Joyerías Izaro

Capítulo II: Pidiendo Ayuda

Así que ahí estaba yo, sentada en la oficina intentando concentrarme en el trabajo pero el encuentro con Adelina me había dejado un poco fuera de mí, una parte decía que volviera con Adelina pero mi lado más lógico decía que tenía que concentrarme en le trabajo después de todo estaba aquí por trabajo no por un amor fracasado, miraba mi celular con insistencia sabiendo que nadie, absolutamente nadie iba a enviarme un mensaje o llamarme si es no era por temas de trabajo, Eve, mi secretaria, entró a la oficina y yo levanté la cabeza.

— La señorita Gregson está afuera — la chica me quedó mirando esperando una respuesta y yo asentí con la cabeza ¿Qué hacía Adelina aquí? ya habíamos firmado el contrato, no tenía nada que hacer en mi oficina.

— Que pase — respondí con rapidez y ella asintió con la cabeza, Adelina entró con unos papeles entre los brazos, ¿Teníamos asuntos pendientes de los que no me acoraba? 

— Necesito que me ayudes con unas cosas ¿Tienes tiempo? — preguntó acercándose a una de las sillas y dejando los papeles sobre mi escritorio, no, claramente no teníamos nada pendiente, eso estaba claro o Eve me lo hubiese comentado cuando fui a la oficina de Adelina.

— Todo el tiempo del mundo — me separé un poco de mi escritorio «solo si se trata de ti» pensé y yo tomé uno de los papeles — ¿De qué va esto? — le pregunté para entrar en contexto.

— No lo sé — su tono avergonzado era evidente así que me reí un poco, ¿Sabéis que significaba eso? que algo en su vida personal le estaba afectado hasta el punto en el que no le quedaba cabeza para concentrarse en el trabajo.

— Bien pues, veamos de qué va — me hice al animo para leer los papeles.

Por alguna razón sentí que volví a trabajar para Adelina era como si no hubiese pasado ni un solo día desde la vez que habíamos discutido en su oficina el año pasado, me había llevado unas planillas y balances que no se veían muy bien, le marqué algunos números y le hice notas en el borde de las hojas mientras que sentía la mirada de Adelina sobre mí ¿Ella no tenía nada que hacer? quiero decir, ¿Me había llevado aquellos papeles para que yo le hiciera el trabajo?

— Tu gente aún no sabe cuadrar presupuestos— le comenté mirándola, me ponía un poco nerviosa el hecho de que estuviera en silencio mirando todo lo que hacía.

— No, creo que no — sonrió de manera forzada.

— ¿Qué me cuentas? — pregunté para tomar otra hoja y revisarla.

— Nada interesante la verdad — se llevó una mano al cuello para sobárselo — ¿Tú me cuentas algo? — preguntó ella.

— Nada, la gente de Chrétien es insoportable, mucho ego poca persona — me rasque la cabeza mirando el papel, había algo que no estaba entiendo o quizá era el hecho de que estaba hablando con Adelina mientras intentaba trabajar.

— Eso me han dicho — fue prácticamente un susurro, como si hubiese tenido la intención de decir algo por responder y ya.

— Pero cuéntame algo ¿Cómo está la familia? — le pregunté marcando unas cosas en uno de los papeles que tenía sobre la mesa.

— Mhm bien, Laura entró al MET finalmente — ella parecía que estaba muy cómoda sentada en la silla mientras que yo hacía su trabajo — Jamal sigue en la escuela y Alejandra se va a casar ¿sabes? no me lo esperaba de ella pero aquí estamos — se removió en la silla incomoda, estaba claro que no era la silla sino ella.

— Te noto incomoda ¿Estas bien? — nuevamente estaba tomando mi móvil para revisarlo, se supone que en unos minutos me llamaría un chico para revisar los números de las otras sucursales.