Capítulo XIII: Lo Mismo pero no Igual

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Me desperté en algún momento cuando ya era de noche y me levanté para sacarme los shorts pues consideraba incomodo dormir con ropa innecesaria y me acosté al lado de Adelina para dormir otra vez, me volví a despertar porque sentí que Adelina había hecho un movimiento brusco, apenas la miré ella estaba sentada en la cama con la mano en el pecho intentando calmarse, cuando ella se dio cuenta que estaba mirándola me abrazo y se puso a llorar, yo sin entender nada correspondí el abrazo y ella escondió su rostro en mi pecho.

— ¿Qué pasó princesa? — le pregunte en el tono más tranquilo que pude, aún un poco somnolienta sin estar segura de querer saber la respuesta.

— Dile a Jonathan que no venga mañana — con un poco de suerte le entendí entre el llanto.

— ¿Porque? ¿Te hizo algo princesa? — Ella asintió con la cabeza — Ad, si te hizo algo necesito que me digas — no pude evitar me tono de preocupación pero ella solo negó con la cabeza

— Solo dile que no venga — rogó en un susurro tan bajo que con suerte lo escuche.

— Este bien, yo le diré princesa.

Fue todo lo que dije pues Adelina parecía estar cansada, yo me acomode en la cama para intentar dormir un rato más pero la única que pudo dormir fue Adelina, que parecía estar bastante cómoda durmiendo sobre mí, me levante de la cama cuando estaban dando las 7 de la mañana y cuando Adelina se dio media vuelta para acomodarse, para mi sorpresa Laura estaba despierta sentada en la mesa de la cocina tecleando en su computador, yo me dirigí al mesón de la cocina para hacerme un café y sentí la mirada de la chica sobre mí.

— ¿Café? — le pregunté sin mirarla y debido al frío que hacía a esa hora recordé que estaba en bragas y sudadera.

— No gracias — hablo en un tono despacio al parecer más concentrada en su portátil que en lo que le había ofrecido — ¿Te puedo pedir algo? — Dijo ella y yo asentí con la cabeza — ¿Puedes ponerte pantalones? — Estaba avergonzada por algún motivo y yo la quede mirando un momento, estaba cómoda sin pantalones en mi casa ¿Realmente tenía que hacer eso por la sobrina de Ad?

— Claro, si lo siento — terminé por acceder a la petición para tomar mi taza de café — me avisas cuando llegue Jonathan — le comenté saliendo de la cocina y caminando a mi habitación en donde Adelina seguía dormida, a los pocos minutos llegó Laura, que se quedó parada en el umbral de la puerta.

— Llegó Jonathan — fue todo lo que la chica dijo.

Yo me puse los shorts que había dejado en el suelo y tomé mi billetera junto con las llaves de la casa, dejé la taza de café en el velado y seguida por Laura salí de la casa, apenas puse un pie fue de la casa en frío me invadió, andaba descalza así que a media que me acercaba a la reja para hablar con Jonathan sentía que las plantas de los pies me dolían por el frío que hacía, me detuve cuando lo único que nos separa era la reja.

— Hola ¿Cómo está? — preguntó el surfista y yo solo solté un suspiro.

— Hola — le correspondí el saludo, creo que mis modales me obligaban a eso — Adelina no tuvo una buena noche — deseaba y esperaba que entendiera la indirecta y que se fuera.

— ¿Está bien? ¿Puedo pasar a verla? — su preocupación era demasiado fingida para mi gusto.

— No, prefiere estar sola —no pude evitar llevarme una mano a la oreja — quizá mañana se sienta mejor — yo saqué mi billetera y saqué una tarjeta de presentación — Cualquier cosa solo llámame — le indiqué pasándole la tarjeta por entre los barrotes de la reja deseando que no me llamara — y Jonathan, no lo digo porque yo no quiera tenerte en la casa, lo digo porque ella me lo pidió — el chico asintió con la cabeza.

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