Capítulo XXV: Más y más Negocios.

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El tiempo con Adelina pasaba rápido tan así que casi ni me di cuenta cuando estábamos viajando a España, viajamos de noche para llegar allá por la mañana pero eso no quitaba el hecho de que Adelina se hubiese puesto a caminar por el avión, que hubiese intentado ganarme en las cartas y que me hubiese robado uno de los como tres libros que había llevado, cosa que agradecí, pues se terminó por quedarse tranquila cuando se puso a leer un libro llamado "Estadística aplicada a la economía y negocios" o algo así, Dante se fue durmiendo todo el trayecto que duró el viaje, por otro lado yo aproveche el vuelo para avanzar en el trabajo, revisar una que otra cosa y leer uno de los tantos libros que ya había leído antes, el vuelo a España se me hizo infernalmente largo, no les voy a mentir, se me hacía imposible dormir en un avión, el sonido de los motores me parecía desquiciarle y los asientos muy incómodos, independiente de que íbamos en el jet privado de Gregsons Corp. se me seguía haciendo imposible dormir y lo odiaba, luego estaría traspapelada con los días, pero en ese momento no me importaba estaba mirando a Adelina que se levantaba de su asiento para sacar algo de su maleta, la vi quitarse los jeans con completa naturalidad como ignorando por completo el hecho de que estábamos en una avión para ponerse unos shorts, me quede embobada mirando cómo llevaba a cabo esa acción, cosa que aparentemente ella notó, me miro y me sonrió, luego se sentó en el asiento otra vez.

— El verano en España es infernal — comentó como si ella fuera todos los días a España. Pero eh de ser sincera, nunca la había visto en shorts, la había visto en pijama, vestidos y trajes formales, pero consideraba que los shorts le quedaban bien.

— Te creo — le dije tragándome las ganas de lo que sea que me estaban apareciendo en el momento.

Apenas llegamos a España a eso de las 4 de la mañana nos fuimos a la casa en donde nos íbamos a quedar, Adelina me había explicado que su padre le había dejado una propiedad en España la que utilizaba cuando iba para allá, no era muy grande, era una casa de dos pisos y dos habitaciones, la habitación principal tenía una vista hermosa a la ciudad pero no le di mucha importancia, quería puro dormir, vía a Adelina desnudarse para luego meterse a la cama, yo con poca suerte me saqué los pantalones y me metí a la cama, en donde abracé a Ad y me quede dormida, ese día nos levantamos como a las 3 de la tarde, fuimos al supermercado en donde yo veía a Adelina llevar el carrito de las compras como una niña pequeña, pero llego un momento en el que Adelina se detuvo en seco y yo la mire, noté que apoyo todo su peso en el carrito de la compras y me acerqué a ella.

— hey, oye ¿Qué ocurre? — le dije poniendo una de mis manos en su espalda para hacerle cariño con gentileza pero lo único que logré con eso fue que se alejara como un cachorro asustado.

— No me toques — dijo haciendo un gesto con la mano y sin mirarme.

— Ad ¿Qué ocurre? — le dije preocupada, más por el hecho de que estábamos en el supermercado y se podría acercar un guardia de seguridad y pensar que le había hecho algo.

— Cereales — dijo ella con voz quebradiza y camino por el pasillo, yo la seguí y la tomé del brazo para detenerla con total delicadeza — Tenemos que llevar cereales — dijo ella cuando la di vuelta para que me mirara.

— Ad — le dije sería mirándola a los ojos.

Noté como le costaba respirar e intentaba alejarse de mí, lo primero que se me vino a la cabeza fue que él estaba dando un ataque de pánico y reaccioné según eso, la tire del brazo para acercarla a mí y luego abrazarla.

— ¿Es un ataque de pánico? — le pregunte en un susurro mientras ella se escondía en mi pecho y asentía con la cabeza — no te voy a dejar caer — le dije de la misma manera, ella se separó de mi aun le costaba respirar y mantenía los ojos pegados en el suelo — Necesito que respires cariño — le dije con gentileza y ella asintió — inhala en 5 segundos, mantén 4 y vota en 3 — le dije respirando junto a ella.

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