103. Jungkook

273 33 23
                                    

Namjoon contestó al tercer tono y yo cogí aire.

—Tenemos que hablar —solté a bocajarro.

¿Taehyung está bien? —preguntó preocupado.

—No lo sé, supongo que sí. Quiero pensar que sí. ¿Has hablado con él últimamente? ¿Te ha dicho que quiere que nos quedemos unas semanas más aquí?

No, mierda, no me ha dicho nada.

Lo puse al día de los últimos acontecimientos. Le hablé de Scarlett, que sin duda lo último que me causaba era confianza; toda ella me resultaba vacía, un envoltorio bonito que deslumbraba solo durante los primeros cinco minutos. Pero Taehyung parecía impresionado cada vez que la veía abrir la boca.

Y luego estaba él mismo, esa faceta que había sacado a relucir durante aquellas semanas: el ego, la vanidad.

No lo entiendo. No es propio de él.

—Lo que me preocupa es que no sepa lo que quiere —expliqué—. Lo entendería si me dijera que esto es lo que llevaba tantos años buscando, que quiere un futuro así, pero no tiene ni idea de qué intenta encontrar y eso… es peligroso.

Me encendí un cigarrillo. No dejaba de darle vueltas. Quería entenderlo y no lo estaba consiguiendo. Y se suponía que en eso consistía todo, ¿no? En la complicidad, en ponerse en la piel de la persona con la que quieres compartir tu vida.

Pues déjalo caer —contestó Namjoon.

—¿Perdona? ¿Qué rayos…?

Vuelve a casa. Créeme, a mí me costó años aceptar que no era un niño y que no podía controlarlo como a mí me gustaría. Cuando lo dejé en Gangwon después de todo lo que había ocurrido contigo…, te juro que estuve meses comportándome como un paranoico, porque pensaba que era mi responsabilidad y me sentía como la mierda por haberlo dejado solo cuando sabía que lo estaba pasando fatal y que se dormía cada noche llorando.

—Mierda, Namjoon, no me lo recuerdes.

No lo digo por eso. Si quiere quedarse en París, que lo haga. Que asuma esa decisión.

—No lo entiendes. —Di otra calada profunda.

Prueba a intentar explicármelo.

—Estamos juntos. Y no pienso volver a dejarlo.

Hubo un silencio antes de que él se echara a reír.

Nunca pensé que me alegraría de oír algo así.

—¿Qué rayos te has fumado? Deberías compartirlo.

Quizá cuando vuelvas y salgamos por ahí —bromeó antes de ponerse serio—. Y en cuanto a Taehyung…, intentaré hablar con él. Es curioso, ¿verdad? A mi padre siempre le preocupaba lo contrario. Recuerdo oírle decir alguna vez que le daba miedo que él terminara centrándose tanto en pintar que no quisiera ni pisar un mercadillo de arte ni desprenderse de sus cuadros para venderlos. El día que tuvieron el accidente… iban a una galería de Gangwon y él estuvo convenciéndolo durante días. Y ahora, mira.

Apagué el cigarrillo, aún pensativo e inquieto.

—Déjalo, no hables con él. Yo me encargaré de esto, no quiero que tengan problemas.

De acuerdo. ¿Tú estás bien? —preguntó.

—Bien, si no tenemos en cuenta que he sentido el impulso de meter a tu hermano en una maleta, subirme en el primer avión y regresar a casa, a nuestra vida. Después de tantos años, de tantos problemas…, y tengo la sensación de que estamos más lejos que nunca del lugar donde deberíamos estar en este momento.

 Después de tantos años, de tantos problemas…, y tengo la sensación de que estamos más lejos que nunca del lugar donde deberíamos estar en este momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
I Want To Hold Your Hand² ✿KookTae✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora