conversaciones.- Sonreí con falsedad y después le lancé una mirada llena de odio.

-No te preocupes princesita, ya falta poco para que nos separen.- Curvó sus labios en una media sonrisa.- Nunca he estado tan felíz.- Me miró con diversión.

-En cuanto me separen de ti montaré una fiesta.- Dije cruzandome de brazos.

-¿Con lo sosa que eres vas a montar una fiesta?- Dijo con burla.

-Mira tío me estas sacando de mis casillas.- Le miré con odio.

-¿Y que vas ha hacer al respecto gatita?- Se acercó más a mí, acto por el que me pegué más a la puerta del coche.

-Lo que decía, perro ladrador poco mordedor.- Sonrió.- No deberías de amenazar si después no vas ha hacer nada.- Le miré de mala manera.

-Mierda.- Matt frenó en seco por lo que Mello y yo caímos de nuestros asientos.

-Pero...- Mello se incorporó.- ¿Qué coño te pasa degenerado?

-La poli.- Dijo Matt asustado.

Encadenados (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora