Joyerías Izaro

Capítulo XXVI: Asuntos de España, para Alemania y Rusia los Pasajes.

Me levante por la mañana porque Adelina me obligo a levantarme, era temprano por la mañana y ya se estaba haciendo costumbre levantarme temprano, no me moleste en quejarme, Adelina se ducho primero y se puso ropa un poco formal, yo me puse unos shorts y una playera, daba lo mismo si es que iba formal o no, tome mi majestuosa e inmortal mochila en donde llevaba todo lo que necesitaba y espere que Adelina se termina de alistar.

— La reunión es en un par de horas más podemos comer algo si quieres — Dijo Adelina mientras se acercaba a mí.

— ¿Cómo te sientes? — le pregunté y ella me sonrió y se sonrojo.

— Bien — la escuche decir en un susurro.

— ¿Desayunaste? — ella me miro y negó con la cabeza.

Fuimos a la cocina y terminamos desayunando cereales, luego fuimos a la empresa de Gregsons Corp. en donde apenas llegamos nos metieron a la sala de reuniones, me sentaron en la mesa frente a Adelina y saque me portátil, comencé a revisar cosas y buscar información para mandársela a Keira, la reunión comenzó y de vez en cuando miraba por sobre la pantalla de mi portátil para mirar a Adelina la cual encontraba mirándome, me dedicaba una sonrisa cansada y un poco triste y luego miraba los papeles que tenía frente a ella, pasamos dos horas y medias sentadas en esas sillas mientras Adelina me miraba y yo intentaba entrar a los servidores de seguridad de Adelina, hasta que hicieron una pausa, yo cerré el portátil y me levante de la silla.

— Oye ¿Ocurre algo? — le pregunte a Adelina mientras me acercaba a ella.

— ¿Qué estabas haciendo? — Me preguntó evitando la pregunta.

— Revisando unas cosas para mandárselas a Keira — le dije y ella se levantó de la silla.

— Ven aún van quedando dos horas y medias más, vamos a caminar un rato — dijo ella y yo asentí con la cabeza.

— Necesito acceso a tus cámaras de seguridad, si podemos obtener el video de seguridad cuando me partió el culo será suficiente — le dije con tranquilidad.

— Seguro — dijo ella de forma borde — No venía a estas oficinas desde que estaba en la universidad — dijo inspeccionando sus alrededores, yo asentí con la cabeza — estado pensando— dijo ella en un susurro mientras caminábamos un rato — quizá pueda dejar la empresa por un rato, un par de meses para descansar y poder hacer todas estas cosas bien — yo la mire extrañada.

— ¿A qué te refieres con todas estas cosas? — le pregunte frunciendo el ceño levemente y ella me miro, nuestras miradas se cruzaron y puede notar tristeza en sus ojos.

— Todo lo que está pasando con Jonathan— ella hizo una pausa — contigo — dijo sin mirarme y casi en un susurro que me costó escuchar — Quiero arreglar todo, volver a ser quien era antes y poder sentirme cómoda con mi trabajo, con mi casa y conmigo misma, con mi cuerpo — esta vez me miro y comenzamos a caminar de vuelta a la sala de reuniones.

— Perdón por dejarte sola el año pasado — le dije bajando la mirada la suelo — si no te hubiese dejado, todo esto no hubiese pasado y yo lo siento — Nos detuvimos afuera de la sala de reuniones pues aún estábamos en esta especie de receso — Perdón por haberte hecho daño, por haberte sacado de tu zona de confort y haberte dejado a tu suerte, fue muy egoísta de mi parte y no correspondía, no corresponde que alguien te haga cambiar y te deje sola cuando estás intentando cambiar por esa persona — solté un suspiro sin mirar a Adelina — créeme que todos los días me imagino las cosas que pude haber hecho diferente — por alguna razón me comencé a angustiar — si ese día solo te hubiese escuchado y me hubiese controlado todo sería distinto ahora o quizá haberte llamado o simplemente haberme disculpado como correspondía — ella tomo mi rostro con sus heladas manos y yo solo cerré los ojos para sentir unas lágrimas caer por mis mejillas — No quería ser la mierda de persona que soy ahora, quería lo mejor para ti y yo no pensé antes de decirte todas esas cosas que te dije ese día, sé que tenías cosas más importantes con las que lidiar en ese momento y yo en vez de ayudarte solo te complique las cosas — yo la mire, se veía muy tranquila — de verdad lo siento — termine de decir.