21. Taehyung

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-¡No puedes estar hablando en serio!

-Taehyung... -La voz de Namjoon era suave.

Pero me daba igual lo tierno que intentara ser mi hermano o sus esfuerzos por sonar delicado, porque solo podía pensar en que un día intentó alejarme de los brazos de Jungkook y en aquel momento parecía dispuesto a arrojarme hacia él con los ojos cerrados. Y estaba furioso. Muy furioso. Yo había aceptado que retomaran su amistad sin pedirle ningún tipo de explicación, pero a mí no me incumbían sus cambios de parecer, lo volátil que resultaba todo.

-Escúchame, es una buena oportunidad. -Suspiró al otro lado de la línea de teléfono-. Ya sé que es una situación complicada, pero ha pasado el tiempo. Tú estás con un chico, ¿no? Jungkook representa artistas y es..., es nuestra familia, Taehyung.

-No es verdad. Ya no. -Y colgué.

Colgué porque no podía seguir escuchando cosas que no eran ciertas, porque me dolía todo aquello y porque no entendía a Namjoon. Yo sabía que a él le importaba que me fuera bien y que lograra hacerme un nombre, pero ¿a qué precio? No estaba seguro de que valiera la pena cruzar una línea tan peligrosa.

Sobre todo, porque conocía bien a Jungkook y solía haber una razón detrás de cada cosa que hacía.

Me dejé caer en la cama del piso de Bogum y hundí la cabeza en la almohada. Desde el día de la exposición me sentía inestable, descentrado.

Cada vez que recordaba el instante en que lo vi allí parado en medio de la sala y mirando mis pinturas, sentía que unas garras me aferraban los pulmones hasta dejarme sin aire. Y no soportaba esa sensación, volver a sentirme tan débil, estremecerme al recordar sus ojos irritados, su expresión...

Sus palabras: «Estoy orgulloso de ti».

Me levanté de la cama en cuanto oí el ruido de la cerradura al girar. Cogí las bolsas del supermercado que Bogum traía y lo ayudé a guardarlas en la nevera. Era viernes y había decidido quedarme a pasar la noche en su apartamento; cenar algo sencillo, ver una película juntos y luego dormir abrazados.

-Esto va en el congelador.

-¡Helado! -sonreí contento.

Le di un beso en la mejilla antes de coger el bote y guardarlo, para seguir organizando las papas fritas de bolsa y algunas cosas más que él me fue pasando.

Oí la melodía de mi celular, que había dejado en el dormitorio.

-Te están llamando, Taehyung.

-Ya lo sé.

-¿Y no piensas contestar?

-Es mi hermano. Y me he enojado con él, así que no.

-¿Qué ha ocurrido esta vez?

Namjoon y yo solíamos tener desencuentros a menudo, pero por cosas tontas, como dos hermanos que se quieren a pesar de los tropiezos del día a día. Sin embargo, Jungkook no era eso para nosotros; Jungkook era un golpe seco, la barrera más alta que nos separaba, y yo no estaba dispuesto a saltarla de un lado a otro según a Namjoon le viniera en gana.

Miré a Bogum un poco incómodo.

-Quiere que acepte... -susurré.

-¿Que él te represente? -quiso asegurarse, porque solo se lo había comentado de pasada la semana anterior, cuando fui a su apartamento alterado tras salir del despacho de Park Roseanne todavía con el corazón en la garganta.

Después yo había intentado no mencionarlo siquiera, a pesar de que no podía quitármelo de la cabeza.

-Sí. Así de coherente es Namjoon.

I Want To Hold Your Hand² ✿KookTae✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora