4 años después...
Narra Joaquín
La familia de Paola y yo, nos estábamos muriendo de nervios en la sala de espera, necesitabamos información de ella, saber cómo estaba.
Me comencé a desesperar y empecé a caminar de un lado a otro, estaba a nada de empezar a comerme las uñas.
–Joaquín, pendejo de mierda... -dijo Alan para que lo mirara- deja de andar caminando de un lado a otro, harás que pierda la cabeza.
–¿Cómo quieres que esté tranquilo? desde hace algunas horas, no se nada de mi novia.
–Joaquín, ve a tomarte un café para que te ayude a calmarte, nosotros te avisaremos cualquier cosa -dijo la madre de Paola y solamente negué-
–Muchas gracias, pero, créanme que ahora no me quiero mover de aquí, no hasta saber que todo está bien.
–Mira, mejor yo iré por unos vasos de café, por qué si siguió aquí, me harás perder la cabeza -dijo Alan- papá, acompáñame, así me ayudas.
–Quiero un capuchino -dije y se fueron- estoy demasiado nervioso.
–Tranquilo Joaquín, verás que todo estará bien -me sonrió la madre de pao-
Después de unos cuantos minutos, Alan y el padre de pao regresaron con los cafés.
Había pasado media hora desde que me había tomado mi capuchino y cada vez me desesperaba más, hasta que salió una doctora y se acercó a nosotros.
–¿Familia de la señorita Leyva? -dijo la doctora y nos levantamos de golpe-
–Somos nosotros -dije- bueno yo soy el novio, ¿todo bien?
–Todo está de maravilla -dijo la doctora- solamente quería informarles que el bebé de la señorita, ha nacido perfectamente.
–¿Y como se encuentra? -preguntó la madre de Pao-
–Como le comenté, nació perfectamente, está muy sano -solté un suspiro- felicidades, el bebé es un niño -dijo la enfermera-
–¿Y la señorita Leyva, como está? -preguntó el padre de pao-
–Esta muy bien, la están transfiriendo a una habitación, en cuestión de minutos podrán pasar a verla -dijo la doctora- y con su permiso me retiro -dijo y se fue-
Después de unos cuantos minutos que la doctora se había ido, me deje caer al piso de rodillas para soltarme a llorar de felicidad.
–Es niñoooo y nació bien -dije en mi mar de lágrimas-
–Te dijimos que todo saldría bien -dijo Alan y me levanto del piso para abrazarme- felicidades cuñado.
–Gracias Alan -dije y sentí como los padres de Paola se unían al abrazo-
–Enserio, muchas felicidades -dijo su madre y sonreí-
–Ahora que tienes a otra responsabilidad, tienes que cuidar mejor que nunca a mi hija y a mi nieto -dijo su padre en un tono amenzante-
–Los cuidare como no lo imagina -dije-
Luego de unos cuantos minutos ahí abrazados, decidimos ir a la habitación donde estaría Pao, todo mi ser iba temblando de los nervios.
Hasta que por fin llegamos a la habitación, Alan abrió la puerta cuidadosamente para que me dejara entrar a mi primero.
En esos momentos, sentí como si me fuera a morir, estaba demasiado feliz y emocionado.
–Hola mi amor -dije y le di un suave beso- felicidades bebé.
–No solamente para mí eh -río- también para ti, tu eres el padre -reimos-
–¿Me dejas cargar a mi hijo entonces? -río y me lo dio cuidadosamente- al final, ¿que nombre se queda para el bebé?
–Queda el nombre de Emanuel Nicolás -dijo emocionada-
–De acuerdo, será Emanuel Nicolás -sonreí- me haces el más feliz de todos, ¿lo sabías?
–Si lo sabía, por qué tu me haces demasiado feliz -la miré- gracias por todo esto mi amor.
–Estare siempre para ti y para nuestro hijo -dije y sonreímos-
Después de unas horas en el hospital, dieron de alta a Pao y regresamos a casa, lo primero que hicimos fue ponerla cómoda y luego me tire en el piso, para sentir unas patitas sobre de mi... Indie como siempre tratándome con amor, miro a Nico y se acercó cuidadosamente a el, para comenzar a olfatearlo.
El capítulo final, estará divido en dos partes... ¿están listos?
••••••
Díganme en los comentarios, ¿qué les pareció este capítulo?
•••••••
No se olviden de darle amor y compartirla❤️