Joyerías Izaro

Capítulo XIX: Dependencia

Yo estaba tirada en la cama mientras que Adelina leía a mi lado, hace tiempo que no me sentía así de cómoda, tranquila, sentía que volvíamos a ser Adelina y yo contra todo lo que se nos interpusiera, pero su suave voz me obligó a salir de mi cabeza.

— Oye — me llamó ella dejando el libro de lado y yo la mire — ¿Tienes algún plan de vida? — preguntó ella y yo me encogí de hombros.

— La verdad es que creo que no — por su cara entendí que tal vez no era normal que una persona diera aquella respuesta.

— ¿Cómo que crees que no? — preguntó finalmente y yo me acomode en la cama, quede mirando el techo.

— Creo que, lo normal ¿No? — le hice cariño a Dante que estaba acostado entre Adelina y yo — Conocer a alguien, enamorarme, tener hijos si es que es posible — solté un suspiro — matar a alguna persona en el transcurso de mi vida y no sé, quizá unirme a la mafia para que cuando intente salir de ella secuestren a las personas que amo — claramente estaba bromeando — y terminar dándome cuenta que lo que realmente lo que quiero es una vida tranquila, quizá sin el reconocimiento que tiene mi apellido a día de hoy y si es que llegó a tener hijos quiero ser capaz de darles todo lo que necesiten sobre todo amor y comprensión — lleve una mano a mi cabeza y tome mi cabello — y perdón por no ponerte en mis planes, pero no me gusta generar dependencia hacia las personas — añadí de forma inconsciente.

— Así que la mafia — Dijo Adelina en un susurro

— ¿Tú tienes algún plan de vida? — le devolví la pregunta

— Si me hubieses preguntado el año pasado si, tenía un plan de vida, pero ahora — ella se detuvo un momento y yo la miré — no sé si viva tanto — Puedo contar los dedos de una mano la cantidad de veces que había escuchado a Adelina ser sincera, pude ver toda la tristeza que tenía en su corazón reflejada en sus ojos — con suerte soporto las cosas como están ahora, no sé si logré cumplir todas mis metas o todos los sueños que tenía de pequeña — yo la mire y le tome la mano para darle a entender que yo estaba para ella por más mala que pareciera una situación.

— Cuéntame un poco más — Era el tono de voz más delicado que la situación me permitía — recuerdo algo de un viaje en auto por el país — añadí cambiando el tema de conversación ya que no la quería presionar a hablar de cómo era que sentía en este momento si es que ella no quería.

— Cuando era pequeña quería ser alguien importante, no sé cómo — pensó un momento en algo — ser la primera persona en pisar Saturno o algo así — comentó y yo la mire — pero a día de hoy creo que me conformo con ser importante para una sola persona y eso es más que suficiente para mí, tanto así que hay momentos que eso me puede llegar a abrumar — vi como su mirada cambiaba levemente pero seguía estando teñida de tristeza — No sé si pueda soportar todo esto Lara, si me hubieses dicho el año pasado que esto pasaría — hizo una pausa — que Jonathan pasaría, no te hubiese creído y me hubiese aferrado a la imagen de ambas juntas como reflejo de algo bueno en mi vida, como lo venía haciendo desde que comencé a salir con Jonathan — confesó finalmente, yo solo la mire y moví mi mano desde su mano a su mejilla — Fue poco tiempo, pero las cosas fueron tan buenas que ni siquiera pareció real— apoyó su cabeza en mi mano y cerrando los ojos.

— Y pero fue real y ya me tienes aquí otra vez — le dije de forma delicada y ella asintió de forma leve — para lo que necesites y para lo que quieras, porque eres una persona importante para mí y no sabría qué hacer si algo te pasara — vi como unas lágrimas caían por sus mejillas — Y no solo eres importante para mí, eres importante para muchas personas, quiero decir que manejas una empresa multimillonaria a nivel internacional y prácticamente estás entre el top 10 personas más ricas del mundo según las revista "TIME" y estoy segura que dentro de 15 años más vas a aparecer en un libro de historia — ella volvió a asentir con la cabeza — te estás conformando con ser importante para una persona, pero princesa tú ya llegaste a Saturno, quitando el hecho de que Saturno es un planeta principalmente gaseoso pero tu entiendes la metáfora — ella soltó una leve carcajada.