Estaba ahí parada, muriéndome de frío, pero, no podía negar que la vista a la luna era demasiado hermosa y me gustaba.
Ya no era broma, me moría de frío y yo como la buena pendeja que soy, no traje mi suéter en caso de cualquier cosa.
–¡Paola quédate quieta! -grito Joaquín, me estaba congelando-
–Me estoy muriendo de frío, ni como chingados me mueva -respondí en un grito y trate de reírme-
Deje de escuchar la voz de Joaquín y sus pasos, para que después sentir como alguien me tapaba los ojos.
–Y hasta aquí llegué amigos -dije y escuché la risa de Joaquín-
–Sigo siendo yo boba -me trate de voltear y Joaquín y me regresó a mi posición-
–Aún no puedes voltear.
–Me lleva a mi y a ti la chingada -solte una carcajada, para que después Joaquín riera un poco-
Joaquín me quitó la mano de mis ojos y me quedé ahí parada nuevamente, mirando a la luna y muriendo de frío.
Cuando sentí que Joaquín se paro a mi lado y jalo un poco mi brazo, haciendo que volteara a verlo y cuando vi, tenía un ramo de rosas.
–Por la forma en la que me jalaste, quiere decir que ya puedo mirar, ¿no? -dije y asintió riendo-
–Vamos a lo importante, después hablamos de cualquier cosa, ¿de acuerdo?
–De acuerdo, iremos a lo importante -reí un poco-
Noté como Joaco se ponía un poco nervioso, era fácil saber que estaba nervioso, por qué se reía mucho y se ponía rojito, segundos después de eso tomo mi mano y me miró fijamente.
Desvié la mirada por segundos, para regresar mi mirada en el y ponerlo aún más nervioso.
–Es que no se cómo decirlo -reí-
–Tu solamente, sueltalo -dije y asintió-
–Esta noche, frente a la luna, quiero aclarar todo lo que siento por ti, desde hace cuántos meses.
–Te escuchó, tienes todo mi tiempo.
–Desde que te vi por primera vez, caí enamorado de ti, tu forma de ser y cosas así -tomo mi mano- como tú hermano y tú se la pasan diciendo, me traes de tu pendejo -rei levemente-
–Ah, que bien aprendes -reí nuevamente-
–Bueno, a lo que quiero llegar es que me traes de tu pendejo y quería pedirte -hizo una pausa y suspiro- que seas oficialmente mi novia, la niña de mis ojos, bueno que seas mi todo -río-
–Claro que si Joaquín, seré oficialmente tu chica.
–¿Enserio? -me miro sorprendido y me dio las rosas- pensé que... -se quedó callado-
–Claro, no creas que me la pasé un mes llorando a lo pendejo por ti -reímos y me pego a su cuerpo-
Unos segundos después, el me besó, el beso era dulce, suave y tierno, como lo habían sido los otros besos.
Realmente, me sentía demasiado feliz, sentí que mi corazón iba a explotar o que se me saldría del pecho, al final de cuentas, mi sueño se cumplió y podría morir en paz, por fin había logrado lo que tanto quería.
Aunque no había sido fácil llegar hasta acá y habíamos tenido un problema, esa parte de nuestro amor pudo con eso, para que pudiéramos ser felices como lo merecemos.
Ya se acercan los capítulos finales, ¿están listos?
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Díganme en los comentarios, ¿qué les pareció este capítulo? ¿quieren que siga?
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No se olviden de darle amor y compartirla❤️