Después de un rato que estuvimos acostadas en mi cama, escuchando música, Luna se levantó y entro a mi clóset, para buscar un vestido.
Y claro, como estaba en su casa muy cómoda, saco todos mis vestidos y los puso ahí en mi cama.
–Cuando me vaya tu te quedas para acomodar mis vestidos -la mire-
–Si patrona, lo que usted mandé y ordene -dijo y me reí-
Continuamos viendo todos mis vestidos, hasta que hubo uno que ni siquiera me acordaba que tenía y me gustaba.
Segundos después, me levanté y entre al baño para darme una buena ducha, saliendo me seque mi cabello, para poder plancharlo y después me maquille un poco.
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Me puse este vestido y me mire por unos cuantos minutos al espejo, mientras que Luna solamente me miraba y reía.
–Te ves bien, no se de que te preocupas -me dijo y dejé de mirarme-
–No es eso, solamente, que no me acordaba de este vestido y pues quiero aprovechar.
–Te ves hermosa, se lo que te digo.
–Gracias Lu -me termine de maquillar-
Me senté un rato en la cama y me quedé pensando por unos cuantos segundos, no sé que mierda estaba planeando Joaquín y aveces me daba miedo.
Unos cuantos minutos después, Alan entro a la habitación y lo mire con una cara de querer matarlo.
–Perdón por interrumpir su larga plática -dijo mi hermano- pero, Paola llegó tu galán.
–¿Llegó Joaquín? -respondí nerviosa-
–Eso mero -dijo Alan y me levanté para acercarme a el-
Me tomo de la mano y me dio una vuelta, segundos después comenzamos a bajar para la sala, ahí estaba Joaquín, platicando con mis padres.
–Joaquín Cordovero, tengo el honor de entregarle a su dama -dijo Alan para llamar su atención-
–Paola, te ves hermosa -se quedó pensando- bueno, siempre has sido hermosa, pero, hoy te ves más hermosa.
–Gracias Joa -lo abrace y bese su mejilla-
–Joaquín, cuida a mi hermana -Joaco solamente asintió- que lo que planeaste salga muy bien -sonrieron-
–Mi bella dama, ¿le parece bien si nos retiramos? -me reí y asentí-
–Claro mi bello damo.
Después de unos minutos, salimos de mi casa y subimos al auto, Joaco comenzó a conducir y yo puse musica.
Todo el camino íbamos en silencio, bueno, yo no, yo iba cantando las canciones que me sabía y solamente veía como Joaquín se reía.
–Me encanta verte así de feliz y emocionada -dijo y lo miré-
–Y a mí me gusta que estés en mi vida, haciéndome feliz.
Nos detuvimos por qué el semáforo tenía luz roja, Joaquín aprovechó para tomar mi mano, entrelazarla a la suya y por último le dio un beso.
–Te quiero mucho -dijo y lo mire con una sonrisa- gracias por llegar a mi vida.
–Gracias a ti, por hacerme feliz, por formar parte de mi vida -reí un poco- y sobretodo por soportarme.
Después de unos segundos de cursilerías, el semáforo se puso en verde y nos pusimos en movimiento.
Después de unos cuantos minutos, llegamos a dónde sería la sorpresa, bajamos del auto y me quedé asombrada mirando el lugar.
–¿Te gusta? -preguntó-
–Me encanta, es demasiado lindo -lo abrace-
Todo parecía un sueño, era como un tipo bosque, lleno de luces y cosas así.
–¿Te parece si vamos a comer algo? -dijo y asentí aún emocionada-
Nos fuimos a una "cabaña" por así decirlo, nos sentamos y comenzamos a platicar un poco, para que segundos después nos atendieran,parecía un pequeño restaurante, pero privado.
Después de unos minutos, nuestra comida llegó y empezamos a comer, todo era un delicia y estaba demasiado feliz.
Después de comer, nos levantamos y salimos de ese pequeño "restaurante" me quedé mirando a mi alrededor, era hermoso el lugar.
–Oye Paso -lo miré- ¿me esperas aquí? vengo en un momento.
–No tengo a dónde ir, así que ve tranquilo.
En cuestión de segundos, Joaquín se desapareció de mi vista, se me hizo algo raro, pero, estaba tranquila confiaba en la palabra de Joaquín.
Me quedé mirando a la luna, se veía tan hermosa, desde que era pequeña me gustaba ver la luna.
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