Vidas enlazadas

Paso a paso

Se quedo hecho ovillo un rato largo, ya ni sabia que día era, ni la hora, en estos momentos estaba cruzando otra recaida,aunque dijo que se esforzaría, dijo que lo haría por su bien y los demás pero su cuerpo no estaba resistiendo como creía, tenia la necesidad de saciarse, sentía que iba a abandonar todo, pero Zoro…

Ese hombre era su fuerza, no quería abandonarlo, no quería decepcionarlo, orgullo, quería ser su orgullo, que lo mire con otros ojos, que sonriera, que abandonara esa habitación, quería saber y a la vez no -Marimo- apreto sus manos, las cuales ahora estaban vendadas, para su suerte pudo entender la advertencia.

Contenerse o ser atado.

Decidió contenerse pero sus labios no se salvaron, sangraban y ardía, aunque sea de a poco, muy lentamente podría mejorar.

-¿Cómo estuvo hoy?-

Shanks desde el otro lado de la puerta hablaba con Kureha -se ah comportado, pero su boca es un desastre-

Suspiro aliviado -si, sus labios con el tiempo sanaran y—

-Me refiero a su forma de hablar, es un mocoso vulgar-

El pelirrojo quedo con la boca abierta ¿Sanji con una boca vulgar? Pero si era demasiado tímido, desconfiaba de las personas y no les hablaba, no podía creerlo, tal vez esa mujer se estaba confundiendo, decidió asentir y fingir que tenia razón -¿Por qué soy el único que puedo verlo? Hay alguien más importante que quiere estar aqui-

-Eres un antiguo colega, solo por eso-

Frunció el ceño -aun así el debería poder verlo, deja de ser tan amargada y-

-Mocoso- acallo al oír ese tono -no quieras pasarte de listo ¿entendido?-

Hizo un puchero y aguanto la necesidad de responderle, temía perder su vida y aun tenia demasiados planes, no podía dejar a Mihawk solo ahora; de golpe estaba recordando cuando lo vio regresar.

Termino de cocer aquel cuerpo y se limpio la frente, tenia lindo aspecto pero sus órganos eran un desastre, no servía -Akagami- se volteo y menuda sorpresa fue ver al pelinegro, había perdido la noción del tiempo, un mes pasaba rápido.

-Mihawk- iba a apretujarlo pero se detuvo, estaba manchado de sangre -espérame un momento ¿si?- el pelinegro decidió esperar afuera, le resultaba incomodo ver al sonriente Akagami mancillado con la misma tonalidad de su cabello…el no debería estar haciendo algo así porque ese hombre era demasiado amable a pesar de todo -lamento tardar- lo abrazo desde sus hombros -bienvenido-

-Siento haberte interrumpido-

Dejo a un lado su sonrisa al notarlo diferente -¿Qué pasa?- lo sujeto con fuerza al sentirlo tambalear -¿eh?-

Noto la sangre en su abdomen -¿Puedo pedirte un favor?-

A los refunfuños limpio y vendo al espadachín, era demasiado imprudente -¡¿Cómo diablos dejaste que te apuñalaran?!- por suerte la herida no toco ningún punto delicado -¡¿Cómo te atreviste a venir así?! Podrías haber muerto-

-Retrasarían el viaje y no tenia tiempo-

-¡¿No tenias tiempo?! ¡Eres tan-!- se quedo callado por el paquete ante sus ojos, extrañado lo tomo entre sus manos -¿Qué es esto?- lo agito tratando de adivinar por el sonido -¿Por qué me traes esto?-

Mihawk se fregó el entrecejo -¿Qué día es hoy?- no tenia idea de eso, ignoraba demasiado el tiempo y no llegaba a apreciarlo, al ver que levantaba los hombros suspiro -nueve de marzo- hablo molesto.

Lentamente proceso la fecha -¡¿Eeeh?! ¡¿es mi cumpleaños?!- Ojos de halcón estaba demasiado cansando como para regañarlo y no hizo más que cerrar los ojos -casi lo olvido…¿por eso quisiste llegar a tiempo?- al no recibir respuesta sonrió ligeramente, el fue la razón por el cual regreso rápidamente, al abrir el pequeño paquete se encontró con una piedra de color marfil, era demasiado preciosa, tomo una banca y la arrastro hasta estar cerca de la camilla -gracias Mihi- susurro para luego recostarse sobre sus brazos sin dejar de observarlo, cerro los ojos con una inusual felicidad brotando de su interior.

Abrió los ojos y su cabellera fue lo primero que capto, hizo amago de querer tocar un mechón rojo pero se abstuvo, era extraño hacer algo como eso aquí y con Shanks, hizo un puño y trato de dormirse, esta vez suspiro con un gran alivio y no tardo en caer agotado entre sueños.

-¿Estas recordando a tu esposo?-

-¡¿Cómo lo sabes?!-

Doctorine sonrió burlona -haces una sonrisa realmente linda cuando piensas en él-

Se sonrojo y cruzo de brazos mirando hacia un costado, a veces se odiaba por ser tan obvio.

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El tiempo seguía pasando y la vida continuaba desarrollándose.

Zoro comenzó a asistir a terapia luego de una extendida charla con el pelirrojo y parecía dar el resultado esperado, poco a poco algunas heridas cicatrizaban y sentía que tal vez podía dar un paso decisivo para cambiar como persona, también pudo hablar con su tío y reflexionar por su decisión, prefería esperar a que Sanji se recuperara y el pelinegro sintió un gran alivio al oírlo.

-¿Cómo te has sentido hoy?- la mujer fumaba descuidadamente frente al peliverde a quien no parecía importarle.

Miro sus manos, había dejado de estar asustado y de reflejar sus temores en personas -no puedo dejar de pensar en él-

Exhalo el humo -¿te refieres a Sanji?- al verlo asentir apago el cigarro, así que seguía en el limbo de no saber que hacer con esos sentimientos, hacer lo correcto y ser el adulto que el rubio vio desde el comienzo o declararse y ganarse el mejor o peor titulo que la persona amada podría darte, porque para ser sincero, el chico que mencionaba podía corresponder como rechazarlo -¿Cómo esta? Ya paso una semana-

-No me han dicho aun, hubo algunos problemas, no dijeron cuales pero creo saberlo- Sanji era un miedo que no podía dejar ir así de simple -no quieren decirme ¿acaso el-?

Ella levanto la mano para que se callara -deja de pensar de esa forma, ten en cuenta que una persona en rehabilitación pasa por momentos desesperantes, esta emergido en sentimientos confusos y en un mundo donde nadie lo comprende, Sanji…para serte franca pienso que el chico pudo haberse autolesionado- no era una mujer que escondía las posibilidades -pero también puede ser que haya decidido aislarse completamente y verse a si mismo, más de lo que crees-

-Yo se que el…es un mocoso fuerte-

-Que bravo a de ser tu amor que piensas así de él- se sonrojo, amor…no experimentaba el amor hace tanto y se sentía como un mocoso -Zoro ¿Qué harás cuando regrese? Seguramente el espera que estés a su lado-

Suspiro, aunque era doloroso, prefería las cosas a como estaban, no tenia derecho a declarársele -solo…me quedare a su lado-

Cerro sus ojos con una sonrisas satisfecha, malditos mocosos con sus traumas y vidas amorosas, por eso amaba su profesión -se termina la hora ¿quieres agregar algo más?-

Zoro observo a Belo Betty, supongo que debía de decírselo -estoy feliz de haberme enamorado-

-Que bueno es ser joven- se burlo -ve por él, chico- apunto a la puerta, el mundo era suyo si se lo proponía -no dejes que nadie te lo robe ¿de acuerdo?-

El pelinegro estaba esperándolo afuera -Ace- miro a los costados percatándose de que no estaba ese hombre -¿te escapaste de Smoker?-

-Podría decirlo así ¿Cómo has estado? Supe que comenzaste con las terapias y vine a buscarte, son buenas ¿verdad?-

-Admito que me siento diferente-

-¿Verdad? Me paso lo mismo hace dos años, esas personas tienen como polvo magico en cada palabra que dicen ¿quieres comer algo? Hay un buen restaurant aquí cerca-

Era extraño, miraba a Ace y por primero vez suspiraba y podía decir con tranquilidad que lo veía como un amigo, así es, era la primera vez en tantos años que podía decir que el Escuadrón Suicida no era lo que aparentaba, no estaban locos, solamente eran los rotos y nadie pudo comprender eso.

El maltrato hacia Ace.

La muerte de los que Law y Kid amaban.

La violación de Robin.

Todos habían cargado eso por años, pero era el momento perfecto para decirlo, ellos se sentían solos, no tenían nada que perder y el fue el único… el siempre tuvo las manos llenas pero no le importo que lo más importante se le fuera de ellas, solo hasta que lo perdió completamente pudo llamarse un miembro del escuadrón suicida.

-¡¿Zoro?! ¡¿Qué pasa?! Tienes los ojos rojos-

Apreto sus ojos y se fregó el puente de la nariz -nada- suspiro, se sentía lleno de energía -¿Dónde queda el restaurant?-

El pecoso sonrió y lo tomo del brazo con entusiasmo, por primera vez estaba caminando con la persona que tal vez podría considerar su mejor amigo.

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Lo primero que hizo al llegar a su casa fue repasar sus anotaciones, tenia esa maldita costumbre de leerlas no importa cuanto tiempo pase, siempre, siempre las llevaba consigo, tanto Zoro como Ace se vieron afectados por haber acabado con tantas vidas pero el…no podía sentir nada por nadie, tal vez sentía atracción por el peliverde pero no podría llamarlo amor, eso sonaba muy estúpido.

Escucho el toque en la puerta y abrió molesto, eran las diez de la noche -¡Hola!- era un niño -soy Luffy, vivo al lado- indico la casa -te traje esto-

Le dejo algo en las manos y se marcho rapidamente ¿Qué había sido eso? Un extraño chico se le apareció en su puerta y le dio…¿un bento? Miro hacia donde se fue ¿era su vecino? Jamás lo había notado, estaba aquí hace un mes y nunca se dio por conocer a sus vecinos.

Suspiro y entro, hacia frio y esta comida no largaba un olor apetecible -¿Qué es esto?- parecía un revoltijo que tenia de todo un poco -¿es comestible?- se llevo un bocado y casi lo escupe -¿Qué mierda es esto?!- iba a arrojarlo a la basura pero…

Ah mierda, ese chico había puesto su mejor cara para entregárselo, es por eso que odiaba ligar con mocosos.

-Señor Trafalgar- aquella mujer lo miraba de una manera cariñosa -gracias- el niño a su lado la imitaba y sonreía -¿Cómo podre agradecerle?-

El ojeroso negó y la ignoro, era la primera vez que salvaba una vida en este lugar.

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Amaso la almohada y se recostó pero no tardo en sentir un peso a su costado -¿Qué pasa Mihi?- sabia que era él, no había nadie más en la casa.

-No podía dormir-

-¿Y?

Cuando llegaba el momento de dormir Shanks se volvía frio con su esposo y eso lo mataba -no le pediré disculpas ¿de acuerdo?- el pelirrojo otorgo silencio permitiéndole que continuara hablando -es un chico amable y se que lo que hice fue demasiado, por eso hablare con el, pero no me disculpare

-Asustaste a un niño-

-Estaba descontrolado y era la única manera, no pensé que te enfadarías por eso, creí que lo comprenderías-

Decidió sentarse -te entiendo, pero ¿es que no te das cuenta?-

-¿De que?-

Amaba cuando era tan despistado -Me asustaste, volví a sentir lo que paso hace años, cuando tu…- se toco la frente tratando de no rememorar eso, estuvo a nada de perderlo y eso lo perturbaba -fuiste tan estúpido- el también lo fue porque ni siquiera dudo en poner su cuerpo para proteger al pelinegro -sobrevivimos gracias a nuestros compañeros, dios, te odio tanto- pero contrario a sus palabras lo abrazo -quiero que me lo prometas, que hablaras con él y lo apoyaras-

Con apoyarlo se refería a “eso”, aunque siempre pensó que Roronoa se casaría con una hermosa mujer no veía nada de malo en el rubio, tal vez el hecho de que era un poco descarriado le incomodaba pero simplemente le faltaba atención -lo prometo-

Hundió su nariz en el cuello de ojos de halcón, su olor y calor comenzaron a hacer estragos en su cuerpo y se maldijo -Te amo Mihi-

Sintió la mano del mayor colarse bajo su pijama y acariciar el largo de su espalda -yo también-

Suspiro extasiado, había pasado tiempo y se maldijo al sentir lo duro que estaba, no debía, aun era muy pronto -Mihi- lo llamo al sentir como rozaba su pezón -no lo hagas- hablo sobre sus labios -aun…aun estoy enojado-

-Lo remediare- rápidamente lo alzo como una novia y comenzó a subir las escaleras y repentinamente escucho la risa del pelirrojo -¿Qué?-

-Me recordó a nuestra noche de bodas-

Eso fue tan vergonzoso y gracioso, el Gran Ojos de Halcón se había tropezado en plena subida por la escalera y ambos cayeron de lleno, la excitación y lo romántico se fueron al diablo en segundos.

-¿Cómo puedes recordarlo?-

-Oh vamos- beso su mejilla -se que lo recuerdas tan bien como yo-

Claro que si, porque estaba demasiado cachondo, no espero a nada y se lo hizo en esa misma escalera -¿Quieres que lo repita?- hablo Mihawk y Shanks negó entre risas

-Prefiero algo suave en mi espalda mientras me lo haces, además tus rodillas te lo agradecerán-

Ambos sonrieron y se besaron, si, este amor iba viento en popa.

Hola!!!! Aqui esta 😥 pense que no llegaba, pero le meti mano, no se porque siento que las escenas de MiSha me salen como más tiernas 🤣 Aparecio Luffy, va a ser el tierno vecino de al lado, me encanta eso, en la proxima Sanji aparecera por un largo rato, me quede pensando en como realzar a Robin, todavia no se, lo ando pensando 🤔
Publique otra historia por si quieren entretenerse, es de hace seis años pero guarda su escencia, bueno, espero que lo hayan disfrutado! Los amo!

Mero ❤❤❤