Capítulo III: Conociendo Gente Nueva

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Me desperté porque sentí que Adelina se levantaba de forma brusca de la cama, yo me levante junto a ella y la seguí al baño, en donde vomitó, le tomé su suave cabello con una mano mientras que intentaba terminar de despertar, apenas y mantenía los ojos abiertos cuando Adelina me miró y le solté el cabello.

— ¿Estás mejor? — le pregunte somnolienta y ella asintió con la cabeza — Bien, aún es temprano, vamos a la cama ¿sí? — con un poco de suerte sabía que estaba despierta y no quería saber que hora era 

Me recosté en la cama y tomé el celular eran las 4 de la maldita mañana, era insano levantarse a esa hora, me refregué un poco el rostro como buscando terminar de despertar o un poco de cordura porque no estaba segura de que tan buena idea era tenerme despierta a esa hora, Adelina se demoró un poco más en salir del baño pero finalmente volvió a acostarse a mi lado.

— Son las 4 de la mañana — le comenté mirando el techo y dejando el celular en la mesita de noche.

— Lo sé — su susurro sonó angustiado y ella miraba el techo.

— Después de esto ¿Vuelves a dormir? — no dejé de mirar el techo de la habitación ¿Qué color era aquel? ¿Blanco crema o blanco hueso?

— No, generalmente me quedo despierta — no pude evitar fruncir el ceño al escuchar aquello.

— ¿Cuánto tiempo llevas así? — cuestione y me dispuse a mirarla.

— Dos meses y medio — para mí gusto fue un tono de voz muy bajo, un poco más bajo y no lo hubiese escuchado.

— y Jonathan ¿Hace algo? — Le pregunté, no quería saber la respuesta de eso aunque una parte de mi ya la sabía y ella negó con la cabeza — ¿Se levanta al menos? — le pregunté tratando de buscarle un lado bueno al surfista.

— No se despierta —ninguna de las dos se movió, el blanco techo de la habitación tenia algo hipnotizando ¿Blanco sinceridad era o no? — No hace nada, creo que la única vez que hizo algo fue cuando le dije que estaba embarazada — añadió ella.

— ¿Quieres hablar de él? — le pregunté acostándome sobre mi hombro izquierdo para poder mirarla mejor y ella me miró.

— Me gritó, me dijo que era una irresponsable, me dejó sola casi un mes y después volvió diciendo que se haría cargo — era claro que el surfista no era de su agrado, pero al parecer la situación le había afectado de una manera considerable, mismo motivo por el cual estaba aguantándose las ganas de llorar.

— ¿Sabes que?, quiero conocer a ese malnacido — le comenté para acomodarme en la cama, ella asintió y me abrazó, se sentía tan extraño que volviera a abrazarme después de casi un año separadas.

Adelina se durmió otra vez, pero yo me quede despierta, realmente no me gustaba que Adelina se quedará con Jonathan sentía que él era una amenaza para el bienestar de Adelina, prefería que se quedara conmigo por último así no se sentiría tan sola y no solo eso, si no que estaría conmigo  y eso para mi sería suficiente, podría cuidarla y quedarme con ella cuando se sentirse mal y mimarla y cumplirle todos sus caprichos, pero no, la empresaria estaba con el surfista.
Cuando ya estaban dando las 7:30 de la mañana mi alarma sonó y yo me moví para apagarla y sin querer pase a despertar a Adelina.

— ¿Cómo te sientes? — le pregunté mientras me levantaba de la cama y me dirigía a mi bolso para sacar la ropa.

— Descansada — respondió ella sin moverse de la cama ¿Eso era bueno?.

— Si quieres, me puedes sacar una sudadera — le comenté parándome en el umbral de la puerta del baño y dedicándole una suave sonrisa, ella se ruborizo y asintió con la cabeza.

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