Capítulo XIV: Desvanecer y Desaparecer.

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N.A: Quiero intentar algo distinto y que vean las cosas desde otra perspectiva, espero les guste. Les menciono también que hacer esto no se me da muy bien, así que les pido paciencia.

*P.O.V Adelina* (Espacio temporal: 4 meses atrás, desde el capítulo anterior)

Estaba acostada en la cama mirando el techo mientras sentía la pesada respiración de Jonathan que me indicaba que estaba durmiendo a mi lado, no había podido dormir en toda la noche y eso me estaba jugando malas pasadas, no es solo la noche anterior en la que no dormí, al contrario vienen siendo ya un par de semanas en las que eh estado durmiendo mal por algún motivo el tener a Jonathan al lado mío durante las noches me resultaba desagradable, me levanté de la cama y camine al armario del cual saqué una sudadera de las que no le había devuelto a Lara el año pasado, debo admitirlo la extraño y me estoy aguantando las ganas de llamarla, pero ella tiene pareja y con todo lo de las joyerías lo más probable es que este tapada en trabajo, solo espero que sea feliz.

Camine a la cocina intentando no meter mucho ruido ya que si llegaba a despertar a Jonathan este se pondría de mal humor y no estaba con el ánimo para soportar sus horribles cambios de humor de señora menopáusica.

Me senté a trabajar un par de horas y a pesar de que estábamos en plena semana no tenía las energías para ir a la empresa, he de admitir que no me gustaba mucho trabajar con Jonathan dando vueltas por la casa, metiendo una cantidad excesiva e innecesaria de ruido y hablándome todo el rato, la verdad es que no sé qué le pasa por la cabeza mas independiente de habérselo explicado muchas veces el no entendía que yo en la semana debía trabajar y que no me quedaba en la casa para escucharlo hablar.

Me sobresalte al sentir que alguien ponía sus manos en mis hombros y luego me abrazaba, estaba tan acostumbrada a estar con Lara o incluso sola en la casa que se me hacía raro tener a este ser que hace surf en la casa, al contrario de la chica, Jonathan era considerablemente menos delicado y no trabajaba lo que implicaba que no tenía responsabilidades extras aparte de simplemente existir e intentar ayudar con las cosas de la casa, cosa que hacía horriblemente mal.

— No estabas cuando me desperté — Dijo el chico con voz ronca y ¿Un poco enojado? yo mire la hora y eran las una de la tarde, me limite a soltar un suspiro y seguir mirando la pantalla del portátil — Ven levántate — dijo de forma brusca, más por miedo que por otra cosa yo le hice caso, él me empujó con un poco de fuerza contra la pared más cercana y tomó mis manos para ponerlas por sobre la mi cabeza dejándome así inmóvil — Te voy a enseñar porque deberías estar conmigo cuando me despierte — Dijo el con un tono de voz que realmente me dio miedo y yo negué con la cabeza.

— Jonathan suéltame — dije intentando sonar autoritaria pero el surfista ya no me escuchaba, lo vi separarse de mí un poco sin soltar mis manos y bajarse el bóxer negro que llevaba puesto — Jonathan suéltame ahora — le volví a decir pero tenía tanto miedo que mi tono de voz no ayudo en nada — Jonathan — esta vez no alcance a terminar la frase cuando el chico soltó una bofetada dejándome así un poco aturdida.

— No quiero que hables — Dijo el chico enojado y yo no respondí al comentario, no me vi capaz de hacerlo.

Luego de eso las cosas se descontrolaron totalmente, me sacó la sudadera dejándome así con bragas simplemente y se detuvo un momento para mirarme, sonrió para él mismo y luego puso mala cara, aparentemente vio algo que no le gusto.

— ¿Y este tatuaje? — Preguntó el surfista mientras acercaba su mano libre a mi cadera y yo intente alejarme de él olvidando por completo que estaba contra la pared — No quiero que te hagas más tatuajes ¿Quedo claro? — yo solo me limite a asentir con la cabeza.

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