Capítulo XVI: Verdades.

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No estaba segura de que hacer en ese momento, Adelina se estaba guardando algo y aparentemente no tenía intenciones de contarlo, en eso salió Vanessa, la hermana de Adelina y se sentó a mi lado.

— Hola — dijo ella de forma gentil y me extrañó ya que no me lo esperaba de ella — Te quería preguntar algo — en ese momento dejó de parecerme tan extraño que se comportara tan gentil por algún momento la mediana de las hermanas Gregsons se comportaba más gentil cuando se trataba de pedir algo — ¿Sabes qué le pasa a mi hermanita? — dijo ella mirándome y negué con la cabeza.

— Estoy igual que tú — volví a mirarle jardín y solté un suspiro — Me tiene preocupada — le confesé a Vanessa sin siquiera pensarlo.

— Se nota —dijo ella y luego hizo un movimiento con la mano — Aquí — me señalo el rostro — frunces el ceño, al principio pensé que era por otra cosa, pero has estado todos estos días con esa expresión — yo no dije nada la verdad es que no era consiente de que hacía eso — Bien, estaré adentro ayudando a Laura, se va hoy — Me informó la chica para entrar a la casa otra vez.

— Me preocupa que no esté comiendo — le dije levantándome y dándome vuelta un poco rápido cosa que me obligo a cerrar los ojos un segundo para no perder el equilibrio, ella se detuvo antes de entrar a la casa y me miró.

— ¿Cómo que no está comiendo? — Dijo la chica frunciendo el ceño — ¿No come contigo? — yo negué con la cabeza y ella soltó un suspiro — Bien, yo hablaré con ella — me miró un poco confundida o quizá no confundida si no que enojada — ¿Por que... aah me aseguró que estaba comiendo — dijo por lo bajo y respiro de forma profunda seguramente para calmarse — bien, cuando hay problemas de malnutrición en el consultorio lo que hacemos es darles un suplemento alimenticio, le puedo decir a Alejandra que lo pase a comprar — yo asentí con la cabeza — Iría yo pero no te voy a dejar sola con Adelina mientras no llegue Jonathan — yo me tense un poco al escuchar el nombre del surfista.

— No va a venir hoy — le dije seria y ella asintió con la cabeza.

En se momento escuchamos un grito que venía desde dentro de la casa, Vanessa entro primero y yo la seguí, llegamos a mi habitación y Adelina estaba hecha bolita y temblando en la cama, Vanessa intentó acercarse a ella, en eso llego Laura y se quedó parada en el umbral de la puerta.

— No te acerques — dijo Adelina en la cama cerrando los ojos con fuerza y eso hizo que Vanessa se detuviera al instante.

— Oye, está bien — le dije en un tono delicado y acercándome de la forma más lenta posible — No te vamos a hacer daño — logre apoyar mis rodillas en el borde de la cama pero ella seguía sin abrir los ojos — Princesa mírame, soy yo Lara — ella negó con la cabeza — Oye, solo yo ¿Si? Nadie más — le dije en un susurro — Nadie te va hacer daño — ella volvió a negar con la cabeza.

— Jonathan — dijo ella preguntando por el chico.

— No está, no va a venir hoy ni mañana — hable con rapidez y convicción y note como se tranquilizó considerablemente.

— ¿Puedo hablar contigo? — volvió a decir ella de nuevo escondiéndose entre las almohadas de la cama — Solo contigo — era la señal para que Vanessa y Laura se fueran.

— Claro — dije mirando al resto de las personas que estaban en la habitación — Cuando quieras — mi mirada se detuvo en Vanessa que me miraba de forma interrogante y yo le hice una seña con la mano para decir "Hablamos después" y ella asintió con la cabeza. Las chicas se fueron y yo cerré la puerta de la habitación, me senté en la cama y Adelina no hizo el esfuerzo de sacar su cara de las almohadas — ¿Qué ocurre princesa? — le pregunté y ella me miró, estaba llorando y por un momento pareció que se calmó.

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